10.18601/16578651.n33.09
Mecanismos causales: una perspectiva metodológica en auge para el estudio de las políticas públicas
CAUSAL MECHANISMS: A GROWING METHODOLOGICAL PERSPECTIVE FOR THE STUDY OF PUBLIC POLICIES
Diana Marcela Paz-Gómez*
Marco Córdova**
María Caridad Santelices***
* Ph. D. Candidata en Políticas Públicas; magíster en Estudios Urbanos, Flacso (Ecuador); politóloga, Universidad del Cauca (Colombia). Docente Especialización Liderazgo, Cambio Climático y Ciudades; investigadora del CITE, Flacso (Ecuador). [dmpazfl@flacso.edu.ec]; [https://orcid.org/0000-0002-0253-11261,
** Doctor en Ciencias Sociales con mención en Estudios Andinos; magíster en Ciencias Sociales con mención en Ciencia Política, Flacso (Ecuador). Profesor Titular, Departamento de Asuntos Públicos; coordinador del Centro de Investigación Políticas Públicas y Territorio, CITE, Flacso (Ecuador). [mcordova@flacso.edu.ec]; [https://orcid.org/0000-0003-2570-3215].
*** Magíster en Estudios Urbanos, Flacso (Ecuador); licenciada en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales, Universidad Hemisferios. Investigadora del CITE, Flacso (Ecuador). [mcsantelicesfl@flacso.edu.]; [https://orcid.org/0000-0002-6926-2960].
Para citar este artículo:
Paz-Gómez, D. M., Córdova, M. y Santelices, M. C. (2023). Mecanismos causales: una perspectiva metodológica en auge para el estudio de las políticas públicas. Opera, 33, 179-201. DOI: https://doi.org/10.18601/16578651.n33.09
Recibido: 24 de septiembre de 2022/ Modificado: 15 de febrero de 2023/ Aceptado: 16 de febrero de 2023
Resumen
Los mecanismos causales como enfoque cualitativo para explicar los fenómenos sociales están en auge. La última década presentó un aumento en la producción desde disciplinas como las ciencias sociales y la ciencia política, las cuales han impulsado un movimiento mecanicista como alternativa al meanstream fundamentado en análisis cuantitativo y econométrico. Recientemente, las políticas públicas han incorporado esta perspectiva mecanicista para explicar el proceso que produce resultados y dar explicaciones sobre qué podría afectar dichos resultados; es decir, con la intención de abrir la caja negra de las políticas públicas. No obstante, la producción académica sigue siendo incipiente. Este artículo propone una revisión bibliográfica de los mecanismos causales y su abordaje en el estudio de las políticas públicas en América Latina. Tomando la base de datos Web of Science (WOS), se identifica la producción seminal sobre mecanismos causales en diferentes disciplinas, principalmente en Europa, Estados Unidos y Canadá. Enseguida, se explora el abordaje desde las ciencias sociales. Finalmente, la discusión se concentra en explorar la producción disciplinar en la región para dar cuenta de la necesidad de incorporar este enfoque en el estudio de las políticas públicas.
Palabras clave: mecanismos causales; políticas públicas; metodología cualitativa; América Latina.
Abstract
The use of causal mechanisms as a qualitative approach to explain social phenomena is booming. The last decade has seen an increase in production from disciplines such as the Social Sciences and particularly Political Science, which have promoted a mechanistic movement as an alternative to the mainstream based on quantitative and economic analysis. Recently, Public Policy theorists have incorporated this mechanistic perspective into their analysis to explain the process that produces results and to give explanations on what could affect such results. This is with the intention of opening the black box of public policies; however, academic production is still incipient. This article proposes a literature review on causal mechanisms and their approach in the study of public policies in Latin America. Using the Web of Science (WOS) database, we first identify the seminal production on causal mechanisms in different disciplines, mainly in Europe, the United States and Canada. Second, the approach from the Social Sciences is explored. Finally, the discussion focuses on exploring the disciplinary production in the region, to account for the need to incorporate this approach in the study of public policies.
Key words: Causal mechanisms; public policies; qualitative methodology; Latin America.
INTRODUCCIÓN
Los métodos cualitativos en ciencias sociales y ciencia política constituyen un desafío. En los últimos años, la intención de los académicos se ha concentrado en mejorar la confianza en el enfoque para analizar estudios de caso o comparación con pocos casos. Disciplinas como la Sociología, la Ciencia Política, las Relaciones Internacionales, la Administración Pública, los Estudios Urbanos y de Género han enfocado sus esfuerzos por producir explicaciones mecanicistas, bajo una perspectiva tomada de las ciencias médicas o naturales. La perspectiva mecanicista en el estudio de las políticas públicas es aún más reciente; por tanto, en los últimos años, la producción académica se agrupa principalmente en Estados Unidos, Canadá y Europa, entre artículos teóricos, metodológicos o aplicados para explicar de qué manera fallan o son efectivas las políticas públicas, con el objetivo de abrir la caja negra del proceso de políticas (Capano, 2020).
En la década de los setenta se producen los primeros artículos académicos que aplican mecanismos causales. El primero desde las ciencias médicas, "Causal mechanisms of craniofacial deformity", publicado en el Boletín Médico Británico, explicó la relación entre las alteraciones genéticas en el feto durante los primeros meses de embarazo y las posibilidades de deformidad facial (Poswillo, 1975). El segundo, "Possible future histories-conjetures at causal mechanisms and policy implication", desde la economía política, planteó la relación entre las políticas implementadas por parte de los gobiernos, el rol de actores privados y sociales, y la forma en que inciden en posibles resultados económicos a futuro, este artículo se publicó en el Futures Journal, de la Universidad de California (Stefflre, 1975). La producción de los años ochenta, estuvo concentrada en las ciencias naturales, médicas, la biología, la psiquiatría, la neurociencia y la microbiología. Es hasta los años noventa, que de la teoría de Easton y el propósito de abrir la caja negra de los fenómenos sociales (Easton, 1953) reaparece la producción académica en las ciencias sociales, concentrada en Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Italia y China. Por su parte, la producción en la región aparece tardíamente y con timidez en 2003, con una fuerte influencia de la academia anglosajona y europea.
