10.18601/01233734.n28.01

Editorial*

Carlos Alberto Destrepo Rivillas**

* DOI: http://dx.doi.org/10.18601/01233734.n28.01
** Director de Investigaciones

Las condiciones del entorno que favorecen la competitividad y productividad de las empresas suelen estar asociadas con factores netamente económicos, tales como las tasas de cambio, las tasas de interés y los impuestos. Sin embargo, los analistas otorgan cada vez más importancia a los elementos de tipo institucional al momento de explicar la capacidad de las empresas para competir, tanto en los mercados locales como en los extranjeros. Dichas variables tienen impactos importantes en diferentes factores del entorno, que condicionan el tamaño y el perfil del mercado al que llegan las empresas, así como las estructuras de operación de las mismas.

Uno de los factores de tipo institucional que más relevancia ha adquirido recientemente tiene que ver con la transparencia con la que se realizan las operaciones entre los particulares y el Estado, así como entre los particulares mismos. Los numerosos casos de corrupción que han salido a la luz pública han puesto de nuevo sobre la mesa la necesidad de encontrar soluciones de fondo a este problema.

La falta de transparencia no solo ocasiona desperdicio de recursos públicos y privados que podrían contribuir de manera más efectiva a la productividad de la economía, sino que también afectan el ambiente de los negocios. En particular, lo más grave para la competitividad y el desarrollo de los países es el deterioro de la confianza entre los particulares, y entre ellos y el Estado. La pérdida de confianza eleva los costos de transacción y, con ello, se merma considerablemente la eficiencia del sistema.

En el más reciente reporte global de competitividad elaborado por el Foro Económico Mundial, Colombia obtuvo un puntaje de 3.33 en el factor de instituciones, que lo ubica en el puesto 112 entre una muestra de 138 países evaluados. Este resultado procede de la valoración conjunta hecha por esta entidad en varios grupos de indicadores. El primer grupo tiene que ver con la capacidad del país para proteger los derechos de propiedad, tanto de los bienes y servicios como de la propiedad intelectual; el segundo grupo evalúa la ocurrencia de prácticas irregulares de pagos en la contratación pública o entre particulares; el tercero tiene que ver con la eficiencia y transparencia del sistema judicial y las entidades públicas, y el cuarto se relaciona con el grado en el que el sector privado realiza acciones concretas para mejorar la transparencia en su gestión interna y su relacionamiento con los actores involucrados.

Resulta, entonces, de gran importancia analizar el aporte que la empresa privada está haciendo a la solución de estos problemas. La Facultad de Administración de Empresas de la Universidad Externado de Colombia realiza, en asocio con la organización Transparencia por Colombia, la Encuesta Nacional sobre Prácticas contra el Soborno. El estudio sugiere que el sector privado debe emprender acciones que mitiguen el riesgo de ocurrencia de prácticas irregulares. Esto lleva a pensar que existe un elemento de corresponsabilidad, en el que los particulares y el Estado comparten la tarea de identificar y prevenir estas prácticas. El 91 % de los empresarios encuestados percibe que se ofrecen sobornos en el entorno de los negocios, destacándose el cierre de negocios, la contratación y la agilización de trámites, como los ámbitos más comunes de ocurrencia. Si bien los encuestados afirman que las razones provienen de la presión mismas que ejerce la contraparte, también reconocen que se busca agilizar trámites u obtener beneficios en ellos, y que muy pocas veces se hace lo suficiente de parte de la empresa privada para evitar que estos hechos ocurran, ya que no se promueven mecanismos de autocontrol.

La corrupción es un fenómeno muy complejo en el que intervienen factores de tipo económico, pero también cultural. Su comprensión demanda una aproximación interdisciplinaria que permita comprender los diferentes tipos de incentivos que condicionan el comportamiento de las personas en los ámbitos público y privado, así como los efectos que su ocurrencia tienen sobre el desarrollo y la competitividad de los países.

En ese orden de ideas, es importante destacar el esfuerzo emprendido por la Universidad Externado de Colombia para realizar un estudio sobre la corrupción en Colombia. A este esfuerzo se han sumado varias Facultades de la Universidad e investigadores de diferentes disciplinas. Es un enfoque investigativo característico del Externado de Colombia, que se ha evidenciado en el paso en estudios como el de Minería y Desarrollo, que dio como resultado cinco tomos que dan cuenta de la complejidad de estos fenómenos. Los resultados del estudio sobre corrupción que pronto esperamos dar a conocer será, sin duda, un aporte al análisis del tema, pero también al diseño de soluciones innovadoras a estas problemáticas en el país.