Editorial
Carlos Alberto Restrepo Rivillas*
*Director de Investigaciones
Restrepo Rivillas CA. Editorial. Sotavento M.B.A. No. 21, enero-junio de 2013, pp. 6-7.
En el informe denominado The Global Competitiveness Report que elabora el Foro Económico Mundial (FEM), Colombia ocupa la posición 69 entre 144 países, y la posición 9 entre los países de América Latina y el Caribe. Esto ubica a Colombia en el grupo de países orientados a eficiencia, que buscan superar la etapa de desarrollo basada en dotación de factores, para lograr mejoras sustanciales de productividad que permitan, a su vez, sostener salarios cada vez más altos sin generar presiones sobre los precios.
Entre los factores que el FEM considera importantes para elevar la productividad está el desarrollo económico regional. Para el Foro, esto se refleja en la consolidación de cadenas productivas regionales y agrupamientos industriales (clusters, en inglés), que permitan generar empleo e ingresos para los habitantes. En este aspecto, Colombia ocupa la posición 60 entre los 144 países del estudio, ubicándose séptima entre los países de América Latina y el Caribe.
Los avances que el país logre en este aspecto, requieren contar con una estrategia global para fortalecer el desarrollo regional basado en la alta especialización. En este sentido, el Informe Nacional de Competitividad 2012-2013 para Colombia, presentado por el Consejo Privado de Competitividad, resalta la importancia de consolidar proyectos productivos con potencial exportador, que tengan su origen en el aprovechamiento de recursos disponibles en las regiones. Allí, sin duda, la generación de valor agregado y la incorporación de conocimiento en los procesos productivos es un factor determinante para un nuevo modelo de desarrollo.
Esto plantea desafíos para las entidades del Estado, pero también para la academia y por su puesto para los empresarios. Potenciar el desarrollo productivo y exportador de nuestras regiones implica consolidar entornos locales y regionales propicios para los negocios. Además de los aspectos de seguridad y orden público, es necesario consolidar una infraestructura competitiva en todos los niveles, lo cual incluye desde infraestructura básica de servicios públicos, infraestructura de transportes, hasta infraestructura tecnológica y de telecomunicaciones. A esto se suman temas como la orientación de la educación en el ámbito local; la inversión en ciencia, tecnología e innovación en las regiones, y la eficiencia gubernamental local y regional.
Colombia ha avanzado en la dirección de consolidar una estrategia para mejorar la competitividad. El Sistema de Competitividad e Innovación, antes Sistema Nacional de Competitividad, ha permitido consolidar una institucionalidad en el tema a nivel nacional. En el regional se han creado las Comisiones Regionales de Competitividad, aunque con un menor grado de madurez. Además de contar con una institucionalidad, es necesario asignar recursos específicos. En este sentido, las recientes reformas al sistema de regalías son un paso en la dirección adecuada. Sin embargo, esto no podrá ser efectivo mientras los empresarios no tengan una perspectiva regional en la planeación de sus estrategias de negocios. La definición del patrón de especialización y de las apuestas productivas regionales demanda un nuevo emprendedor, un empresario con capacidad de identificar el potencial que las regiones ofrecen para generar productos innovadores del alto valor agregado, con potencial exportador.