DOI: https://doi.org/10.18601/16577175.n24.09

La efectividad como componente del enfoque social en las organizaciones

Effectiveness as a component of the social approach in organization

Mónica Patricia Mayorga Díaz1
Liseth Karolina Paucar Enríquez2
Arturo Fernando Garcés Pico3

1 Doctora en ciencias económicas. Docente investigadora. Facultad de Sistemas Mercantiles de la Universidad Regional Autónoma de Los Andes. Ambato, Ecuador. Correo electrónico: monikmayorgad@gmail.com - Orcid: https://orcid.org/0000-0003-3071-236X
2 Ingeniera en contabilidad y auditoría, libre ejercicio profesional. Universidad Regional Autónoma de Los Andes. Ambato, Ecuador. Correo electrónico: timetogokpe@hotmail.com - Orcid: https://orcid.org/0000-0001-7206-8512
3 Ingeniero Zootecnista. Empresario ganadero. Ambato, Ecuador. Correo electrónico: fernandogarces5@hotmail.com - Orcid: https://orcid.org/0000-0001-5864-2813

Código JEL: G39/M40.

Fecha de recepción: 28/02/2019
Fecha de aceptación: 10/03/2019


Resumen

La incorporación de la responsabilidad social en las organizaciones, observada desde cada una de sus dimensiones: económica, social y ambiental, es de profundo análisis dentro del direccionamiento estratégico, por lo que se considera necesaria la revisión de la dimensión financiera donde se vincule el enfoque social a la toma de decisiones gerenciales y cotidianas. Por consiguiente, el presente trabajo a través de la triangulación y valoración teórica de las aristas de investigación tiene como objetivo diseñar una herramienta de gestión que contribuya a la medición de la efectividad como aporte sustancial para la toma de decisiones.

Palabras clave: balance social, indicadores, integración, responsabilidad social, dimensión.


Abstract

The incorporation of social responsibility in organizations, looking from each of its dimensions: economic, social and environmental, is a deep analysis within the strategic direction, so it is considered necessary to review the financial dimension where the link is linked. Social approach to making managerial and daily decisions. Therefore, the present work through the triangulation and theoretical assessment of the edges of research aims to design a management tool that contributes to the measurement of effectiveness as a substantial input for decision making.

Keywords: Social balance, indicators, integration, social responsibility, dimension.


Introducción

Las organizaciones del sistema financiero popular y solidario se basan en: relaciones de solidaridad, cooperación y reciprocidad, privilegiando al trabajo y al ser humano como sujeto y fin de su actividad, orientada al buen vivir, en armonía con la naturaleza, por sobre la apropiación, el lucro y la acumulación de capital.

En la figura 1 se presenta un análisis comparativo de los principios y características que permiten identificar a las organizaciones de la economía popular y solidaria (EPS) y del sistema financiero popular y solidario (SFPS), así como distinguirlas de las corporaciones privadas.

A partir de la manifestación de tendencias sociales en contra de la racionalidad económica predominante, en Europa y Estados Unidos al final de los años sesenta se distingue el surgimiento de una nueva tendencia en la que se dejan en tela de duda, los beneficios de un modelo económico capitalista imperioso que busca satisfacer principalmente las ambiciones de dinero y minimiza las necesidades de las familias, ecosistemas e inclusive deteriorando principios y valores.

Bowen (1953) define la responsabilidad social como las obligaciones de los seres humanos dedicados al negocio de buscar aquellas políticas para tomar esas decisiones, o seguir las líneas de acción deseables en términos de los objetivos y valores de nuestra sociedad.

En consecuencia, de este nuevo enfoque surge la teoría sobre la presencia de la responsabilidad de las organizaciones de manera integral, preocupándose de los aspectos económicos y sociales, según la empresa en el ejercicio de su quehacer debe concientizar en los efectos reales y totales de sus acciones sobre el entorno organizacional, adoptando una actitud positiva hacia la consideración de los valores y expectativas (Friedman, 1967; Schwartz, 1981; Cuervo, 1981), resumiéndose en cuatro visiones del concepto:

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), con el lanzamiento del programa de desarrollo sustentable en 1987, producto del Informe Bruntland (1972), establece que las generaciones actuales poseen la capacidad de utilizar los recursos exactos para satisfacer necesidades y delinear medidas de salvaguarda de los recursos naturales propios para las futuras generaciones, también resume el manejo de la responsabilidad social en tres dimensiones: social, económica y ambiental (Ernult y Ashta, 2007).

El Instituto Ethos de Brasil (1998) por su parte define la responsabilidad social empresarial (RSE) como la relación que la empresa establece con todos sus públicos (stakeholders) a corto y largo plazo y el Libro Verde de la Comisión Europea la define como la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con todos sus interlocutores (Comisión Europea, 2001).