En general, el interés de los investigadores cualitativos en las políticas públicas se ha concentrado alrededor de la propuesta seminal de Easton, con respecto al análisis del proceso para explicar un resultado. En tanto, en términos disciplinares, el mecanismo causal es entendido como el desarrollo de múltiples etapas que generan productos que afectan los resultados de política (Capano, 2020). En términos generales, el interés de los mecanismos se orienta a la búsqueda y la comprensión de la causalidad (Capano y Howlett, 2019). Aunque, en los últimos años, la aplicación de mecanismos causales en el proceso de política no plantea una definición concreta, existen consensos con respecto a los elementos presentes (Hedström y Swedberg, 1998; Hedström y Ylikoski, 2010a) entre los que se destacan el contexto y abordaje del problema público.
En principio, el mecanismo está asociado a un efecto producto del hecho que antecede, lo que ha implicado una discusión amplia con respecto al cómo caracterizar el fenómeno que produce. Segundo, un mecanismo busca causalidad. Las entidades o los elementos parte de un proceso desencadenan un efecto y, por tanto, estos se constituyen como factores observables o visibles de una cadena causal. Tercero, un mecanismo es estructurado, aunque no estático. Asociado a la visión más ingenieril de lo que es un mecanismo, esta tercera explicación pretende abrir la caja negra de las políticas públicas, entendidas a partir de la estructura que lleva a desencadenar un fenómeno; es decir, un mecanismo no es una variable interviniente en el mejor sentido estadístico. Finalmente, un mecanismo no es único para explicar un problema de política, lo que implica la existencia de una serie de otros mecanismos (inferiores o superiores) para dilucidar un resultado (Hedström y Swedberg, 1998; Hedström y Ylikoski, 2010a).
La necesidad por postular y consolidar un enfoque cualitativo que apunte a explicar la causalidad, parece tener un punto de consenso en la disciplina. Además, después de dos décadas de la producción en la región, es pertinente hacer un recorrido sobre el uso de los mecanismos causales y su relevancia en el estudio de las políticas públicas. Este artículo propone una revisión teórica y empírica sobre la producción académica buscando responder a la pregunta: ¿cuál es el estado del arte sobre mecanismos causales como enfoque en el estudio de las políticas públicas en América Latina?, postulando una reflexión con respecto a su importancia analítica y práctica en la producción disciplinar desde América Latina.
El documento se divide en tres partes. La primera presenta un debate alrededor de lo que significan los mecanismos causales en las ciencias sociales, su surgimiento, conceptos, enfoques y postulados metodológicos. A partir de esta revisión, se analiza el llamado de los principales autores en el enfoque del diseño de políticas por aplicar causalidad al estudio de las políticas públicas, además de hacer una revisión sobre los principales marcos analíticos del estudio de la política bajo una perspectiva mecanicista. La segunda parte comienza por una revisión general en la producción de artículos sobre mecanismos causales a nivel global en disciplinas de las ciencias sociales, para luego concentrarse en la producción académica en Estados Unidos, Canadá y Europa, máxime cuando el debate adoptado por las políticas públicas deriva de este enfoque. Finalmente, se realiza un recorrido por la producción en América Latina alrededor del estudio de las políticas públicas y se plantean algunos desafíos disciplinares en cuanto al avance de la causalidad como un enfoque para explicar problemas públicos.
METODOLOGÍA
Metodológicamente, este artículo propone una revisión de la literatura sobre el uso (teórico, analítico y empírico) de los mecanismos causales en ciencias sociales y, particularmente, en el estudio de las políticas públicas. Para ello, se utilizó la base de datos bibliográficos Web of Science (WOS), se realizó un análisis de estadística descriptiva con los resultados y una revisión cualitativa de textos principalmente producidos desde América Latina. En principio, se hizo una búsqueda únicamente con la categoría de mecanismos causales (causal mechanisms), la cual arrojó 29.608 resultados desde 1975 hasta 2022, en todo el mundo y en las 242 categorías inscritas en la base bibliográfica.
Una segunda búsqueda incorporó la categoría de ciencias sociales como área disciplinar. Para ello, se definieron un total de 12 subáreas sociales de las existentes en la base bibliográfica WOS. Esta delimitación se realizó a partir de una revisión previa sobre el alcance y la orientación hacia el análisis de problemas públicos, así: Public Administration, Political Sciences, Economics, International Relations, Sociology, Philosophy, Social Sciences Interdisciplinary, Development Studies, Law, Regional Urban Planning, Women Studies, Urban Studies. Esta búsqueda arrojó 3.438 resultados entre 1975 y 2022, mostrando un crecimiento sostenido en la producción de investigaciones sobre mecanismos causales desde 2011.
A partir de esta selección, se incorporaron diferentes categorías de búsqueda por región. Primero, se realizó una distinción entre Estados Unidos y Canadá, la cual evidenció la mayor producción con 1.241 resultados sobre los cuales se concentran autores relevantes en el estudio de las políticas públicas y la ciencia política tales como: John Gerring, James Mahoney, Andrew Bennet, Gary Goertz, Michael Howlett y Aníbal Pérez-Liñán. Sobre la revisión de países europeos se filtró por: Inglaterra, Países Bajos, Suecia, Suiza, Francia, Alemania, España, Italia, Turquía, Polonia, República Checa, Hungría, Croacia, Letonia, Portugal y Grecia, obteniendo 1.046 resultados, con una concentración de artículos en Inglaterra y Alemania. Particularmente, Singapur presenta también una producción académica (22) asociada al Lee Kuan Yew School of Public Policy, de la National University of Singapore, que se compara con la producción de otros países europeos.
