EDITORIAL*

EL FRACASO DE LOS PAÍSES

"A pesar de que Colombia tenga una larga historia de elecciones democráticas, no tiene instituciones inclusivas. Su historia ha estado marcada por violaciones de libertades civiles, ejecuciones extrajudiciales, violencia contra los civiles y guerra civil. No es el tipo de resultados que se esperan de una democracia"
(Daron Acemoglu y James Robinson, 2012)

* DOI: https://doi.org/10.18601/01245996.v27n52.01


I

LA ACADEMIA SUECA Y COLOMBIA

El 14 de octubre de 2024, la Real Academia Sueca de Ciencias otorgó el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel 2024 a Daron Acemoglu, Simon Johnson y James Robinson por "haber demostrado la importancia de las instituciones sociales para la prosperidad de un país" 1. Según el comunicado de prensa de la Academia, "las sociedades con un débil Estado de derecho y con instituciones que explotan a la población no generan crecimiento ni mejoran. La investigación de estos galardonados nos ayuda a entender por qué ocurre esto".

Esta noticia es doblemente grata para la Revista de Economía Institucional. En primer lugar, porque es una publicación que nació en 1999 precisamente para la discusión de trabajos teóricos e investigaciones en el área de la economía institucional. Y, en segundo lugar, porque la Revista, hace casi 20 años, tuvo el gusto de contar con un artículo de los tres ganadores del premio2.

Los autores sostienen que las enormes diferencias de prosperidad entre los países pueden explicarse, en parte, por las instituciones introducidas durante los procesos de colonización. En algunas regiones, los colonizadores europeos establecieron instituciones inclusivas que, a largo plazo, fomentaron el crecimiento económico; mientras que en otras se instauraron instituciones extractivas que beneficiaron a los colonizadores y a las élites locales, perpetuando la pobreza y el bajo crecimiento. Estas instituciones extractivas generan beneficios inmediatos para quienes detentan el poder, pero, mientras estas élites controlen el sistema político, no ocurrirán mejoras significativas o estas serán demasiado lentas e incompletas. Eventualmente, la incapacidad de realizar reformas creíbles y positivas, incluso ante la amenaza de una revolución, podría llevar a las élites al dilema de conservar su poder a toda costa o transferirlo para permitir el establecimiento de una democracia.

Uno de los premiados, James Robinson, es un habitual profesor visitante de una universidad colombiana desde hace más de dos décadas, colaborador frecuente en revistas académicas y periódicos locales. Dado el ambiente de polarización extrema que vive el país, especialmente desde las últimas elecciones presidenciales que llevaron a la victoria al actual presidente de Colombia, la concesión del galardón a James Robinson no pasó desapercibida. Una opinión favorable de Robinson sobre las elecciones, que calificó como una de las más democráticas debido a que el presidente electo contaba, tal vez por primera vez en mucho tiempo, con un mandato popular, fue utilizada por la bancada de gobierno como herramienta propagandística. Sin embargo, su afirmación de que, a pesar de ello, la administración actual no sabe cómo cumplir con las expectativas de un presidente progresista ni cómo implementar políticas transformadoras fue ampliamente destacada por la prensa colombiana, que aprovechó la aparente crítica del economista hacia el gobierno.

El presidente colombiano respondió señalando que su gobierno sí sabe cómo lograr la equidad social, destacando la reducción de la pobreza y la desigualdad, así como el mejoramiento en el acceso a la tierra. Sin embargo, lo que pudo haber sido un debate constructivo sobre la debilidad institucional de Colombia y la necesidad de reformas se convirtió en una confrontación política entre una oposición inflexible, sin talante democrático, y un gobierno contumaz.

En contraste, un artículo del diario español El País se refirió a los premiados en términos más sustantivos, atribuyendo la persistencia de la pobreza y la violencia en Colombia a la naturaleza extractiva de sus instituciones políticas. Robinson argumenta que el acuerdo de paz con las FARC, que pudo haber sido una oportunidad de cambio estructural, se ha implementado de manera limitada, perpetuando dinámicas de exclusión y violencia. Según Robinson, el problema no radica en la falta de recursos, sino en el uso y la distribución del poder por parte de las élites3.

