DOI: https://doi.org/10.18601/01245996.v20n38.01
EDITORIAL
En 2002, el Banco de Suecia concedió el premio en memoria de Alfred Nobel a Daniel Kahneman por integrar aspectos de la investigación psicológica en la ciencia económica y en 2017 se lo concedió a Richard Thaler por su contribución al desarrollo de la economía del comportamiento. No obstante estos reconocimientos que anunciarían nuevos enfoques en teoría económica, la economía neoclásica convencional sigue ocupándose de individuos ideales con capacidades cognitivas y de cálculo instantáneas e ilimitadas. Jamás prestó seria atención a las contribuciones de autores anteriores como Thorstein Veblen, John Maurice Clark y Herbert Simon que pretendían fundar la economía sobre bases psicológicas más sólidas y ponerla a tono con el estado del conocimiento en otras ciencias sociales.
Este número de la Revista se inicia con el discurso presidencial de Richard Thaler en la reunión anual de la American Economic Association de 2016. Allí revisa los antecedentes históricos de la economía del comportamiento y describe la resistencia de los economistas neoclásicos ante los descubrimientos de la psicología. Analiza el estado actual de esta nueva rama de la economía y propone un programa de investigación para consolidarla. Como estudioso de los fenómenos reales sabe que las concepciones y visiones teóricas se deben modificar cuando no se ajustan a los hechos que se observan a medida que cambian las sociedades. Invita entonces a estudiar el comportamiento de seres humanos reales en vez de los entes ideales que él denomina "econos" para no hacer mala economía.
El segundo grupo de artículos se refiere a temas de carácter teórico. Ernesto Cárdenas y Federico Corredor examinan la reelección presidencial en América Latina desde una perspectiva de agente-principal considerando la experiencia de los últimos lustros, en particular el papel del juez constitucional como mecanismo de rendición de cuentas de la presidencia. Encuentran que la eficacia de la reelección inmediata depende de las rentas futuras esperadas por el presidente y del grado de independencia del juez constitucional, y que en América Latina el poder tiende a concentrarse en el Ejecutivo debido a las altas rentas provenientes de su permanencia en el poder. Por su parte, el artículo de Gonzalo Ruiz expone las condiciones necesarias para que el funcionamiento de los mercados en países en desarrollo cumpla el ideal de soberanía del consumidor que propuso William Hutt, es decir, que la producción responda a sus preferencias y los mercados satisfagan sus necesidades básicas y contribuyan al desarrollo de sus capacidades. En materia de políticas, el Estado debe regular la competencia, asegurar la justicia en el consumo y proteger los derechos de los consumidores para que tengan real libertad de elegir.
El artículo de Fahd Boundi examina la teoría monetaria de Marx, basada a su vez en su teoría del valor. Este enfoque, que se opone a la teoría cuantitativa del dinero y concibe la creación de dinero como un fenómeno endógeno, fue propuesto por la escuela bancaria británica animada por la obra de Thomas Tooke. El artículo intenta mostrar que la teoría monetaria de Marx no es una concepción arcaica irrelevante para la economía monetaria de producción contemporánea sino que enriquece las corrientes de pensamiento que sostienen que el dinero es creado por el crédito bancario y no de manera exógena. Esta interpretación de la teoría marxista muestra que la inflación no es un fenómeno puramente monetario, y da luces sobre la relación entre nivel de precios y cantidad de dinero en circulación.
El trabajo de Mario García y Liliana Chicaíza ofrece una explicación del fracaso de los expertos para predecir los resultados de las consultas populares sobre el acuerdo de paz en Colombia, la elección presidencial de Estados Unidos y la permanencia o retiro del Reino Unido de la Unión Europea. Los autores muestran que las predicciones se suelen basar en una imagen teórica de cálculo racional que proyecta el pasado hacia el futuro, la cual choca con la realidad. Esa perspectiva desconoce la existencia de la incertidumbre y omite factores emocionales y de carácter cultural como los que intervinieron en las campañas de esas tres consultas. Argumentan que la economía debe superar esa visión racionalista e incluir tales factores "irracionales" en sus análisis de la toma de decisiones económicas y políticas; además de dialogar con mayor humildad con las disciplinas sociales que ya han emprendido ese camino.