Holt y Wigginton (2002) definen a la responsabilidad social como la obligación de una organización a conducir sus negocios de forma que pueda salvaguardar el bienestar de la sociedad mientras persigue sus propios intereses.

Además, se incorporan principios estipulados en el Pacto Mundial de las Naciones Unidas (2000), conocido también como el Global Compact:

1.Aspectos económicos: impactos de la rentabilidad, productividad y finalmente la cuota de mercado; 2. Derechos humanos: prácticas de inversión y abastecimiento, no discriminación, libertad de asociación, salud y seguridad en el trabajo, formación, igualdad de oportunidades, entre otros; 3. Derechos sociales: las relaciones con la comunidad, corrupción, política pública, competencia desleal, cumplimiento de normativa; 4. Medio ambiente: impacto de y en la materia prima, energía, agua, biodiversidad, emisiones, vertidos, residuos, productos, transporte. Es preciso dejar de manifiesto para estudios posteriores en esta investigación que estos principios se contemplan en la Norma de Estandarización ISO 26000 (2010).

En el entorno empresarial se trata temas como el comercio justo, la cooperación al desarrollo, la lucha contra la exclusión social, la promoción del voluntariado, la conciliación de la vida familiar y social, la protección de la infancia y juventud o la contribución a la sociedad del conocimiento, los cuales se van incorporando como cuestiones emergentes al contenido de la responsabilidad social (Comisión Europea, 2001), es entonces en el Libro Verde de la Comunidad Europea en el que se registra dos dimensiones en el estudio de la responsabilidad social empresarial:

Ser socialmente responsable significa ir más allá del cumplimiento de las leyes y reglamentos, invirtiendo más en el capital humano, el entorno y las relaciones con los interlocutores. Sugiere asumir la responsabilidad social mediante un enfoque global, con contenidos de gestión integrada, informes y auditorías, calidad en el trabajo, etiquetas sociales y ecológicas e inversión socialmente responsable. (Comisión Europea, 2001).

La Organización Internacional de Normalización (ISO), propone la Norma ISO 26000:2010 Responsabilidad Social, sin fines certificables busca que las organizaciones respeten como mínimo siete principios de responsabilidad social: rendición de cuentas, transparencia, comportamiento ético, respeto a los intereses de partes interesadas, respeto al principio de legalidad, respeto a la norma internacional de comportamiento, respeto a los derechos humanos, para lo cual suministra una guía para la aplicación de cuestionarios de evaluación de responsabilidad en cualquier tipo de organizaciones (International Organization for Standardization, 2010).

En definitiva la responsabilidad social de la organización es el compromiso de identificar los problemas de interés público como: medio ambiente, pobreza, desigualdad de ingresos, atención de salud, hambre, desnutrición y analfabetismo y que compete a todo tipo de organizaciones (empresa, estado, universidad) para emprender acciones que generen impactos positivos en la sociedad, con el aporte de soluciones basadas en la transparencia, pluralidad, sustentabilidad y ética, siendo la meta el desarrollo sustentable del ser humano y su entorno (Viteri y Jácome, 2011; Vives y Peinado-Vara, 2011; Moreno, 2013).

Por consiguiente, se ha perfeccionado la conceptualización de la Responsabilidad Social de la Empresa (RSE) en las últimas décadas más aún cuando la crisis financiera del 2007-2010 es atribuida a irresponsabilidades empresariales, codicias individuales y negligencia de los reguladores, lo cual afectó a gran parte de la población (Viteri y Jácome, 2011; Vives y Peinado-Vara, 2011; Moreno, 2013).

A partir de la bibliografía consultada se puede destacar que la responsabilidad social es un modelo de gestión empresarial, a través del cual las empresas pueden rendir su aporte para un mundo mejor y al mismo tiempo generar beneficio propio, las actividades de responsabilidad social se basan en la iniciativa y responsabilidad propia de las empresas y van más allá de solo cumplir las leyes, sus pilares fundamentales son: la responsabilidad económica, social y ambiental (Díaz, 2010; Viteri, 2010).

En tal sentido, la responsabilidad social busca contribuir al desarrollo sostenible del país bajo la premisa de reconocer la necesidad de asegurar ecosistemas saludables, equidad social y buena gobernanza de la organización. En el largo plazo, todas las actividades de las organizaciones dependen de la salud de los ecosistemas mundiales. Las organizaciones están sometidas a un seguimiento cada vez mayor por parte de sus diversas partes interesadas, incluyendo clientes o consumidores (International Organization for Standardization, 2010).

Es oportuno subrayar, entonces, a partir de considerar los referentes teóricos y apuntes que, a criterio de esta investigación se deben priorizar, para gestionar la responsabilidad social, esta no debe ser entendida como una actividad aislada o añadida a la económica, sino como una nueva actitud de la empresa hacia el entorno social, actitud que debe impregnar toda la filosofía y la conducta empresarial.