Robinson ha señalado que, aunque Colombia ha evitado dictaduras y populismos extremos, sigue siendo un país profundamente desigual, con baja integración y escasa movilidad social. Las instituciones, controladas por grupos privilegiados, restringen el progreso, especialmente en las regiones periféricas. Los trabajos de los autores premiados trascienden la coyuntura política y abordan los problemas estructurales de Colombia. Para ellos, fenómenos como el narcotráfico y las guerrillas son consecuencias -y no causas- de la forma en que el país ha sido gobernado los últimos 200 años. En lo que respecta al actual gobierno -y en esto no se diferencia de los anteriores- se observan los mismos patrones de patronazgo clientelista, ineficiencia en el uso de los recursos, sospechas de corrupción y ejecución de programas superficiales, sin capacidad para transformar las prácticas institucionales. A continuación, se presenta un breve resumen de algunos de los trabajos de los tres economistas.

1. La miseria en Colombia4

James Robinson argumenta que la persistente pobreza y la violencia colombianas son consecuencias de las instituciones políticas extractivas, caracterizadas por una democracia de baja calidad y un Estado débil e ineficaz. Estas instituciones se manifiestan en prácticas como el clientelismo, la compra de votos, el fraude electoral y la violencia política, especialmente en las zonas periféricas, donde la pobreza y la violencia son más pronunciadas. Este esquema permite a las élites mantener el poder y controlar los recursos, limitando las oportunidades de desarrollo y perpetuando la desigualdad.

Robinson sostiene que, aunque las instituciones colombianas han evolucionado y se han vuelto gradualmente menos extractivas, las fuerzas que perpetúan la pobreza y la violencia permanecen activas, reproduciendo estas dinámicas. En el artículo se analizan los mecanismos que mantienen el equilibrio entre instituciones extractivas e inclusivas y cómo estos influyen en el desarrollo económico del país. Asimismo, se plantea la necesidad de una reforma profunda para superar estas barreras y construir una sociedad más equitativa y próspera.

2. El monopolio de la violencia: evidencia desde Colombia5

Este texto aborda un tema sensible, frecuentemente ignorado o encubierto, una especie de "Área 51", sobre todo desde el inicio de la actual administración. De hecho, el artículo de Acemoglu, Santos y Robinson recibió poca atención tanto de académicos como de la prensa colombiana6. En su análisis, los autores investigan por qué algunos Estados no logran establecer el monopolio de la violencia, centrándose en el caso de Colombia, donde los grupos paramilitares han ejercido una influencia decisiva en la política. Según Max Weber, un Estado no puede funcionar adecuadamente sin el monopolio del uso legítimo de la violencia. Sin embargo, muchos países -incluidos varios de América Latina- enfrentan dificultades para consolidarlo debido a la presencia de actores armados no estatales.

El estudio desarrolla un modelo para explicar los complejos incentivos que enfrentan los estados democráticos al intentar erradicar a estos actores. En particular, los paramilitares pueden influir en los resultados electorales, favoreciendo a candidatos alineados con sus intereses.

Los autores plantean que esta relación opera como un intercambio: los paramilitares aseguran votos a los políticos, quienes, a cambio, limitan los esfuerzos por desmantelar sus operaciones. En Colombia, el apoyo paramilitar fue determinante en las elecciones presidenciales del 2002 y en las del 2006. Con datos de elecciones colombianas entre 1991 y 2006, los autores muestran cómo los paramilitares alteraron patrones de votación y favorecieron a partidos emergentes vinculados a ellos. Además, el estudio evidencia un "quid pro quo" entre el ejecutivo y senadores respaldados por paramilitares. Estos últimos apoyaron tanto la reelección presidencial como la Ley de Justicia y Paz -ley 975 de 2005- que establecían sanciones mínimas para los excombatientes.

El análisis sugiere que el monopolio de la violencia no se logra únicamente con el desarrollo socioeconómico, como suelen asumir algunos economistas. La interacción entre actores armados y políticos genera una dinámica de poder en la que los incentivos electorales limitan la voluntad de los líderes para eliminar estos grupos. De esta manera, el caso de Colombia recalca la necesidad de reconsiderar la teoría de que el avance hacia el desarrollo conduce automáticamente a la consolidación de la autoridad estatal sobre el uso de la fuerza en todo el territorio.

3. ¿Colombia: otros 100 años de soledad?7

En Colombia: Another 100 Years of Solitude?, James A. Robinson analiza la historia y las causas estructurales de la violencia y la inestabilidad en Colombia. Argumenta que los problemas de gobernabilidad del país son el resultado de un sistema de gobierno indirecto. Este modelo permite a las élites políticas en Bogotá delegar el control de las regiones a líderes locales, quienes mantienen el orden en sus territorios a cambio de apoyo político y poder en sus áreas de influencia. Este enfoque fomenta una descentralización caótica, en la que actores no estatales, como paramilitares y guerrillas, asumen roles de autoridad local, generando un vacío de poder y promoviendo la violencia y la ilegalidad.