Finalmente, se filtró por las mismas categorías disciplinares en torno a la producción de América Latina. Para ello, la disponibilidad de la base de datos definió países como Brasil, Colombia, México, Chile, Ecuador, Argentina, Perú, Bolivia, Uruguay y Venezuela, arrojando desde 2003 hasta 2022 un total de 118 resultados. Estos se desagregan en disciplinas tales como economía, ciencia política, ciencias sociales y administración pública. A partir de esta revisión, se realiza una vinculación de las variantes de mecanismos causales relevantes en la investigación disciplinar en la región y se concluye con una reflexión sobre la importancia de este enfoque en el estudio de las políticas públicas.
LOS MECANISMOS CAUSALES: UNA APERTURA AL CONCEPTO DESDE LAS CIENCIAS SOCIALES
Los debates sobre mecanismos causales en ciencias sociales han tenido un crecimiento importante en las últimas décadas. A partir del postulado seminal de Elser (1989), las ciencias sociales y, en especial, la ciencia política ha venido adoptando una lógica mecanicista para dar explicación a diferentes fenómenos. Este movimiento mecanicista (Norkus, 2005) está vinculado con la necesidad de postular un enfoque cualitativo, que permita dar una explicación a cuestiones fundamentales propias de los fenómenos sociales. Aunque no es un debate nuevo, puesto que la intensión de muchas de estas disciplinas se ha orientado a dar cuenta del vínculo entre el proceso y el efecto, no es sino hasta la década de 2000 que las investigaciones se centraron en postular a la causalidad (cualitativa) como una fuente metodológica sólida.
Las ciencias, en su visión más amplia, han construido el debate sobre mecanismos desde las ciencias biológicas y médicas (Beach y Pedersen, 2016; Darden, 2006), mientras que las ciencias sociales han tenido una evolución más lenta en el debate metodológico de corte cualitativo-causal (Hedström y Swedberg, 1998; Hedström y Ylikoski, 2010b; Mayntz, 2004; Schmidt, 2006; Tilly, 2001). No obstante, a pesar de que parten de una misma lógica teórica y analítica, que es la de demostrar causalidad, las discusiones han tomado diferentes enfoques y contextos. Las ciencias biológicas estudian estos mecanismos en sistemas más integrados (Darden, 2006), mientras que las ciencias sociales estudian fenómenos más dispersos o fragmentados. Por lo que la definición de mecanismos está asociada tanto a la disciplina como al objeto y campo de estudio (Hedström y Ylikoski, 2010b).
Las ciencias sociales han buscado en los mecanismos una forma de explicar los problemas sociales, más allá de los resultados estadísticos, postulando como idea básica que los mecanismos detallan el engranaje del proceso causal que produjo un resultado (Hedström y Ylikoski, 2010b). Por ello, el mecanismo se identifica con un enfoque asociado al tipo de fenómeno que se produce (Darden, 2006), lo que significa que un mismo mecanismo puede producir diferentes resultados, dependiendo del contexto, lo cual impide la generalización. Por otro lado, el mecanismo significa causalidad. Mahoney define al mecanismo como una entidad inobservable que puede llegar a producir resultados (Mahoney, 2004); sin embargo, la mayor crítica a este postulado se deriva de que un mecanismo, per se, no es invisible o imperceptible, por lo que permite ser evidenciado y estudiado de diferentes formas. Significa abrir la caja negra del fenómeno social, retomando la visión sistémica propuesta por Easton (1953).
Otro elemento presente en los mecanismos tiene que ver con su estructura. En ingeniería, es visible que el movimiento de un robot es producto de un motor que lo permite, en tanto este motor presenta un mecanismo que vincula la presión de un botón (situación A) con el movimiento (situación B). En ciencias sociales, esta misma lógica se repite bajo una estructura que se hace visible al abrir la caja negra. No obstante, un mecanismo como jerarquía supone la existencia de otros mecanismos -inferiores o superiores- (Capano, 2020). Mecanismo también se asocia al proceso causal presente entre el detonante y el efecto (Capano et al., 2019; Capano y Howlett, 2019) y a la presencia de elementos cruciales en dicho proceso, lo que implica la presencia tanto de entidades como propiedades, actividades y relaciones (Hedström y Ylikoski, 2010b).
Así, una perspectiva mecanicista es el medio para explicar los efectos que pueden ser el resultado de diferentes mecanismos, por lo que es necesario mantener una relación empírica (entidades, actividades, relaciones) para demostrar la causalidad (Hedström y Ylikoski, 2010b). Como es propio de la metodología cualitativa, un mecanismo no pretende generalizar, ni tampoco, logra ahondar en todos los elementos posibles en un fenómeno social. Más bien, un mecanismo es la descripción de un proceso causal específico, que tiene por objeto capturar elementos que tienden a ser cruciales en el efecto. Para ello, se identifica una entidad o sus propiedades que son determinantes en el efecto, esto implica que las actividades marcan una diferencia para el efecto analizado (Hedström y Ylikoski, 2010b).