La responsabilidad social requiere capacidad para establecer compromisos y rendir cuentas de estos, por lo que es menester no solo asumir declarativamente la responsabilidad social, sino gestionarla mediante herramientas de gestión (balance social) que viabilicen la evaluación del cumplimiento de los principios de responsabilidad social que pueden considerarse cualitativos en muchas ocasiones.

La ISO 26000 (2010) declara que una organización con orientación a la responsabilidad social se considera cuando existe responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la sociedad y en el medio ambiente, mediante un comportamiento ético y transparente que contribuya al desarrollo sostenible, incluyendo la salud y el bienestar de la sociedad; tomando en consideración las expectativas de las partes interesadas, cumpliendo con la legislación aplicable, en coherencia con la normativa internacional de comportamiento, estando integrada en toda la organización e involucrándose en la práctica en sus relaciones; esta norma, por tanto, contempla los principios de responsabilidad social alineados a Global Reporting Initiative, Pacto Global, Accountability.

La medición de la responsabilidad social se puede efectuar con la utilización de indicadores cualitativos y cuantitativos que midan la responsabilidad social en sus tres dimensiones: social, económica y ambiental, se concentran los beneficios de la responsabilidad social entre los que se destacan: fideliza a sus clientes, atrae a inversionistas, aumenta los niveles de satisfacción, pertenencia, compromiso y lealtad de los empleados, mejora la relación con el entorno e incrementa la influencia de la empresa en la sociedad, reduce los costos operativos, posiciona y diferencia la marca frente a la competencia, permite acceder e influir positivamente en líderes de opinión, mejora la actuación financiera de la empresa y el acceso al capital (Díaz, 2010; Viteri, 2010; International Organization for Standardization, 2010).

Por consiguiente, es menester la medición de los principios de responsabilidad social (RS) para transparentar la información financiera y su impacto en la efectividad de la gestión de las organizaciones.

En similares criterios de diferentes autores se puede definir a la efectividad como el resultado de la suma de eficiencia y eficacia, lo que contribuye para la obtención de resultados óptimos del cumplimiento de metas y objetivos planteados en un tiempo específico (tabla 1).

La eficiencia y la eficacia son los componentes de la efectividad, ya que con la integración de estas dos se puede llegar al cumplimiento de metas y objetivos planteados, en menor tiempo y con la optimización de recursos que posee la organización (tabla 2).

Materiales y métodos

A partir de la bibliografía consultada se procedió a valorar la información y se trianguló para determinar referentes a ser integrados para determinar el grado de pertinencia de interrelación de las aristas investigadas (tabla 3).

Resultados y discusión

De cara a la realidad empresarial se desarrolla un conjunto de indicadores que permitan la medición de la efectividad de la gestión enfocados al cumplimiento de los principios de responsabilidad social, observando las características inherentes de las organizaciones que conforman el sistema financiero popular y solidario en el Ecuador (tabla 4), así como también al determinarse la fragmentación de la bibliografía en temas referentes a esta investigación, se propone una ficha técnica para la aplicación de los indicadores señalados (tabla 5).

Conclusiones

La integración de indicadores de medición de efectividad apoyados en los principios de responsabilidad social permite determinar la efectividad de las actividades socialmente responsables en el sistema financiero popular y solidario, es aquí donde se exponen, desde la perspectiva social, la incorporación de indicadores e instrumentos que integren a las operaciones de la gerencia, la atención de aspectos social de gran vinculación con la organización, así como la valoración de la repercusión que las acciones de otra índole tienen en lo social.


Referencias bibliográficas

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Cuervo, A. (1981). Bases para una justificación del balance social. El balance social de la empresa y las instituciones financieras. Madrid: Banco de Bilbao.

Díaz, C. (2010). Cómo utilizar una estrategia de valores en las organizaciones. Venezuela: EAE.

Ernult, J. y Ashta, A. (2007). Dévelopement durable, responsabilité sociétale de l'entreprise, théorie des parties prenantes. Bourgogne: Cahiers du CEREN 21, ESC.

Friedman, M. (1967). Capitalism and freedom. Chicago: Phonix Books.

Holt, D. y Wigginton, K. (2002). International managament. Estados Unidos: Harcourt College Publishers.

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Instituto Ethos de Brasil. (1998). Indicadores ethos de responsabilidad social empresarial. Brasil: Instituto Ethos.

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Viteri, J. (2010). Responsabilidad social. Revista Científica -ENFOQUEUTE, 99-100.

Viteri, J. y Jácome, M. (2011). La responsabilidad social como modelo de gestión empresarial. Recuperado de http://www.ute.edu.ec/revistas/2/articulos/aa63fd41-9048-4839-a8dd-f7f74d044c82.pdf.

Vives, A. y Peinado-Vara, E. (2011). La responsabilidad social de la empresa en América Latina. Washington, D. C.: Banco Interamericano de Desarrollo.