Robinson sostiene que el problema de Colombia no radica directamente en el narcotráfico ni en la insurgencia guerrillera, sino en una estructura de gobierno que fomenta el desorden en las periferias. Los grupos armados no estatales aprovechan esta situación para expandir su control territorial. Este sistema beneficia a las élites, ya que reduce los costos de obtener apoyo político y permite mantener bajos impuestos, a costa de la paz y el desarrollo en las zonas rurales.

El artículo también analiza la situación del momento (2013) y los intentos de reforma, como la Ley de Víctimas de 2011 y el Plan de Consolidación Nacional impulsado por Álvaro Uribe. Sin embargo, Robinson se muestra escéptico respecto a la efectividad de estas políticas, ya que considera que no abordan las verdaderas causas de los problemas estructurales. La reducción de la violencia y las negociaciones de paz con las FARC fueron, en su momento, avances positivos, pero el autor advierte que, a menos que el sistema de gobernanza cambie profundamente, Colombia podría enfrentar nuevos ciclos de conflicto.

Robinson concluye que, para alcanzar una paz duradera, es crucial garantizar una presencia estatal sólida y legítima en todas las regiones, superando el modelo de gobierno indirecto que ha perpetuado el conflicto y la desigualdad.

4. ¿Por qué fracasan los países?8

Daron Acemoglu y James A. Robinson exploran las causas fundamentales de la prosperidad o la pobreza de las naciones. Su libro sostiene que la clave del éxito o fracaso de un país no radica en su geografía, clima, cultura ni la genética de su población, sino en sus instituciones políticas y económicas. Aunque esta obra, la más conocida de Robinson y Acemoglu -se convirtió en best seller-, no se refiere exclusivamente a Colombia, las referencias al país están presentes a lo largo de toda la obra, desde la época colonial hasta el año de su publicación (2012). Los autores analizan temas como la corrupción, la debilidad institucional, los grupos subversivos y el paramilitarismo.

Los países con instituciones inclusivas tienden a entrar en un círculo virtuoso: el crecimiento económico y la mejora de las condiciones de vida impulsan la demanda de mayor inclusión y mejores instituciones, consolidando el progreso. En cambio, los países con instituciones extractivas quedan atrapados en un círculo vicioso: el poder concentrado permite a las élites resistirse a los cambios, perpetuando la pobreza y la desigualdad. Acemoglu y Robinson explican que el poder político centralizado y controlado por élites obstaculiza la creación de instituciones inclusivas. Cuando un grupo pequeño controla el poder, tiende a diseñar políticas y estructuras para maximizar sus propios beneficios, ignorando o incluso suprimiendo el bienestar de la mayoría.

Este análisis resulta particularmente relevante para Colombia. Históricamente, el país ha enfrentado una concentración del poder político y económico en manos de una élite, lo que ha impedido la consolidación de instituciones inclusivas. Las instituciones extractivas han facilitado prácticas como el clientelismo, la corrupción y el dominio de grupos paramilitares en ciertas regiones.

Este enfoque permite entender que el subdesarrollo no es una condición fija ni inevitable, sino una consecuencia de la estructura de poder en cada país. En el caso colombiano, a pesar de algunos intentos de reforma, las estructuras de poder se han mantenido notablemente rígidas. La persistencia de la violencia y la presencia de actores armados no estatales en varias regiones reflejan la debilidad institucional y la dificultad para establecer un verdadero monopolio estatal de la violencia, como señalan Acemoglu y Robinson.

Los autores destacan que, aunque el cambio es posible, transformar instituciones extractivas en inclusivas es extremadamente difícil debido a la resistencia de las élites. Sin embargo, en momentos de crisis o conflicto, los países pueden experimentar cambios significativos. Esta resistencia al cambio es una realidad en Colombia, donde las élites políticas y económicas han demostrado una notable capacidad para preservar el statu quo. No obstante, la creciente demanda ciudadana por mayor transparencia, justicia social y oportunidades podría abrir nuevas puertas a la transformación institucional en el futuro.

En conclusión, Acemoglu y Robinson sostienen que el desarrollo y el éxito económico dependen en gran medida de la configuración institucional y política de un país. Para prosperar, los países deben avanzar hacia instituciones inclusivas que permitan la participación y el crecimiento sostenido de toda la población. En el caso colombiano, este reto es particularmente complejo, pero no imposible. Las lecciones del libro indican que, con voluntad política y respaldo ciudadano, es posible romper el círculo vicioso y construir una Colombia más justa, inclusiva y próspera.

5. El pasillo estrecho9

El pasillo estrecho: Estados, sociedades y cómo alcanzar la libertad es una continuación conceptual de la obra anterior, Por qué fracasan los países, donde los autores estudian cómo algunos estados han logrado un equilibrio que permite a las sociedades disfrutar de libertad y prosperidad.

