* DOI: https://doi.org/10.18601/16577558.n32.02

Introducción: (Re)pensando las relaciones internacionales: una agenda de investigación*

Los momentos críticos pueden ser considerados como problemas o como ventanas de oportunidad para avanzar. En el campo de las relaciones internacionales nos encontramos en una coyuntura crítica. Nuestro objeto de estudio, "lo internacional" atraviesa profundos cambios estructurales con grandes implicancias históricas. La declinación de la hegemonía estadounidense, las guerras tecnológicas, la denominada revolución 4.0, el cuestionamiento a las élites en muchos países a escala global, con su desafío a la democracia y el retorno de tendencias xenófobas y de preferencias por el soberanismo económico; la profundización de problemas geopolíticos (desde los más tradicionales relacionados con el territorio y el petróleo, a otros más recientes como la biotecnología o los ataques informáticos). Y, claro está, la pandemia que generó el Covid-19, y sus extendidos efectos globales, generarán un reseteo en la forma como estudiamos y entendemos las dinámicas en el ámbito global, tanto los conflictos como la revalorización de la cooperación que Inis Claude denominó Uniones Públicas Internacionales, entre las cuales, la Organización Mundial de la Salud acapara muestra atención al momento de escribir estas líneas.

Además de la coyuntura que nos sacude, el 2019 marcó los primeros 100 años oficiales de las relaciones internacionales como un campo de estudio especializado. En este contexto, se presentaron múltiples escenarios de discusión y encuentro de estudiosos y estudiosas de los diversos temas no solo para conocer qué estamos estudiando y cómo, sino para manifestar inquietudes, dudas y explorar caminos de renovación a partir del análisis sobre el inventario de nuestras tematizaciones. Nuestro campo se lanzó a un ejercicio intenso de autorreflexión y cuestionamiento.

Ante esto, en octubre de 2019, la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales convocó a un taller de alto nivel. En un espacio de dos días, académicos se dieron cita en la ciudad de Barranquilla, Colombia, para discutir sus reflexiones sobre la investigación. Producto de esas discusiones, se pensó que, para promover y extender la autorreflexión, y convocar a la comunidad en su conjunto, se estructurara el dossier temático que el lector tiene en sus manos, titulado "Enseñanza e investigación en relaciones internacionales".

Así las cosas, los artículos que fueron seleccionados para este dossier tienen su origen en el entendimiento que nuestro campo adquirió la madurez para convocar a un ampliado ejercicio de autorreflexión. Algunos de los artículos tienen como autores a académicos que formaron parte de las discusiones en Barranquilla, mientras que otros son contribuciones posteriores para enriquecer las posiciones y ampliar los puntos de vista.

En esta introducción, la presentación del orden de los artículos se hará en función de la enumeración de algunas reflexiones que, producto del Taller, pero también como resultado de las tendencias actuales en los estudios internacionales que los editores invitados consideran, como aquellos criterios que serán centrales en las formas como se (re)pensarán las relaciones internacionales en los próximos años. En consecuencia, tanto desafíos como debates abiertos que impactarán a la enseñanza y a la investigación. Escuchar, escucharnos, no solo es un objetivo, sino la forma de aproximarse al conocimiento situado. Este abordaje contribuye a una mayor reflexividad de nuestro propio campo de conocimiento, un paso necesario para enfrentar y desmontar la reproducción de cierta división internacional del trabajo intelectual.

El primer artículo de este dossier de Nicolás Beckmann, The Fragmentation of a Discipline: How Diversity Elevates and Undermines IR's Normative Potential, aborda precisamente esta cuestión. Para el autor, es necesario reconocer que el alto grado de especialización dentro de los estudios internacionales se ha convertido, en ocasiones, en obstáculo para la comunicación incluso entre académicos. Parte del problema se encuentra en el lenguaje. Esto afecta la relevancia, utilidad y objetivo de las relaciones internacionales como un todo.

Precisamente, sobre este punto existe un profundo debate actual, consistente en el qué, por qué y para qué de las relaciones internacionales. ¿Qué estudiamos específicamente?, ¿el sistema internacional?, ¿las dinámicas internacionales?, ¿"lo internacional"? Si es esto último, ¿qué quiere decir?, ¿qué incluye?, ¿qué excluye, si excluye algo? Por su parte, ¿por qué estudiamos las relaciones internacionales?, ¿para comprender?, ¿para explicar?, ¿para prescribir?, ¿para cambiar? En este debate hay una interesante discusión sobre la "utilidad" de la investigación, su existencia y cómo se puede entender. Por último, en este conjunto de preguntas está el para qué. ¿Para qué estudiar relaciones internacionales?, ¿para qué verlas como independiente de otros saberes?, ¿son independientes?

