EDITORIAL


Los artículos que publicamos en este número de la Revista de Economía Institucional se dividen en dos grupos. El primero, a cargo de autores extranjeros, analiza el tipo de regulación financiera utilizado en los últimos años y los cambios en la distribución geográfica de la industria mundial debidos al proceso de globalización comercial. El segundo, de autores colombianos, cubre una amplia gama de temas con diversos enfoques: una síntesis de las ideas sobre el crecimiento y el desarrollo del economista colombo-canadiense Lauchlin Currie y un estudio de las finanzas de Panamá a finales del siglo XIX y de las causas de su separación. A estos trabajos de índole conceptual e histórica se suman tres escritos sobre aspectos sociales y económicos del país: un análisis de los efectos del secuestro sobre la estructura organizativa de las FARC, el grupo guerrillero más antiguo del continente: un trabajo empírico sobre el consumo cultural en la ciudad de Cali, y una revisión de los códigos de conducta de las principales empresas petroleras que operan en Colombia. El artículo final hace una comparación entre la economía política marxista y la economía ecológica.

El artículo de Andrew G. Haldane y Vasileios Madouros, de la Dirección de Estabilidad Financiera del Banco de Inglaterra, muestra que la regulación financiera que se ha desarrollado en las últimas décadas, cada día más compleja y voluminosa, no es la mejor respuesta a la complejidad creciente del sistema financiero. Con una ironía familiar en el medio ilustrado inglés, poco usual entre los economistas de otros países, los autores utilizan la metáfora del perro que atrapa un frisbee antes de que caiga al suelo. Con ella desean mostrar la necesidad de usar reglas prácticas simples o "heurísticas" para tomar decisiones y "atrapar" las crisis financieras antes de que lleven al colapso del sistema. Mediante una serie de ejemplos evalúan el desempeño relativo de reglas simples y reglas complejas en el sistema financiero y muestran que indicadores corrientes y sencillos, como la relación de apalancamiento y las medidas de capital basadas en el mercado, superan a las medidas más complejas ponderadas por el riesgo y a los modelos de múltiples indicadores en su capacidad para predecir quiebras bancarias.

El artículo de Pierre Salama muestra que la globalización del comercio mundial modificó el mapa de la industria mundial y las relaciones entre los países del Norte y del Sur. Algunos países del Sur están en capacidad de imponer sus propias reglas de juego. Los países latinoamericanos no tienen esa capacidad y por ahora se benefician con la exportación de materias primas de poco valor agregado gracias al alto crecimiento de algunos países asiáticos, pero sus economías experimentan un proceso de desindustrialización. El autor señala que, en estas nuevas condiciones, algunas teorías y herramientas analíticas se han vuelto obsoletas o erróneas, como el enfoque centro-periferia de la Cepal.

El artículo de Álvaro Montenegro sintetiza las principales ideas sobre la relación entre desarrollo y crecimiento económico de Lauchlin Currie, para quien el crecimiento es una condición necesaria pero no equiparable al desarrollo. Currie no compartía la explicación tradicional del crecimiento como un resultado del aumento de los factores de producción y propuso una relación de causalidad opuesta: el crecimiento económico lleva a la expansión de dichos factores. A su juicio, el crecimiento induce la tasa de inversión necesaria para sostenerlo y el empleo, más que una causa, es un mecanismo para distribuir los frutos del crecimiento. En opinión del profesor Montenegro, Lauchlin Currie encontró las causas del crecimiento en la naturaleza humana y en la interacción social; esta interacción provoca deseos ilimitados y esos deseos impulsan a trabajar más, a reducir costos, a crear nuevos productos y abrir otros mercados. Las políticas que favorecen el crecimiento económico son entonces las que promueven la iniciativa individual y la expansión de los mercados, mantienen un mínimo de ley y orden, y facilitan la movilidad de los trabajadores y los recursos productivos. No así aquellas que conceden privilegios a los particulares y favorecen la apropiación ilegal de ingresos.

El trabajo de Salomón Kalmanovitz es fruto de su prolongado esfuerzo por reconstruir las series históricas de la economía colombiana desde el siglo XVIII, algunos de cuyos resultados han sido publicados en esta Revista. En esta ocasión intenta desenmarañar el laberinto de las cuentas fiscales de Panamá durante el siglo XIX con base en cifras de los presupuestos del entonces Estado Soberano de Panamá y con el auxilio de datos demográficos y geográficos. Además, pasa revista a algunos episodios de la historia panameña y muestra que el sistema federal anterior a la Constitución de 1886 era aceptable para la élite política y económica de esa región, en aquellos días parte de Colombia. Pero sus intereses económicos, sociales e incluso religiosos fueron profundamente vulnerados por el régimen centralista de La Regeneración. Así, la separación de Colombia no obedeció tanto a la intervención imperial de Estados Unidos como a la injusta distribución de la renta del ferrocarril, al fracaso del Estado central para llevar a cabo la construcción del canal interoceánico, a la Guerra de los Mil Días y a la negativa del Senado a ratificar el tratado Herrán-Hay.

El artículo de María del Pilar Castillo y Giácomo Balbinotto muestra que el secuestro de personajes políticos, con la larga duración de su cautiverio, provocó un conflicto de intereses entre el Comando Central y los mandos medios de las FARC. Estos trocaron su papel por el de carceleros, en medio de duras condiciones y persecuciones del ejército colombiano, que a diario ponían en riesgo sus vidas y los llevaron a contemplar la posibilidad de negociar con el gobierno. Además, establecieron relaciones directas con los cautivos que revelaron información oculta y exacerbaron las dificultades de la comandancia para controlar su comportamiento. La actitud del gobierno de no negociar y crear programas de desmovilización y reintegración agravó ese conflicto y mostró que el secuestro era una estrategia inadecuada.