Los autores argumentan que, en muchos contextos históricos y contemporáneos, el Estado y la sociedad deben mantener un equilibrio de poder en el que ninguno de los dos domine completamente al otro. Si el Estado es demasiado fuerte y la sociedad carece de poder para limitarlo, surge un "Leviatán desbocado": un gobierno autoritario que oprime a sus ciudadanos. En el otro extremo, cuando el Estado es débil y la sociedad no puede organizarse de manera efectiva, se genera un "Leviatán de papel" o un "Leviatán ausente", lo que conduce a una situación de anarquía o caos.

Daron Acemoglu y James A. Robinson exploran las complejas relaciones entre el poder del Estado y la libertad de los ciudadanos, presentando un marco teórico que denominan "el pasillo estrecho". Este concepto describe el delicado equilibrio en el cual un Estado fuerte coexiste con una sociedad igualmente fuerte, capaz de limitar su poder y permitir la creación de una sociedad libre.

A través de ejemplos históricos y estudios de casos en países como China, India y el mundo occidental, los autores muestran cómo distintas sociedades han intentado, con éxito o fracaso, ingresar a este pasillo estrecho y consolidar una gobernanza equilibrada. El libro sugiere que, lejos de ser un proceso lineal o inevitable, el camino hacia una sociedad libre y próspera es frágil y debe ser constantemente defendido.

En conclusión, El pasillo estrecho invita a los lectores a reflexionar sobre la importancia de un Estado fuerte pero controlado, así como de una sociedad activa en la defensa y vigilancia de sus derechos y libertades. Colombia, huelga decirlo, es uno de los "Leviatanes de papel" que existen en el mundo, según la descripción que hacen los autores del mismo:

Los leviatanes de papel tienen el aspecto de un Estado y son capaces de ejercitar un cierto poder en algunos dominios limitados y en algunas grandes ciudades. Pero su poder es hueco; es incoherente y está desorganizado en la mayoría de dominios y se halla casi completamente ausente cuando vas a zonas del país periféricas sobre las que se supone que rige.

6. Interrogantes

Lant Pritchett y Michael Woolcock10 utilizan el término Dinamarca para referirse, no al país escandinavo específicamente, sino a un ideal económico, político y social envidiable: prosperidad, democracia, burocracias eficientes, seguridad y niveles ínfimos de corrupción. El desafío para los economistas y la comunidad internacional radica en encontrar el camino a Dinamarca. Autores institucionalistas, como los laureados, han demostrado que políticas como el Consenso de Washington, ampliado o no, resultan claramente insuficientes y carecen de estrategias prácticas para su implementación. La disciplina fiscal, la apertura comercial o la eliminación de restricciones a la inversión extranjera deben ser vistas como componentes de una estrategia de desarrollo coherente, no como un sustituto de esta. Las recomendaciones de la política ortodoxa dejan abierta la cuestión de cómo implementar estas medidas en la práctica. Como advierten los autores mencionados, los economistas han puesto su atención en lo que los gobiernos deben hacer, pero han prestado poca o nula atención al cómo lograrlo.

Otras Dinamarcas -como Nueva Zelanda, Japón o Singapur- han alcanzado resultados de desempeño notablemente similares mediante formas institucionales diversas y culturalmente específica. En conclusión, no existen fórmulas únicas para construir mejores instituciones. De hecho, es necesario admitir que no sabemos cuál es el camino para llegar a Dinamarca. Ni siquiera los propios daneses lo saben.

Sin embargo, esta crítica, o desafío, puede plantearse también a los institucionalistas: ¿Cómo se pueden construir mejores instituciones en el contexto colombiano? El profesor Sergio Clavijo, en su artículo "Mr. Robinson: ¿cómo es que se construyen mejores instituciones?"11, destaca que, aunque las teorías de Robinson son acertadas en sus diagnósticos, carecen de propuestas prácticas para la implementación de reformas en países como Colombia. En este contexto, la construcción de mejores instituciones requiere un enfoque pragmático que tome en cuenta las particularidades históricas, sociales y políticas del país. Es crucial fomentar una cultura de participación ciudadana activa y fortalecer la voluntad política para llevar a cabo reformas estructurales. Asimismo, es necesario diseñar estrategias adaptadas a las realidades locales, reconociendo que el desarrollo institucional es un proceso dinámico y continuo, sin soluciones universales.

