EDITORIAL
Los resultados de las consultas populares en el Reino Unido, Colombia y Estados Unidos tomaron por sorpresa a los expertos, a las firmas encuestadoras y a los comentaristas bien pensantes de todo el mundo. Igual que la crisis financiera de 2008, así como años antes el colapso de la Unión Soviética y la caída del Muro de Berlín. Con raras excepciones, como Los Angeles Times, cuyas encuestas predijeron sistemáticamente el triunfo de Donald Trump. Valdría la pena reflexionar por qué fueron más acertadas las intuiciones de personas legas, como el cineasta Michael Moore y los taxistas de Bogotá.Los resultados de esas tres consultas, que durante algún tiempo se mencionarán en forma simultánea, han puesto en cuestión lacapacidad predictiva de los especialistas y dejado en evidencia sualejamiento del sentir de vastos sectores del electorado. Encerrados en las torres de marfil de sus oficios y ocupaciones de alto rango, aún no salen de sus burbujas complacientes y profieren explicaciones que denigran de la capacidad intelectual y la competencia de los votantes.Con razón o sin ella.
Sea como fuere, estos resultados son un signo de los tiempos por venir, una manifestación de emociones y actitudes -no de simples cambios de opinión transitorios- que se vienen incubando y difundiendo desde hace ya varios años y suelen ser aprovechadas por gruposextremos e inescrupulosos que, ante la fragmentación social, inventanchivos expiatorios e inician o avivan cruzadas vindicativas para lograr propósitos privados, siempre en nombre del pueblo.
I
Este número de la Revista de Economía Institucional comienza con un informe sobre la paz en Colombia elaborado por Vanda Felbab-Brownpara el Center for 21st Century Security and Intelligence, en el que examina los costos políticos que enfrentarán los diversos estamentos de la sociedad colombiana, compara el largo y difícil proceso de cumplir los acuerdos con experiencias similares en otros países y hace algunas recomendaciones esenciales, entre ellas la búsqueda de una profunda transformación social que siente las bases de una paz perdurable, una reforma tributaria más progresiva de la que ha propuesto el gobierno y concentrar los recursos y los esfuerzos de construcción de Estado en zonas estratégicas de alto efecto demostración. Al gobiernoestadounidense le recomienda ser prudente y paciente en los plazos para erradicar los cultivos de drogas ilegales, los cuales perdurarán inevitablemente mientras que los cultivadores no tengan mediosde vida alternativos y fuentes de ingresos eficaces, como sucedió en Tailandia, el único país que ha podido erradicarlos proporcionando otras fuentes de ingreso en un proceso de experimentación que duró más de tres décadas.
Luego se presentan seis artículos sobre teoría e historia del pensamiento económico.
Los modelos dsge son un componente esencial en el análisismacroeconómico contemporáneo de la corriente principal. Olivier Blanchard se refiere al futuro de estos modelos. Muestra sus enormes defectos y sugiere maneras de resolverlos, entre ellas recurrir a un campo más amplio de conocimientos económicos y aceptar el pluralismo en la modelación de fenómenos económicos. Sergio Cesaratto sugiere una manera de integrar la teoría keynesiana del multiplicador a la teoría del circuito monetario que remedie la separación aún existente entre financiación inicial de la producción y financiación de la demanda final. José M. Lasierra muestra la complementariedad entre la concepción austriaca, que destaca el papel del individuo, y la concepción institucionalista, que resalta el papel de las instituciones,centrando su análisis en las instituciones laborales modernas.
Mario García reconstruye las concepciones de probabilidad en la historia del pensamiento económico, desde Pascal y Fermat hasta Keynes. A lo largo de esa reconstrucción elabora las definiciones de incertidumbre correspondientes a cada concepción de la probabilidad.Sagar Hernández analiza los aportes de los economistas y sociólogos neoinstitucionalistas y argumenta que, a pesar de sus diferencias de énfasis, constituyen un fructífero programa de investigación. Noemí Pulido, Luis Palma y Luis F. Aguado revisan el desarrollo histórico dela visión económica de los derechos de autor, y el surgimiento recientede la economía de la copia como campo especializado.
Los artículos siguientes tratan temas de historia y economía colombiana y latinoamericana. José J. Pinto y James V. Torres examinan la distribución de los enfrentamientos bélicos en la Guerra de Independencia de la Nueva Granada y muestran las diversas formas de financiamiento, tanto por parte de las fuerzas independentistas como por parte del ejército realista, las cuales después incidirían en el sistema tributario de la República. Álvaro Montenegro y Lina M. Ramírez comparan el costo de las canastas de consumo de los adultosmayores con el de la canasta de consumo de la población en Colombia.Los resultados indican que en el periodo 2008-2015 los ingresos de la población de mayor edad han perdido poder adquisitivo una vez se ajustan por la inflación. Mario A. Pinzón analiza los intentos de mejorar la regulación en Colombia con base en algunos conceptos de la nueva economía institucional, en particular el de la legitimidad de la acción del Estado y la eficacia para resolver fallas de mercado y problemas de equidad.
Un grupo de investigadores asociados a la Universidad de Talca analiza la evolución de la productividad total de los factores en el sectormanufacturero chileno. Sus resultados indican que esta disminuyó en el periodo 1998-2010, debido a rezagos en el cambio técnico. Por su parte, Mario H. Hernández estudia los orígenes y la supervivencia del rentismo en la economía mexicana, al que atribuye gran parte de la responsabilidad por el atraso económico y las disparidades sociales en ese país.