En tanto, un mecanismo es una estructura causal que explica un resultado empírico (Capano et al., 2019) y se aleja de lo que en metodología cuantitativa se refiere a las variables intervinientes. Aunque la variedad de definiciones es amplia, el consenso plantea que los mecanismos son "aquellos conjuntos de entidades y actividades organizadas para producir una serie regular de cambios de un estado inicial a uno final" (Capano y Howlett, 2019, p. 5), que permiten comprender lo que realmente pasa en la caja negra de los procesos sociales. Como tal, la perspectiva mecanicista teoriza sobre el sistema que produce resultados, a través de interacciones entre un conjunto de partes que transmiten fuerzas causales de X a Y (Beach y Pedersen, 2016) y que abarcan explicaciones de fenómenos en diferentes niveles (Falleti y Lynch, 2009).
LA PERSPECTIVA MECANICISTA EN EL ESTUDIO DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS: UNA REVISIÓN SOBRE LAS VARIANTES DE LOS MECANISMOS CAUSALES
Para comprender el uso y la importancia de los mecanismos causales en el estudio de las políticas públicas, la literatura especializada se ha dedicado a debatir a partir de aquellos preceptos provenientes de la filosofía de la ciencia o la ciencia política. Esto ha dado cuenta de los acuerdos en la disciplina y en las propuestas o varianzas por contemplar en el análisis o diseño de políticas públicas con el fin de encontrar niveles de efectividad (Capano et al., 2019). Un mecanismo no es meramente el vínculo entre A y B; es decir, entre la causa y el efecto, sino que también puede considerarse como un sistema que produce resultados. En tanto "los mecanismos deben ser considerados como patrones recurrentes de la interacción de elementos invariables que producen cambios" (Capano, 2020, p. 117).
En general, el estudio de política pública se caracteriza por el análisis de estudios de caso o pocos casos comparados. Esto ha dado cuenta de la necesidad de explicar ámbitos específicos en torno a problemas públicos, en el marco de regímenes políticos o contextos más o menos democráticos. Recientemente, el Qualitative Comparative Analysis (QCA) ha logrado cubrir esta necesidad metodológica en la disciplina (Pérez-Liñán, 2010) como una forma de explicar la causalidad a partir de las condiciones necesarias y suficientes que explican un problema de política pública. No obstante, a la hora de realizar evaluación de política, el uso de métodos cuantitativos sigue siendo mayor.
En los últimos años, el interés de las políticas públicas ha estado puesto en la causalidad. Principalmente, los enfoques de política se han definido a partir de dos grandes corrientes derivadas de la propuesta seminal de Laswell. Por un lado, dentro de la teoría del proceso de política (Sabatier, 2007), los marcos analíticos aplicaron de manera implícita la causalidad. La investigación realizada por van der Heijden et al. (2019) asocia la orientación mecanicista a los principales marcos del análisis de política. Si bien estos no plantean un mecanismo causal, buscan explicar resultados de política a partir de fases, emprendedores, el rol de las coaliciones, las coyunturas críticas o los elementos narrativos que se consideran como componentes propicios para el desarrollo de una cadena causal.
Por otra parte, como crítica al análisis de política, el policy design -como apuesta por comprender causalmente el proceso de políticas públicas- ha sido foco de atención en los últimos debates, entendiendo a las políticas públicas como un proceso que conjuga elementos como los instrumentos de política, las capacidades, el comportamiento de los individuos y los objetivos para el logro de mejores resultados (Capano y Howlett, 2019). Este enfoque ha intentado buscar causalidad y abrir la caja negra de las políticas públicas, por lo que su perspectiva tiene como propósito no solo el análisis, sino también mejorar las capacidades de diseño por parte de los tomadores de decisión (Howlett, 2019).
El debate metodológico sobre mecanismos causales para comprender el proceso de políticas se deriva de los postulados aplicados en la ciencia política, por lo que las principales investigaciones se centran en dos orientaciones claves del estudio de mecanismos causales en política pública. La primera es, tal vez, una de las más desarrolladas y aplicadas en el diseño de políticas. El process tracing o rastreo de procesos (Beach y Pedersen, 2016) está definido como un sistema que produce resultados a través de la interacción de entidades que, formadas en conjunto e interactuando entre sí, explican un resultado de política.
Esta variante permite identificar un proceso causal entre una o varias variables independientes y la variable dependiente (X a Y). En los últimos años se ha incorporado el análisis bayesiano para la validación del mecanismo (Mahoney, 2016). El process traicing tiene por objetivo probar si un mecanismo causal está presente dentro de un caso, por lo que se han planteado tres variantes de este, dependiendo del objetivo de la investigación. Uno centrado en la teoría (testeo de teoría y construcción de teoría) y otro centrado en el caso (explicación de un resultado) (Beach y Pedersen, 2016). En general, en el estudio de políticas públicas la variante más utilizada está asociada al testeo de teoría (figura 1).
El process tracing ha sido aplicado por diferentes autores dentro de las políticas públicas. La más importante es la apuesta de autoras como Tulia Falleti y Julia Lynch, sobre la definición de los mecanismos como elementos o conceptos móviles que permiten identificar el cómo se produce causalidad, en tanto este método explica "cómo suceden las cosas, cómo se relacionan los actores, cómo los individuos llegan a creer lo que hacen o lo que extraen de la experiencia pasada, cómo las políticas y las instituciones perduran o cambian" (Falleti y Lynch, 2009, p. 1148) en función de un contexto determinado.
La segunda propuesta deriva de Michael Howlett y Giliberto Capano. Estos autores proponen una cadena causal apostando por la aplicación de una perspectiva mecanicista en el diseño de las políticas públicas, para comprender cómo operan los instrumentos de política en el comportamiento de los objetivos y los actores (Capano y Howlett, 2019). Esta perspectiva integra tres componentes: activadores, mecanismos de primer orden y mecanismos de segundo orden. El primer elemento se concibe como eventos o actividades que desencadenan mecanismos, principalmente son instrumentos de política que buscan alcanzar objetivos y que están sujetos a la calibración o el cambio. Los mecanismos de primer orden son las herramientas de aplicación de los recursos estatales, mientras que los de segundo orden son mecanismos que se utilizan para promover la gobernanza, el aprendizaje de políticas, la difusión o la transparencia (figura 2).