En el artículo publicado en la Revista de Economía Institucional, Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson subrayaron la importancia de los ecosistemas hostiles para el asentamiento de los colonos europeos. Las raíces históricas de las desigualdades económicas entre países habrían dependido de las condiciones de salubridad de las regiones colonizadas. Donde la factibilidad de los asentamientos era difícil, dadas las condiciones de la época, los europeos establecieron modelos extractivos y no inclusivos, que continuaron después de los procesos de independencia, perpetuando estructuras rentísticas, monopólicas y desiguales. Los resultados son instituciones débiles, escasa protección frente al riesgo de expropiación y niveles más bajos de productividad e ingreso per cápita. Reconocer la influencia de la historia es crucial, pero también lo es actuar en el presente para construir un futuro más próspero. Al fin y al cabo, no somos únicamente el resultado de nuestra evolución histórica, sino de lo que podamos construir hoy para pensar en un mañana más próspero y menos desigual.12

En conclusión, aunque las teorías de Robinson proporcionan un marco valioso para entender los desafíos institucionales de Colombia, es fundamental complementarlas con enfoques prácticos y contextuales que orienten la construcción de instituciones más inclusivas y sólidas en el país.

II

COP16 EN CALI: RETOS Y LOGROS

La 16ª Conferencia de las Partes de la Convención sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas (COP16) se celebró en Cali, Colombia, del 21 de octubre al 1 de noviembre. En este encuentro, representantes de los 196 países miembros de la Convención se reunieron para revisar estrategias y evaluar los avances en la protección de la biodiversidad. La reunión se centró en el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal, aprobado en la COP15 de 2022. La situación de la biodiversidad es alarmante, ya que, según el Informe Planeta Vivo de WWF, América Latina y el Caribe han perdido más del 90 % de su población de mamíferos, aves, anfibios, reptiles y peces entre 1970 y 2018.

La COP16 comenzó con un panorama desalentador, ya que solo 19 de los 196 países participantes presentaron estrategias nacionales de biodiversidad y planes de acción al inicio del evento. Este comienzo desfavorable se agravó cuando la cumbre no logró completar las negociaciones sobre financiamiento y monitoreo de avances, al no contar con el quórum necesario para continuar con estas discusiones clave.

A pesar de estas noticias desalentadoras, la COP16 dejó logros significativos. Uno de los más importantes fue acercar a la ciudadanía a los temas de biodiversidad: la zona abierta al público, conocida como zona verde, recibió 900.000 visitantes y se realizaron 1.100 eventos académicos, culturales y artísticos. Además, se destacó el reconocimiento de la contribución de los afrodescendientes a la preservación de la biodiversidad y la aprobación de un órgano subsidiario permanente para pueblos indígenas, garantizándoles acceso directo y continuo a recursos económicos. También se avanzó en el reconocimiento de áreas marinas ecológicamente relevantes y se creó el "Fondo Cali", que busca una distribución más equitativa de los beneficios derivados de los recursos genéticos. Sin embargo, muchos de estos logros se enmarcan en compromisos voluntarios, lo que limita su efectividad. Aunque estos avances son valiosos, la falta de un marco obligatorio deja en evidencia que parte de lo alcanzado puede considerarse insuficiente ante el urgente desafío ambiental que enfrenta el planeta13.

III

ESTÁ PASANDO OTRA VEZ

Finalmente, se cumplió lo que muchos temían: Donald Trump ha vuelto a la presidencia de los Estados Unidos. La errática política del Partido Demócrata ha contribuido a la creación del fenómeno Trump. Según Francis Fukuyama, Trump utilizó su primer mandato, y no será diferente esta vez, para atacar las instituciones liberales: tribunales, el sistema judicial, administraciones federales independientes, medios de comunicación libres y demás mecanismos diseñados como contrapesos al poder ejecutivo.

Fukuyama sostiene que la deriva del liberalismo hacia el neoliberalismo desde la década de 1970, con el incremento brutal de la desigualdad y las crisis financieras devastadoras, es una de las causas principales del fenómeno que Michael Sandel denomina El descontento democrático14. Este diagnóstico es compartido por numerosos analistas, tanto conservadores como liberales, entre ellos Martha Nussbaum, Mark Lilla, Matthew Karp, Romaric Godin, Robert Kagan, Harold Meyerson, Anne Applebaum y Robert O. Paxton.

Los líderes demócratas hace mucho tiempo abandonaron los ideales que cimentaron su partido, como la igualdad, la libertad de expresión, el racionalismo científico y la defensa de los vulnerables. Está pasando lo que Julien Benda llamó La traición de los clérigos (1927), señalando cómo los intelectuales habían traicionado su misión ética al alinearse con ideologías nacionalistas y totalitarias durante el período de entreguerras. Ya sabemos el resultado. Como lo advierte Timothy Snyder15: sin la complicidad de profesionales- abogados, economistas, médicos o periodistas,-es imposible que los autócratas puedan subvertir el estado de derecho en pos de, por ejemplo, el "estado de opinión".