Un debate paralelo, pero íntimamente vinculado al anterior, es el de inclusión/exclusión. En términos teóricos, hay una preferencia en los años más recientes por posturas alternativas, con sus conocimientos y métodos específicos. Ellas plantean la necesidad de la inclusión de otras visiones pero, en últimas, como plantean Seybert & Katzenstein (2018), en el ejercicio de inclusión también se toman decisiones qué se deben excluir. Por ejemplo, en el taller Diana Tussie, al rechazar la visión de la crisis como fenómeno permanente de la integración latinoamericana, planteaba, por un lado, que en el campo de las relaciones internacionales nos miramos en el espejo de un otro que nos necesita para completarse (Castro Gómez, s.f.). Por otro lado, el campo, se ha sobre-enfocado en los Estados y se han invisibilizado o ignorado las realidades de hecho que nos conectan a la red de inversiones de las empresas multilatinas. El sentido de dicha intervención fue llamar la atención sobre cuán estrecha es la mira si nuestro monocultivo es la crisis y sobre la necesidad de ampliar el canon para abarcar otras ontologías. En el mismo sentido, el constructivismo que enfoca sobre cómo las ideas y los intereses se constituyen puede brindar la base para inspirar un programa de trabajo que, en lugar de mirarnos como patologías, contribuya a una comprensión adecuada. Hoy los enfoques de género que cuestionan la masculinización de la disciplina también nos dan dispositivos conceptuales de nuevo cuño para desentrañar tanto órdenes como pujas dentro del mismo ultramar. La persistente negación de estos vínculos ha sido, en realidad, uno de los signos más claros de la limitación de nuestro campo. En esto se resalta, de un lado, la necesidad de reconocer realidades que antes eran ignoradas y, del otro, las dificultades prácticas de ese reconocimiento y sus implicancias, al mismo tiempo que nos desmarcamos de toda una serie de categorías normalizantes y jerarquizadas con las que se trabajó en el pasado.

De lo anterior se desprende el debate sobre la ética de la investigación en su parte más práctica. La relación de esta con las lógicas de inclusión, el reconocimiento de la diversidad, de la relación con la naturaleza que hoy el Covid nos pone sobre la mesa, de lo cuántico, de las múltiples formas de dominación y de la dependencia. Este punto hace referencia a las cuestiones empíricas de las investigaciones en relaciones internacionales. De un lado, están las elecciones metodológicas a las que nos enfrentamos y la deseabilidad de darle más espacio a alternativas menos apegadas a la metodología positivista. Del otro lado, dada la madurez de los debates en América Latina y de la pluralidad de perspectivas, vemos necesario pensar a quién(es) reconocemos como autoridad.

En nuestro dossier, el segundo artículo, de dos investigadoras, Fernanda Cristina Nanci Izidro Gonçalves y Leticia Cordeiro Simões de Moraes Lima, titulado Aprendizado Ativo nas Relações Internacionais: um estudo empírico sobre o papel do lúdico no processo de aprendizagem, es un aporte a este debate en tres sentidos. Primero, en cuanto la presentada por ellas es una investigación sobre el proceso de enseñanza. Segundo, utilizan un método de investigación experimental. Tercero, plantea una interesante relación entre los aspectos prácticos de cómo se enseñan las relaciones internacionales y los contenidos que se imparten. En la enseñanza, en particular, se encuentra un desarrollo sobre un aspecto puntual de los de debates en curso: qué realidades vemos y por qué las vemos. De un lado, está el asunto de cómo ha contribuido América Latina al enriquecimiento de las relaciones internacionales y la necesidad de rastrear esos aportes en diversos temas y problemáticas. Del otro, en relación con los aspectos artísticos y emocionales, que han sido dejados de lado tradicionalmente en los estudios internacionales.

Un ejemplo de esos aspectos dejados de lado y su relevancia lo contiene el artículo de Nancy Wright, Small States and International Relations Pedagogy: Exploring the Creative Agency Frontier, quien discute a profundidad el concepto de pequeños estados, su relevancia y la forma cómo se incorpora en la enseñanza de relaciones internacionales, en particular del concepto de agencia. La autora propone el concepto de agencia creativa, en su intento por ampliar la concepción sobre el poder. Esta consiste en tener la capacidad de interpretar ese poder y de beneficiarse del mismo. Así, algunos elementos del concepto tradicional de poder pierden relevancia, mientras que otras variables aparecen.