Esta propuesta metodológica, en desarrollo en los últimos cuatro años, se aplica principalmente en trabajos de investigación en Europa, Estados Unidos, Canadá y Singapur, con una amplía exploración sobre temáticas de políticas de salud (covid-19), educación, fiscales, pensionales y ambientales. Como enfoque instrumental de las políticas públicas, concentra su producción académica en el Journal Policy and Society, que hace parte de la base de datos Taylor & Francis y tiene su nido en la escuela de política pública de la Universidad de Singapur.
En América Latina, la producción académica ha intentado combinar elementos de una y otra variante de mecanismos causales (process tracing o cadena causal). Por lo que resulta atractiva la construcción metodológica desde las políticas públicas que se da en la región. En tanto, la aplicación de mecanismos causales para comprender el proceso de política está en crecimiento, lo que hace posible retomar el postulado seminal de Laswell sobre vincular análisis y práctica en una orientación hacia las políticas públicas (Lasswell, 1992).
MECANISMOS CAUSALES: UNA REVISIÓN DEL DEBATE Y LA PRODUCCIÓN
La producción académica mundial tiene su auge en los años setenta. De acuerdo con los datos bibliográficos WOS, en 1975 se presentan los dos primeros artículos que tratan sobre mecanismos causales. Uno asociado a la medicina (Poswillo, 1975) y un segundo a las ciencias sociales, más específicamente a la economía y la planificación urbana (Stefflre, 1975). No obstante, el incipiente interés a finales de esta década solo llevó a un total de 8 artículos académicos, que se concentraron en las ciencias biológicas, médicas, neurociencias y una sola en ciencias sociales. Esta dinámica se mantuvo en los siguientes años. En la década de los ochenta, la producción académica subió a 25 artículos agrupados en países como Estados Unidos, Inglaterra y Japón, y principalmente en disciplinas como la medicina, la genética y la paleontología. Este panorama se mantuvo desde la década de los noventa hasta el 2000, en donde las investigaciones que teorizaban o utilizaban mecanismos causales tuvieron un repunte con un total de 2.190 artículos (figura 3). No obstante, las ciencias sociales no tuvieron ninguna producción.
De acuerdo con WOS, de las 242 disciplinas existentes en la base bibliográfica, la producción mundial desde 1975 hasta 2022 suma 29.608 artículos sobre mecanismos causales. Países como Estados Unidos, Inglaterra y China tienen 17.338 investigaciones, principalmente en neurociencia, con 1.740 artículos, y por debajo aparece la ciencia política con 520 artículos, y economía con 468 que representan el 3,3 y el 3,7 % respectivamente. A partir de esta caracterización, se realiza una revisión por filtro en ciencias sociales.
MECANISMOS CAUSALES EN CIENCIAS SOCIALES: UNA PRODUCCIÓN NACIENTE
En cuanto a las disciplinas que comprenden áreas relacionadas con las ciencias sociales existen 3.439 artículos y capítulos de libros que utilizan mecanismos causales como metodología en el estudio de pocos casos desde 1975 hasta 2022. La ciencia política integra el mayor número de producción académica, seguida de la economía y, muy por debajo, disciplinas como derecho, estudios urbanos y estudios de género (tabla 2). No obstante, este artículo solamente presenta una cohorte sobre 12 subáreas con algunas orientaciones hacia el estudio de las políticas públicas.
Después de la publicación en 1975 de Stefflre, pasaron 16 años para tener nuevamente una publicación en ciencias sociales.
En la década de los noventa, las publicaciones sobre mecanismos causales en esta disciplina ascendieron a 118, lo que demostró un claro dominio de la ciencia política por el uso de esta metodología: 21 artículos se identificaron en esta área, seguidos de la sociología (21), la economía (14), la filosofía (7), la geografía (6) y la demografía (6). Por su parte, el impulso en otras disciplinas concentró estudios sobre mecanismos causales tales como las relaciones internacionales (6), los estudios urbanos (2), los estudios ambientales (4) y el derecho (3). Por su parte, la administración pública, a pesar de ser parte de las investigaciones seminales en torno a la aplicación de mecanismos causales, cayó en su desarrollo académico con tan solo dos artículos en este periodo.
Las publicaciones en ciencias sociales en la década de 2000 hasta 2022, se caracterizan por tener a la ciencia política como impulsora de esta metodología sobre otras disciplinas. La figura 4 muestra una fluctuación con respecto a la producción académica en ciencias sociales a nivel mundial, que tiende a ser ascendente desde 2011, siendo el 2021 el año con el mayor número de publicaciones y mostrando solo un pequeño descenso en la producción en el 2022.
Las publicaciones sobre mecanismos causales en las 12 subáreas seleccionadas se concentran en 104 países alrededor del mundo, por lo que el idioma marca un elemento clave sobre la producción anglosajona y europea principalmente. Sin embargo, de la revisión de las bases de datos, mucha de la producción en países hispanohablantes también presenta artículos en idioma inglés. En cuanto al número de publicaciones en inglés, este asciende a 2.677 artículos, seguido muy por debajo de 44 investigaciones en español y 19 en alemán. Otros artículos se presentan en ruso, catalán, italiano, portugués o francés. Esto, a su vez, tiene una fuerte relación con las bases de datos asociadas a estas publicaciones. El Norte global lleva una gran ventaja en revistas adscritas a Springer Nature, Public Library Science o la National Academy of Sciences, que abarcan diferentes temáticas, principalmente las ciencias naturales y la medicina. Particularmente, en ciencias sociales las principales bases son Sage, Taylor & Francis, Wiley, Elsevier, Oxford University Press, Cambridge University Press y Springer, lo que demuestra la concentración de publicaciones en bases de datos que, por lo general, no son de acceso abierto.