Anne Applebaum, en su análisis, señala que Trump utiliza un lenguaje deshumanizante similar al de los líderes de los regímenes totaliarios de los años treinta y cuarenta, describiendo a sus oponentes políticos como "matones de la izquierda radical" que "viven como alimañas" 16.

La victoria de Trump refleja una profunda crisis global de la democracia. En todo el mundo la ciudadanía prioriza cada vez más la seguridad sobre las libertades, repitiendo un patrón conocido donde, al final, desaparecen ambas. Culpar a la "ignorancia de los votantes", como hacen muchos liberales, es insuficiente; el desencanto con la democracia es responsabilidad de quienes debían protegerla. Los demócratas han perdido conexión con la clase trabajadora y sus preocupaciones reales, como el desempleo, la inflación y la educación, enfocándose, casi que exclusivamente, en cambio en temas de política identitaria. Esto ha erosionado su capacidad para construir proyectos comunes basados en valores compartidos, dejando un vacío que populistas como Trump, Meloni, Milei, Le Pen, Erdoğan y Orbán han sabido ocupar.

Como dice Martha C. Nussbaum, en Estados Unidos el miedo, la ira y la inseguridad, han llegado a dominar la política en tiempos recientes17. Es necesario que los demócratas busquen el difícil equilibrio entre el bien común y los derechos individuales. Los liberales están en la necesidad de volver a repensar el Estado y renunciar a la idea extrema de que el mismo es enemigo de las libertades individuales y del crecimiento económico, mantra del neoliberalismo y de los populistas de derecha. Los movimientos iliberales (Timothy Snyder) reducen la complejidad de la historia a una sola historia - como los comunistas-. Para los trumpistas o bolsonaristas basta con lo que diga el líder.

Historiadores como Timothy Snyder18 o Robert O. Paxton, después de haber estudiado cuidadosamente el fenómeno Trump, no tienen reparo en usar la palabra fascista.

Putin y Trump son, de hecho, fascistas. Y el uso que hacen de esta palabra, aunque busca generar confusión, nos recuerda una de las características esenciales del fascismo. Un fascista no se preocupa por la conexión entre las palabras y sus significados. No está al servicio del lenguaje; es el lenguaje el que está a su servicio. Cuando un fascista llama "facsista" a un liberal, el término empieza a funcionar de manera diferente: ya no actúa como portador de un significado, sino como un instrumento al servicio de una persona específica.

Según Snyder, el fascismo se caracteriza por manipular el lenguaje para confundir y servir a los intereses del líder. Paxton, experto en el estudio del fascismo, inicialmente evitó esta etiqueta, pero tras el asalto al Capitolio, cambió de postura19. Este evento cruzó una línea roja, asemejándose a manifestaciones fascistas históricas como el intento de golpe en París de 1934. Aunque Trump llegó al poder en un contexto económico estable, a diferencia de los casos de Hitler y Mussolini, su capacidad para capitalizar el descontento social y debilitar las instituciones democráticas representa una amenaza directa para la democracia.

El aire político que se respira hoy, con líderes como Trump, recuerda peligrosamente al de hace un siglo. Para evitar un desenlace catastrófico, sería prudente que la humanidad escuchara a Hans Vergerus, el personaje de la película El huevo de la serpiente , de Ingmar Bergman, ambientada en el Berlín de los años veinte: "Cualquiera puede ver el futuro, es como un huevo de serpiente. A través de la fina membrana se puede distinguir un reptil ya formado".