Los trabajos siguientes se refieren a temas de la economía colombiana. El de Miguel Sarmiento y otros autores es un estudio pionero en el uso de los modelos no paramétricos para evaluar el impacto de las fusiones y las adquisiciones de firmas bancarias en la eficiencia de la banca nacional entre 2000 y 2009 bajo el enfoque de la intermediación financiera. Sus resultados indican que las fusiones y adquisiciones han mejorado los niveles de eficiencia, a pesar de la caída inducida por la crisis financiera global. El de Jesús Botero y José García responde a un desafío de la macroeconomía en economías emergentes: identificar nuevos sectores productivos con altos efectos multiplicadores. Analiza los efectos sobre el bienestar de la población de mejores programas de inversión en educación e infraestructura mediante asociaciones público-privadas y la emisión de bonos para apalancar megaproyectos. Encuentra que esos efectos son mayores cuando el gasto público se focaliza en sectores innovadores que introducen mejoras tecnológicas y proporcionan mayor empleo. El de Jaime Tenjo y Carlos Jaimes analiza la relación entre educación e ingresos rurales para mejorar el diseño de políticas que disminuyan la pobreza y mejoren la equidad en la distribución del ingreso. Como preveían, los autores encuentran una alta segmentación por género y unos retornos de la educación más bajos en las actividades agrícolas que en las demás actividades del sector. Sugieren, entonces, proporcionar a la agricultura los factores complementarios necesarios para elevar su productividad y mejorar las condiciones de vida en las zonas rurales.
El último grupo de artículos trata temas de economía latinoamericana. El trabajo de Ramiro Esqueda analiza la conglomeración espacial del desarrollo en el estado de Tamaulipas, un estado clave en el comercio exterior mexicano. El autor analiza los cambios en la distribución espacial del desarrollo municipal entre 1995 y 2010, y muestra que el desarrollo económico ha favorecido a los municipios del centro. Propone aumentar y mejorar la inversión pública en infraestructura y servicios públicos básicos en las zonas rezagadas que tienen potencial para convertirse en polos de crecimiento. El artículo de Humberto Charles, Aldo Torres y David Castro explora la relación entre capital social y mercado laboral en México a fin de determinar el papel de las redes sociales en la consecución de empleo. Sus resultados confirman que una red de amigos amplia reduce visiblemente la probabilidad de estar desempleado, mientras que las redes familiares y sociales electrónicas no la disminuyen. El artículo final, de Manuel Zambrano y otros autores, explora la relación entre crecimiento económico y calidad ambiental en Panamá en el periodo 1971-2011 mediante un modelo multivariado que incluye el nivel de emisiones de CO2 y el PIB y, a diferencia de estudios anteriores, incluye el consumo de energía. Sus resultados constatan la existencia de una curva ambiental de Kuznets, la cual indica que la economía panameña está en la ruta del desarrollo sostenible.
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Karl Polanyi (1886-1964), nacido en Viena de padre húngaro y madre rusa, es muy conocido por su obra La gran transformación. Pocos saben que fue codirector de Der Öesterreichische Volkswirts (El Economista Austriaco), una de las revistas más importantes de Europa central, que no solo se ocupaba de asuntos económicos y financieros, sino también de política internacional, y de ciencia y tecnología. La revista se convertiría en periódico, del que Polanyi siguió siendo columnista, después de emigrar a Londres a causa del ascenso del fascismo en Alemania.
En la sección de Clásicos presentamos un ensayo suyo sobre la crisis económica de 1929, publicado en El Economista Austriaco en 1933. El texto se aparta de los análisis económicos convencionales y muestra que la crisis, que se inició en 1929 y se prolongó hasta 1933, fue la manifestación de tensiones más profundas y generales originadas por la Primera Guerra Mundial, que no pudo corregir la autorregulación de los mercados debido a las configuraciones políticas y sociales que dieron lugar a la guerra.
En la sección final de Reseñas presentamos la aguda recensión de Boris Salazar del libro Sentimientos y racionalidad en economía, de Jorge Iván González, publicado por la Universidad Externado de Colombia a finales de 2016.