La ciencia política integra el mayor número de investigaciones alrededor de los mecanismos causales. Además, es tal vez el área con mayor número de artículos y revistas asociadas al estudio de las políticas públicas. Dentro de esta disciplina se destacan autores como Derek Beach (Aarthis University), Jeb Barres (University of Southem California), John Gerring (University of Texas Austin), Nicholas Weller (University of Southern, Los Angeles), James Mahoney (Northestern University), Aníbal Pérez-Liñán (University of Notre Dame) y Charles Tilly (Columbia University), que son citados constantemente en la literatura sobre policy design o la teoría del proceso de política (policy analysis). Por otro lado, en cuanto a los artículos con mayor citación, se encuentra en primer lugar el texto de Tulia Falleti y Julia Lynch, "Context and causal mechanisms in political analysis", en el Journal Comparative Political Studies, con 354 citas y, en segundo lugar, el texto de John Gerring "Causal mechanisms: Yes, but", en el Journal Comparative Political Studies, con 116 citaciones. La producción desde la ciencia política se concentra en bases de datos como Sage (172 artículos), Cambridge University Press (163 artículos), Taylor & Francis (107 artículos) y, en menor medida, Elsevier (17 artículos). La tabla 3 identifica las principales revistas vinculadas a la ciencia política, en las que se integran temáticas asociadas al análisis o el diseño de las políticas públicas. En esta se destaca la Revista de Ciencia Política como publicación latinoamericana.
América Latina ha tenido una cantidad de publicaciones más baja. En ciencias sociales la producción alcanza solo 118 artículos. De estos, 41 están asociados a la economía, 34 a la ciencia política, 17 a las ciencias sociales interdisciplinarias y 14 en administración pública y contando en bases de datos como Elsevier (22) y Sage (14), evidenciando que, a diferencia de las publicaciones en el Norte global, existe mayor asociación con estas bases en la región. El principal autor, con seis publicaciones referentes a esta metodología, tiene una afiliación institucional a la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) Sede Ecuador. No obstante, los principales países hacia los cuales se dirige la producción de la región son Estados Unidos, Brasil, Colombia, Chile y México. Asia, por su parte, además de China, cuenta con un rango medio de publicaciones, destacándose Japón, Corea del Sur e India. En el caso de África, solo Sudáfrica y Nigeria cuentan con una producción promedio entre 8 y 20 artículos o capítulos de libro por año, mientras que el resto de países están por debajo de tres publicaciones en casi tres décadas.
AMÉRICA LATINA: UNA PRODUCCIÓN RESIDUAL
El contexto de la producción académica latinoamericana frente al mundo
La producción académica sobre mecanismos causales se concentra particularmente en Estados Unidos y Canadá, seguido por algunos países europeos. Esto es evidente en la producción anglosajona que presenta un vasto desarrollo teórico, analítico y empírico. En ciencias sociales, Estados Unidos cuenta con 1.154 producciones, seguido de 341 en Inglaterra y Canadá con 126 artículos, abarcando casi el 67 % de la producción a nivel mundial. Mientras tanto, América Latina llega a las 118 publicaciones desde 2003 hasta 2022. El registro en WOS muestra un primer artículo teórico alrededor del cual se tratan las limitaciones del uso de esta metodología, pero también la necesidad para las ciencias sociales de aplicarla (Ratton y Morais, 2003); esta producción aparece en una revista brasileña. Posterior a este, en 2006 se retoma el debate en América Latina con una investigación que aborda la incidencia de la división central-local en los sistemas políticos, construyendo un mecanismo causal con base en un modelo de actores que aplica en dos estudios de caso del sistema federal mexicano (Schiavon, 2006). Como se observa en la figura 5, el crecimiento entre 2003 y 2015 en las 12 subáreas seleccionadas en este artículo es fluctuante, mientras que desde 2016 se presenta un crecimiento exponencial de la metodología en las ciencias sociales en América Latina.
Al igual que la producción anglosajona/europea, donde el mecanismo causal ha sido utilizado en distintas disciplinas, en América Latina y el Caribe la concentración de artículos se encuentra principalmente en ciencias interdisciplinares relacionadas con áreas de investigación médica y botánica, seguida por disciplinas de las ciencias sociales y afines como la ciencia política, la economía y la administración pública. Esto dentro del cambio ontológico que en la década de los noventa venía impulsando la búsqueda de inferencias causales en la investigación social, más allá de las diferencias entre métodos cuantitativos y cualitativos (King et al., 1994), contexto en el que precisamente los enfoques y metodologías sobre mecanismos causales tuvieron un importante desarrollo para la construcción y comprobación de teorías en distintas áreas de las ciencias sociales.
De esta revisión, el 76 % de las publicaciones han sido escritas en idioma inglés, el 20 % en español y el 4 % en portugués. Esto dentro de la tendencia mundial que cada vez más concentra la producción científica en revistas indizadas de alto impacto, en las que se prioriza el idioma inglés, en tanto la mayoría se encuentra en países anglosajones/europeos. De hecho, la revista de la base donde más artículos aparecen es Plos One, editada por Public Library Science (San Francisco, USA), con cerca del 10 % de publicaciones, todas en inglés. Seguida de la revista Anais da Academia Brasileira de Ciências (Río de Janeiro, Brasil), con alrededor del 4 % de artículos, todos publicados en inglés a pesar de ser una revista brasileña. Y la revista Reflexión Política, de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (Colombia), con un porcentaje de 4 % de publicaciones en castellano.