IV

CONTENIDO

  1. El malestar de los desocupados: una medición del efecto del desempleo individual y contextual sobre la satisfacción con la vida en México: este artículo examina el impacto del desempleo, tanto a nivel individual como contextual, en la satisfacción con la vida de las personas en México. A través de un análisis detallado de los efectos negativos que el desempleo tiene en el bienestar, los autores invitan a reflexionar sobre las dimensiones subjetivas de la economía, resaltando la importancia de políticas laborales inclusivas y sostenibles.
  2. Demografía, mercado de trabajo y el desafío pensional en el largo plazo: en un contexto de envejecimiento poblacional y cambio demográfico, este artículo profundiza en el impacto de estos fenómenos sobre el mercado de trabajo y los sistemas de pensiones, con un enfoque particular en el caso colombiano. Los autores ofrecen una perspectiva a largo plazo sobre los retos económicos que enfrenta el país y proponen alternativas para fortalecer la sostenibilidad del sistema pensional en un contexto de transformación demográfica.
  3. Tareas del cuidado y asistencia escolar en Colombia: el artículo explora cómo las tareas de cuidado no remuneradas afectan la asistencia escolar de niños y niñas en Colombia. Los autores analizan la distribución de estas tareas dentro de los hogares y su impacto en el acceso a la educación, destacando la importancia de reconocer y abordar las desigualdades de género en la economía del cuidado.
  4. Gobernanza fiscal y desigualdad regional en Colombia: este trabajo explora cómo las instituciones presupuestales y las relaciones de poder afectan el desempeño fiscal de las regiones en Colombia. A través de un análisis riguroso de las estructuras de gobernanza pública, la autora destaca las disparidades en el manejo fiscal regional y plantea recomendaciones para mejorar la eficiencia y transparencia en la administración de los recursos públicos.
  5. Determinantes del impacto institucional en la actividad económica. evidencia para 132 países: en este artículo, los autores presentan un análisis comparativo sobre cómo las instituciones influyen en la actividad económica en 132 países. Este estudio ofrece una perspectiva internacional sobre el papel crucial de las instituciones en el desarrollo económico, destacando los factores institucionales que impulsan o frenan el crecimiento y el bienestar en contextos variados.
  6. Subastas: diseño y estrategia: este artículo profundiza en el diseño y las estrategias de las subastas, explorando los elementos que determinan su éxito y eficacia en diferentes contextos económicos. A través de un análisis riguroso, la autora examina cómo las subastas pueden ser diseñadas para maximizar la eficiencia y generar valor, ofreciendo insights aplicables en sectores que utilizan este mecanismo para la asignación de recursos.
  7. Banca tradicional y banca responsable: un cambio de paradigma: los autores examinan el cambio de paradigma en el sector bancario, comparando la banca tradicional con un enfoque de banca responsable. Este análisis expone las transformaciones necesarias para que el sistema financiero promueva una mayor responsabilidad social, en un contexto donde los bancos desempeñan un papel clave en el desarrollo sostenible y en la satisfacción de las demandas sociales y ambientales.
  8. Inclusión financiera en el Perú: análisis de factores socioeconómicos, geográficos y tecnológicos: este estudio examina los determinantes de la inclusión financiera en Perú, abordando factores socioeconómicos, geográficos y tecnológicos que afectan el acceso a los servicios financieros. Los autores ofrecen una visión integral sobre los desafíos y oportunidades para mejorar la inclusión financiera, contribuyendo al desarrollo económico y social del país.
  9. Análisis de la afectación del precio spot de energía eléctrica en Colombia debido al retraso del proyecto hidroeléctrico Ituango: este trabajo aborda las repercusiones económicas del retraso en el proyecto hidroeléctrico Ituango sobre el precio spot de la energía eléctrica en Colombia. Los autores examinan cómo esta situación afecta el mercado energético y la estabilidad del sistema eléctrico nacional, aportando una perspectiva crítica sobre los impactos de los proyectos de infraestructura en los precios de los recursos energéticos.
  10. Los precios del suelo urbano, agregación de valor y derechos de propiedad: el autor analiza la relación entre los precios del suelo urbano, la agregación de valor y los derechos de propiedad, proporcionando una perspectiva profunda sobre cómo estos factores influyen en el desarrollo urbano y en la gestión de los recursos de suelo. Este artículo resulta relevante para entender las dinámicas de valorización y acceso a la propiedad en contextos urbanos.
  11. Values Matter: Patent Office, Innovation and the Social Contract: este artículo explora la relación entre las oficinas de patentes, la innovación y el contrato social, destacando la importancia de los valores en el proceso de protección de la propiedad intelectual. El autor analiza cómo las instituciones de patentes pueden influir en el desarrollo de la innovación responsable y en el cumplimiento de los objetivos sociales, posicionando el contrato social como un componente central en la economía del conocimiento.
  12. Frankenstein y el monstruo del contrato social desde la crítica feminista: desde una perspectiva feminista, la autora utiliza la metáfora de Frankenstein para examinar el concepto de contrato social y sus implicaciones en las relaciones de poder y género. Este ensayo crítico invita a reflexionar sobre la necesidad de redefinir el contrato social desde un enfoque inclusivo y equitativo, considerando las demandas de justicia social y la representación de las voces tradicionalmente marginadas.
  13. Generación Li. Un ensayo especulativo sobre el surgimiento del SARS-CoV-2 en China: este ensayo especulativo ofrece una mirada provocadora sobre el surgimiento del SARS-CoV-2 en China, explorando los factores socioeconómicos y políticos que podrían haber influido en el manejo de la pandemia. El autor propone una reflexión sobre los desafíos y dilemas que plantea una crisis de salud global en un contexto de alta interdependencia y complejidad geopolítica.
  14. Generación de energía eléctrica a partir de residuos sólidos urbanos (RSU) mediante el uso de tecnologías waste-to-energy (WtE), panorama global y perspectivas en Panamá: el artículo aborda el uso de tecnologías Waste-to-Energy para transformar Residuos Sólidos Urbanos en energía, reduciendo residuos, emisiones y generando electricidad. Destaca su potencial en Panamá, los beneficios ambientales y económicos, y la necesidad de marcos normativos adecuados.