En relación con esto último, la relación multicausada e interdependiente entre actor y agente, encapsulada en el concepto de onto-epistemología, es puesta de relieve en el artículo Paradiplomacia y relaciones internacionales: de la práctica hacia su curricularización en Argentina, del investigador Nahuel Oddone y las investigadoras Florencia Rubiolo y Mariana Calvento. Allí, se plantea la importancia de un concepto como el de paradiplomacia para la comprensión de uno de los temas recurrentes en nuestro campo, la política exterior. Pero, además, se avanza en la discusión sobre el carácter disciplinar de las relaciones internacionales, poniéndolo, si se quiere, en cuestionamiento. Los autores hacen un recorrido de cómo un tema que es objeto de estudio pasa a ser conceptualizado y, en últimas, adquiere elementos que lo caracterizan dentro de los estudios internacionales en Argentina.

En el fondo de todos estos aspectos del debate, está el de la dominación y el pensamiento hegemónico. En este sentido, Manuel Alejandro Rayran propone una aproximación a uno de los aspectos que mayores cambios genera en las dinámicas internacionales actuales, la tecnología, desde los lentes del estructuralismo económico. En todos estos trabajos podemos notar dispositivos conceptuales con capacidades interpretativas y, por lo tanto, de viajar e insertarse en nuestro campo de estudio.

De igual manera, el reconocimiento de estos elementos los aporta Lorena Oyarzún Serrano en su texto sobre Relaciones internacionales y América Latina: Avances y desafíos en la disciplina. Ello sin obviar una reflexión sobre qué tan avanzado está el campo en cada país, y la necesidad de una identidad propia. En efecto, en relación con la identidad, otra autora, Mojana Vargas, en su artículo titulado O Ensino E A Pesquisa Em Relações Internacionais No Brasil - Sentidos E Desafios Da Decolonialidade, explora qué tanto la decolonialidad se incluye en los estudios internacionales en Brasil, haciendo énfasis en el tema del racismo. Tanto la exploración teórica como la empírica de este artículo, representan un avance en la investigación sobre identidad y autonomía en el pensamiento latinoamericano.

Como puede verse en los párrafos anteriores, y será más claro en la lectura de los artículos que componen este dossier, hay mucho trabajo que amerita ser "descubierto" o revelado. La riqueza y urgencia del debate son patentes. Cerramos esta introducción con algunos elementos que, consideramos, añaden más complejidad a las discusiones, pero que deben tenerse en cuenta en los avances futuros de las investigaciones. Primero, notamos una creciente apertura de fronteras, distanciándose de las megateorías que con ambición universalizante miran a un todo sin sus partes.

Al mismo tiempo, se pone implícitamente en tela de juicio la neutralidad aséptica y sale a la palestra el compromiso con el objeto de estudio. La realidad social internacional o nacional está siempre siendo interpretada como nos dice la sociología del conocimiento. Por ello podemos cuestionar supuesto "retraso" del sur respecto del norte en los estudios de "recepción", y a los que afirman un mero "relativismo cultural" de las elaboraciones propias. Con mayor o menor fuerza, un subcampo de preguntas e intereses específicos comenzó a ganar legitimidad. Dando paso a la autorreflexión podremos, paulatinamente, poner en tela de juicio la división entre la teoría (unida a la abstracción, la racionalidad y la universalidad), que se supone es propia de los espacios dominantes, y la práctica (unida a lo concreto, a lo sensible y a lo particular), supuestamente propia de los espacios periféricos. A partir de allí, se tratan de poner en cuestión las formas estereotipadas de comprender las relaciones internacionales al recoger la reproducción y producción de ciertas formas de asimetría, sin por ello abandonar la ambición de aportar desde el sur latinoamericano a un campo abierto dada la crisis hegemónica. Así como la economía dejó de lado las etapas del desarrollo económico y la sociología el punto de llegada a una sociedad plenamente moderna, es el turno de las relaciones internacionales. La encrucijada epocal es también una encrucijada teórico epistemológica y se la sigue haciendo. Resta saber de qué manera se incorporan dichas discusiones a los diálogos más generales de la disciplina. Algunos se proponen conocer la autoridad de los dominantes, para dislocar la ortodoxia en sus propios términos; otros a postularse por fuera del juego dominante, en tanto forma herética de estacionarse para jugar.

En este dossier se despliegan, de forma explícita o implícita, ambos caminos revelando tanto convergencias como tensiones con la tematización dominante en relaciones internacionales, en tanto forma relacional de comprendernos y enriquecernos. Escuchar voces para no solo conocer sino conocernos. Ese es el objetivo de este dossier.

Editores invitados
Diana Tussie y Javier Garay


REFERENCIAS

Castro-Gómez, S. (s.f.) Ciencias sociales, violencia epistémica y el problema de la invención del otro, en http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/sur-sur/20100708045330/8_castro.pdf

Katzenstein, P. J. & Seybert, L. A. (eds.) (2018). Protean Power: Exploring the Uncertain and Unexpected in World Politics. Estados Unidos: Cambridge University Press.