De otro lado, la afiliación de autores (figura 6) muestra una concentración en la producción en Chile, Inglaterra, México y Ecuador. La Universidad de Chile, el Centro de Investigación y Docencia económicas AC (CIDE) y Flacso Ecuador, son las principales afiliaciones institucionales de los autores latinoamericanos. En menor medida, universidades brasileñas, colombianas, europeas y norteamericanas. Los principales autores exponentes en la región son Antonie Maillet, profesor asociado de la Universidad de Chile, y Guillaume Fontaine, profesor titular de Flacso Ecuador, con 3 y 6 artículos respectivamente. Maillet, con dos artículos publicados en revistas latinoamericanas (Revista de Ciencia Política, Revista del CLAD) y un artículo publicado en una revista italiana (Partecipazione e conflitto). Estos presentan un corte más hacia los estudios de caso, mientras que uno es una introducción a la inferencia causal.
Fontaine tiene una producción con un comportamiento similar. Dos de sus artículos son publicados en revistas latinoamericanas (Ciencia Política y Revista de Estudios Sociales), mientras que sus otros dos artículos están en el Journal of Comparative Policy Analysis y Evaluation. Paradójicamente, la producción académica de la mano de autoras es muy baja. De los artículos analizados, la producción individual o por coautoría de las mujeres no llega al 10 %, mientras que solo 11 autores tienen entre 4 y 2 artículos sobre mecanismos causales en la región.
Por otro lado, en las ciencias sociales en países anglosajones/europeos existe gran producción de carácter teórico/metodológico. En América Latina y el Caribe, la gran mayoría de artículos, como se ha observado, son de carácter aplicado, enfatizando en investigaciones empíricas de estudios de caso o análisis comparados de pocos casos. Esto da cuenta del escaso desarrollo conceptual que existe en la región sobre los mecanismos causales como enfoques metodológicos. Su uso se concentra, sobre todo, en la aplicación empírica de modelos desarrollados en la academia del Norte.
MECANISMOS CAUSALES EN EL ESTUDIO DE LAS POLÍTICAS PÚBLICAS EN AMÉRICA LATINA: UNA REVISIÓN SOBRE LA PRODUCCIÓN ACADÉMICA
Las investigaciones sobre políticas públicas presentan menores resultados. No obstante, la producción de esta subdisciplina está en ascenso y se agrupa en diferentes áreas académicas de las revistas regionales o del Norte global. Cabe resaltar que no existe un filtro específico en WOS para el estudio de las políticas públicas, por lo que las investigaciones disciplinares se agrupan principalmente en revistas especializadas de administración pública, ciencia política, economía y ciencias sociales interdisciplinares. En torno a esto, la tabla 4 muestra una revisión de las principales revistas tanto latinoamericanas como europeas con artículos de autores latinoamericanos o con filiación institucional en la región.
De esta revisión, se destacan 11 revistas latinoamericanas que cuentan con acceso abierto, a diferencia de los journals anglosajones y europeos con bases de datos con acceso solo por afiliación institucional o individual. Otro tema por destacar es el desarrollo de revistas enfocadas al estudio de las políticas públicas en la región, a diferencia de Europa y Estados Unidos. En general, la concentración de investigaciones sobre el análisis o el diseño de políticas se relaciona con revistas orientadas a la ciencia política, la administración pública y las ciencias sociales, que abordan temas disciplinares. No obstante, las revistas especializadas en políticas públicas son, en su mayoría, europeas. La categoría de indexación es otro punto relevante en este debate; así, las revistas europeas y anglosajonas alcanzan los cuartiles más altos, mientras que, en los últimos años, las revistas latinoamericanas han presentado un mayor interés por hacer parte del ranking mundial en revistas.
En cuanto a los principales debates, los artículos académicos presentan aproximaciones teóricas aplicadas a casos específicos. Se destacan análisis sobre las fallas del Estado en la política de atención a población desplazada en Colombia (Revelo, 2020), o el análisis sobre la soberanía de los recursos naturales y rendición de cuentas en la política boliviana de hidrocarburos (Camacho-Soliz, 2019). Estos análisis combinan debates sobre instrumentación de políticas y responsabilidad social para explicar los procesos extractivos en contextos democráticos, haciendo uso del process tracing como metodología. Otro estudio plantea que el muestreo cuantitativo de información para evaluar las políticas limita la capacidad de estudiar los mecanismos causales en la sociedad, proponiendo como alternativa una entrada realista para verificar y refinar las teorías preliminares de los problemas de política (Parra, 2019).
En la misma línea ontológica realista, se desarrolla también una reflexión en el área del diseño de políticas, que plantea el desarrollo de un mecanismo causal que vincule la agenda con la formulación de políticas, la coordinación intersectorial, las interacciones y el resultado de políticas públicas, decantando en la formalización de un protocolo de evaluación (Fontaine, 2020). Frente a los estudios en ciencias sociales interdisciplinares, el artículo de Alves y Steiner sobre la incidencia de la globalización y las nuevas tecnologías de la información en el empoderamiento femenino, acotan un análisis mediante el desarrollo de un mecanismo causal sobre las políticas de bienestar y flexibilización de los derechos laborales (Alves y Steiner, 2017).
En el ámbito de la ciencia política, algunos artículos analizan problemáticas tradicionales de la disciplina relacionadas con sistemas de partidos y adscripciones ideológicas (Cunha et al., 2013), capacidades profesionales y competencia política, o la incidencia de la corrupción en los derechos humanos (Cardona et al., 2018). Destacan también investigaciones con enfoques neoinstitucionales sobre el rol del control social en la consulta previa de la política petrolera (Ramírez et al., 2018) o el cumplimiento de las normas fiscales y su relación con la contabilidad creativa (Melo et al., 2014). En el ámbito de la política internacional, se observan trabajos sobre el regionalismo y la integración en América Latina, y debates sobre el rol de las organizaciones no gubernamentales internacionales en el sistema de gobernanza global (Rocha, 2020).