NOTAS

1 https://www.nobelprize.org/prizes/economic-sciences/2024/press-release/
2 Cfr. Acemoglu, D., Johnson, S., y Robinson, J. A. (2005). Los orígenes coloniales del desarrollo comparativo: una investigación empírica. Revista de Economía Institucional, 7(13), 5-45.
3 Cfr. https://elpais.com/america-colombia/2024-10-20/las-criticas-del-nobel-james-robinson-al-poder-en-colombia.html
4 Cfr. Robinson, J. A. (2016). La miseria en Colombia. Revista Desarrollo y Sociedad, 1(76), 9-88. https://doi.org/10.13043/dys.76.1
5 Cfr. Acemoglu, D., Robinson, J. A., & Santos, R. J. (2009). The monopoly of violence: Evidence from Colombia (NBER Working Paper No. 15578). National Bureau of Economic Research. https://doi.org/10.3386/w15578
6 Se exceptúa una columna de Armando Montenegro (2009, diciembre 12). La parapolítica desde Yale y Harvard (https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/armando-montenegro/la-parapolitica-desde-yale-y-harvard-column-177030/) y otra de Rudolf Hommes, (2009, julio 20), La democracia y el monopolio de la violencia (https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-5656807)
7 Cfr. Robinson, J. A. (2013). Colombia: Another 100 years of solitude? Current History. Recuperado de https://scholar.harvard.edu/files/jrobinson/files/robinson-current_history.pdf
8 Cfr. Acemoglu, D., & Robinson, J. A. (2012). Por qué fracasan los países: Los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza (1.ª ed.). Deusto.
9 Acemoglu, D., & Robinson, J. A. (2019). El pasillo estrecho: Estados, sociedades y cómo alcanzar la libertad. Deusto.
10 Pritchett, L., & Woolcock, M. (2004). Solutions When the Solution is the Problem: Arraying the Disarray in Development. World Development, 32(2), 191-212. https://doi.org/10.1016/j.worlddev.2003.08.009
11 Clavijo, S. (2024, noviembre 5). Mr. Robinson: ¿Cómo es que se construyen mejores instituciones? La República. https://www.larepublica.co/analisis/sergio-clavijo-500041/mr-robinson-como-es-que-se-construyen-mejores-instituciones-3990630
12 Para un análisis de este trabajo académico, ver Herrera Saavedra, J. P. (2024, noviembre 8). Instituciones y desarrollo económico. La República. Recuperado de https://www.larepublica.co/analisis/juan-pablo-herrera-saavedra-401993/instituciones-y-desarrollo-economico-3994182
13 La REI 52 agradece el apoyo de María Camila Castrillón Gutiérrez en la redacción del numeral II de la editorial. Correo: mc.castrillon@javeriana.edu.co
14 Sandel, M. J. (1996). Democracy's discontent: America in search of a public philosophy. Harvard University Press.
15 Cfr. Snyder, T. (2017). Sobre la tiranía: Veinte lecciones que aprender del siglo XX. Galaxia Gutenberg (lección V)
16 Cfr. Applebaum, A. (2024). Trump is speaking like Hitler, Stalin, and Mussolini. The Atlantic. https://www.theatlantic.com y Kagan, R. (2016, May 18). This is how fascism comes to America. The Washington Post. https://www.washingtonpost.com
17 Cfr. Nussbaum, M. C. (2019). La monarquía del miedo: Una mirada filosófica a la crisis política actual. Paidós Ibérica.
18 Snyder, T. (2024, noviembre 8). What does it mean that Donald Trump is a fascist? The New Yorker. Recuperado de https://www.newyorker.com/magazine/dispatches/what-does-it-mean-that-donald-trump-is-a-fascist
19 Cfr. Paxton, R. O. (2021, January 11). I've Hesitated to Call Donald Trump a Fascist. Until Now. Newsweek. https://www.newsweek.com/robert-paxton-trump-fascist-1560652