II
En la sección de Clásicos incluimos la introducción de Salvador Camacho Roldán a la edición de la novela Manuela, de EugenioDíaz publicada en París por Garnier Hermanos en 1889. En ella se combina una crítica literaria de la obra con una reflexión histórica sobre su contexto: las grandes reformas de mediados de siglo xix, quede alguna manera marcan el fin de las instituciones heredadas del periodo colonial en la entonces Nueva Granada. Una interpretación reciente del legado de Camacho Roldán es el prólogo de Jesús Antonio Bejarano a la selección de sus Escritos sobre economía y política(1976), que también publicamos en esa sección.
En la sección de Notas y discusiones incluimos dos escritos sobre los efectos políticos de la crisis financiera mundial y la ausencia de medidas creíbles y efectivas para remediarla. Dani Rodrik sostiene que hay una revuelta popular contra la forma actual de globalización,que desgarró a las sociedades de todo el planeta. Considera sorpresivoque la reacción política favorezca el ascenso del populismo de derecha, y atribuye buena parte de la responsabilidad a los tecnócratas y economistas de izquierda, que abdicaron ante el fundamentalismo de mercado y han sido incapaces de elaborar un programa para remodelar el capitalismo y la globalización a escala global; aunque detecta signos de optimismo porque los políticos progresistas ahora tienen a su disposición un arsenal alterno de medidas que sugieren economistas muy respetables.
Brad DeLong cuestiona algunos de los argumentos de Rodrik, en particular la idea de que la reacción a los sufrimientos económicos suele favorecer a los movimientos de izquierda, y aclara que favorece a los que se oponen al establecimiento, como sucedió -en reacción a la Gran Depresión- en Inglaterra donde el laborismo cayó en 1931,en Estados Unidos donde los republicanos cayeron en 1932, y en Alemania, donde ascendió al poder un personaje muy semejante a Donald Trump. Algo similar ocurrió en Francia después de la Revolución de 1848. Se lamenta por haber impulsado la globalización y la desregulación financiera y reconoce que las cosas se hicieronhorriblemente mal. No comparte el optimismo de Dani Rodrik, pero termina coincidiendo con él en que se necesitan políticas que reduzcanlas divisiones sociales y señala que reformas como las que salvaron al capitalismo con la creación del Estado de bienestar no son superfluas sino más necesarias que nunca.
El escrito del historiador Mauricio Archila sobre el paro cívico nacional de 1977 en Colombia hace una interpretación diferente de la que expuso Miguel Urrutia, el ministro de Minas y Energía de ese entonces, en un artículo incluido en la misma sección del número anterior.
Las dos notas siguientes, escritas por otros dos respetados historiadores colombianos, se refieren al proceso de paz en Colombia. La primera es un resumen, no oficioso ni tendencioso, del Acuerdo de Pazentre el gobierno colombiano y las farc -cuyas 297 páginas son más del doble de la ya extensa Constitución Política de 1991-, elaborado por Jorge Orlando Melo días antes del plebiscito que lo reprobó. La segunda es un comentario de Marco Palacios, publicado en Letras Libres, la célebre revista mexicana, pocos días después de celebrado el plebiscito, donde hace una crítica severa a la clase política del país que, en su opinión, ha manipulado los asuntos de la guerra y la paz en función de intereses electorales durante los últimos treinta años.
III
En la última sección incluimos tres reseñas. Michael Hudson comenta el libro Bienvenido al cáliz envenenado. La destrucción de Grecia y el futuro de Europa, de James K. Galbraith, un conjunto de escritos,entrevistas y discursos sobre Grecia desde 2010 hasta mediados de 2015, publicado por Yale University Press. Un libro que muestra el desdén del Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la burocracia de la Unión Europea, es decir, de funcionarios no elegidos, por la democracia parlamentaria, y los graves resultados de las políticas de austeridad, que han dado lugar a un incipiente movimiento europeo por el respeto de las decisiones democráticas que se toman en cada país.
Salomón Kalmanovitz comenta el libro La banca central colombiana en una década de expansión, 2003-2013, de José A. Ocampo, Jonathan Malagón y Juan S.Betancur, publicado por la Universidad Externadode Colombia. Autores que hacen un balance de la política monetaria en un periodo de expansión económica y revaluación de la moneda y sugieren que el banco central habría podido adoptar una política cambiaria más activa para evitar la revaluación. El profesor Kalmanovitz señala que los autores usan con virtuosismo las técnicas econométricaspara probar sus hipótesis, pero omiten variables fundamentales que afectan la tasa de cambio, como el alto endeudamiento del gobierno.
Bernardo Pérez Salazar comenta el libro Las ideas en la guerra, de Jorge Giraldo Ramírez, publicado por Penguin Random House, quiencritica a los intelectuales colombianos por su falta de firmeza en el rechazo del uso de la violencia como instrumento de lucha política, y destaca el papel de los pocos que lo criticaron en forma consistente y sistemática. Una falta de firmeza que hizo creer a los grupos insurgentes que en algún momento de crisis la balanza se inclinaría a su favor.
IV
Esta nota editorial concluye con una invitación a escuchar Every grain of sand, una de las más bellas canciones de Bob Dylan, premio Nobel de literatura de 2016.