El artículo de Luisa Fernanda Bernat, Jhon James Mora y Blanca Zuluaga calcula la elasticidad ingreso de la demanda de bienes y servicios culturales en la ciudad de Cali con datos de la Encuesta de Ingresos y Gastos de 2006-2007. Los resultados indican que el gasto en cultura es muy inferior al gasto en alimentos y vivienda, y que una alta proporción de dicho gasto se destina al consumo de "audiovisuales", categoría que incluye la entrada a cine. La elasticidad ingreso no permite decir nítidamente que los bienes y servicios culturales constituyen son de lujo en la ciudad de Cali.

El artículo de Yuri Gorbanef, Elsa Margarita Uribe G. y Guillermo Hoyos describe y clasifica los códigos de conducta de las empresas petroleras colombianas atendiendo a parámetros de responsabilidad y comportamiento ético.

El último artículo, de Julián Sabogal describe las diferencias y similitudes entre la economía marxista y la economía ecológica. Muestra que difieren en su tema de estudio, en su objetivo y en sus métodos, pero encuentra puntos de convergencia y señala la necesidad del enriquecimiento mutuo.

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En la sección de Clásicos incluimos la significativa conferencia del ex presidente Carlos Lleras Restrepo en la apertura del Segundo Seminario sobre Actualización del Derecho Agrario y Reforma Agraria, en abril de 1989. El espíritu que la animó se resume en sus propias palabras, que describen con exactitud las tareas pendientes para el siglo XXI:

    Hoy más que nunca creo que la reforma es indispensable, creo que para lograr la paz en el país hay que aplicar un espíritu de justicia, sin olvidar que el papel de los funcionarios públicos y de los partidos es encontrar los medios para que la sociedad colombiana sea una sociedad cada vez más igualitaria, de modo que debemos aceptar que en muchas zonas y sectores del país es necesario redistribuir el poder económico, político y social. La distribución del poder que hoy existe no es justa, hay que decirlo y hay que repetirlo, no sólo porque es una tarea que debe asumir mi partido, sino porque todos los colombianos tienen que estarse dando cuenta de que una mala distribución del poder económico, político y social tiene pésimas consecuencias: la violencia, el caciquismo político, la brecha de exasperación explosiva entre unos sectores reducidos de la población y la gran masa pobre, el descontento con el género de vida que están soportando las gentes, ese género de vida que debemos transformar en forma radical.

En la sección de Notas y discusiones publicamos dos trabajos sobre El café y la sociedad colombiana, de Luis Eduardo Nieto Arteta: el primero, de Eduardo Posada Carbó, y el segundo, de Gonzalo Cataño, de la Universidad Externado de Colombia, que hace parte de su disertación doctoral sobre el advenimiento de la modernidad en Colombia. Los dos textos se complementan. El de Posada discute el papel del café en el proceso de democratización y el de Cataño describe las condiciones en que se escribió el influyente ensayo del malogrado Nieto Arteta. Presentamos, además, tres breves ensayos de Gabriel Zaid, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y autor de un libro de economía, El progreso improductivo, sobre el uso y el abuso de las citas en la tradición literaria y en el mundo académico contemporáneo. Sus páginas dejan entrever la artificiosa competencia de las revistas académicas por figurar en los índices de citación como muestra de calidad o de vigor de una comunidad académica, que en ese afán deja el veredicto sobre su jerarquía a la lenidad del procesamiento algorítmico de datos cuantificables ajenos a la calidad de los trabajos y no al juicio informado de los lectores. Citamos, en forma extensa y quizá impropia, algunas frases de Zaid para despertar el interés de nuestros lectores y animar la discusión sobre el desaforado uso de citas como indicador de calidad de los escritos académicos.

Los libros y artículos publicados en Nueva York citan sobre todo libros y artículos publicados en Nueva York. Hay algo natural en que las metrópolis

    sean provincianas: el desarrollo de una conversación creadora, la animación que le da vida, tiene como centro una discusión local. Por el contrario, un signo claro de subdesarrollo son las publicaciones que no citan autores locales, para no verse provincianas.

    Los avances milagrosos y los refritos mediocres se miden por lo que tienen en común: el número de citas que generan. Lo cual ha desencadenado una multitud de trucos para inflarlas

    Las mediciones... del Citation Index, de ejemplares vendidos, han distraído la atención en direcciones poco favorables a la calidad.

    Producir ha sido siempre un milagro... Cada milagro tiene su propio mundo... Se puede comparar la revelación que produce un giro literario, por el simple hecho de unir dos palabras por primera vez, con el milagro que produce un giro repentino de la mano artesanal inspirada... Pero hay comparaciones peligrosas. Las metafóricas enriquecen las cosas comparadas. En cambio, las comparaciones numéricas las empobrecen: las reducen a una tercera, inferior a las comparadas. ¿Cómo reducir los milagros a unidades medibles, acumulables?

    Medir la producción es deseable en muchas circunstancias, siempre y cuando la medición no interfiera con la producción de milagros o, peor aún: la sustituya.

Por último, publicamos una reseña de Julián Arévalo y Gabriel Anga-rita, del Externado de Colombia, sobre el libro Decentralization and Subnational Politics in Latin America, de Tulia Falleti, profesora de la Universidad de Pensilvania, publicado por Cambridge University Press.