En el área de la economía destacan aproximaciones institucionales que explican los tipos de cambio y la política industrial como mecanismos de resistencia neoliberal (Madariaga, 2017), o el impacto de la riqueza individual en el poder político (Rossi, 2014). Hay temáticas con poca producción, por citar algunos ejemplos; los análisis de la construcción jurídica del poder en la gobernanza deliberativa (Castro, 2020); debates sobre estudios del desarrollo que abordan la incidencia de los programas de transferencias monetarias en la vulnerabilidad (Rossel et al., 2019), o también estudios urbanos que abordan los mecanismos de integración o exclusión en los asentamientos de población inmigrante (López-Morales et al, 2017).
En torno a esta caracterización, y a partir de algunos artículos hallados en disciplinas como la economía, la ciencia política, las ciencias sociales y la administración pública, este artículo definió aquellos más orientados al estudio de las políticas públicas y caracteriza el abordaje metodológico alrededor de los mecanismos causales que utilizan. Para la selección de casos, se realiza una revisión previa sobre los 118 artículos o capítulos de libro en la región, y se seleccionan artículos relacionados con las principales afiliaciones de autores y autoras en ALC. Para el estudio se define si tienen un corte analítico, teórico o empírico; los elementos de política pública que analizan; la estrategia metodológica que utilizan (estudio de caso o comparación), y los desafíos que plantean para el estudio de las políticas públicas (tabla 5).
De una revisión sobre algunos de los artículos que establecen en su análisis una aproximación metodológica sobre mecanismos causales, se evidencia una construcción empírica alrededor de problemas que se constituyen como públicos y que se asientan sobre los principales debates de la teoría de las políticas públicas. En este sentido, siguen en vigencia temas relacionados con la puesta en agenda, la formulación o la evaluación con una necesidad tácita sobre las relaciones causales como una forma de explicar los resultados de políticas a partir de diferentes factores explicativos. Los instrumentos de política como elemento propio del análisis de política son los elementos más desarrollados en la investigación de políticas públicas en América Latina.
Por otro lado, construcciones como mecanismos de encadenamiento, la institucionalización de las políticas, la existencia de los contextos en los que se desarrollan los mecanismos, entre otros, son parte importante del análisis empírico de la producción de América Latina. Cabe destacar la producción de investigadores adscritos a centros de investigación o departamentos de asuntos públicos de las principales universidades en la región, lo que evidencia el interés por construir debates desde diferentes perspectivas. Los desafíos por esta metodología continúan. Queda por delante consolidar y desarrollar enfoques teóricos, analíticos y metodológicos que logren ampliarse en la región. Esto desde la conformación de laboratorios, promoción del uso de metodologías cualitativas en el estudio de políticas y un aumento sostenido de investigaciones con mecanismos causales.
CONCLUSIONES
Este artículo propuso una visión exploratoria sobre el desarrollo de la producción académica en cuanto al uso de mecanismos causales, arrojando algunas reflexiones interesantes a partir de los datos mencionados y abriendo un espacio hacia la consolidación de esta metodología en ciencias sociales y, particularmente, en el estudio de las políticas públicas. Dentro de esta tendencia por construir explicaciones causales, los mecanismos constituyen un enfoque emergente a nivel mundial, aunque con un dominio de Estados Unidos sobre cualquier otro país. Como se observó, en Latinoamérica los mecanismos tienen un surgimiento más reciente en ciencias sociales, pero aún queda una puerta abierta para analizar políticas públicas. En este sentido, las críticas que se han abordado en los últimos años sobre mecanismos causales han orientado el debate alrededor del cómo consolidar un enfoque cualitativo en el análisis y diseño de política pública. No obstante, incluso abordajes como el process tracing buscan consolidarse dentro de una metodología mixta que trata de verificar sus postulados de forma cuantitativa. Además, en políticas públicas son pocos los autores que han incorporado este enfoque para explicar los resultados de política, por lo que falta mucho por construir.
La necesidad causal para explicar el proceso de políticas se evidencia en la aplicación de los modelos propios de la teoría del análisis de política, como en un naciente debate sobre el diseño de políticas, que busca recuperar el debate seminal de Laswell sobre la teoría y la práctica en las ciencias de política. Si bien este desarrollo causal en la región tiene una fuerte dependencia del desarrollo teórico en Estados Unidos o Europa, esto no implica que esta importación de enfoques no se pueda ajustar a la realidad de la academia latinoamericana. Por otro lado, esta exploración causal de políticas públicas también necesita abrir el campo hacia las mujeres, dada la alta concentración de autores. Al igual que ahondar sobre la importancia de una producción latinoamericana que, si bien necesita mostrarse al mundo, debe considerar a las revistas de la región como un foco de publicación.
Finalmente, se destaca la concentración de producción académica alrededor del process tracing, el desarrollo de debates sobre instrumentos de política, las capacidades y el comportamiento de la población objetivo. Esto alrededor de las principales temáticas abordadas por autores latinoamericanos; no obstante, quedan aún por trabajar agendas relacionadas, por ejemplo, con políticas urbanas, capacidades de gobierno y temáticas orientadas a los diferentes regímenes políticos. Como desafío para el estudio de las políticas públicas aún queda seguir construyendo metodologías propias que permitan abrir la caja negra del proceso de políticas. Por lo que este es un llamado a académicos y hacedores de política a prestar atención ontológica y metodológica a métodos que permitirán conseguir políticas más efectivas y anticiparse a respuestas propias del comportamiento individual o grupal.
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