10.18601/01233734.n34.05

EVALUACIÓN DEL COMPORTAMIENTO DE LOS INDICADORES DE EFECTIVIDAD Y EVA DE LAS EMPRESAS DEL SECTOR FERRETERÍA EN COLOMBIA

EVALUATION OF THE BEHAVIOR OF THE EFFECTIVENESS AND EVA INDICATORS OF COMPANIES IN THE HARDWARE SECTOR IN COLOMBIA

JORGE ALBERTO RIVERA GODOY*
LEIDY MILEY LAVERDE PLAZAS**

* Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales. Profesor titular de la Facultad de Ciencias de Administración de la Universidad del Valle, Cali (Colombia). Correo electrónico: jorge.rivera@correounivalle.edu.co.
** Contadora Pública, Universidad del Valle, Cali (Colombia). Correo electrónico: leidy.laverde@correounivalle.edu.co

DOI: http://dx.doi.org/10.18601/01233734.n34.05


RESUMEN

Conocer el desempeño financiero del sector ferretero colombiano en el período 2012-2018 es el propósito de este artículo. Para tal efecto se aplica como metodología el análisis de indicadores financieros que evalúan su crecimiento, eficiencia, eficacia y efectividad.

Se halla que las ventas y el activo neto operacional crecen; se logran rendimientos contables anuales fluctuantes que dependen básicamente de la eficacia en el control de erogaciones y del empleo de un apalancamiento financiero positivo, aunque menguados por una desmejora en la eficiencia de la utilización de los activos. No obstante, cada año se destruye valor económico agregado (EVA), pues el rendimiento del activo neto operacional no supera al costo de los recursos financieros.

Este desempeño discrepa del sector afín en los Estados Unidos de América, en el que se presentan utilidades contables y residuales todos los años.

Esta investigación puede complementarse con estudios que permitan segmentar la población en grupos homogéneos en cuanto a su estructura jurídica, tamaño, edad y localidad geográfica.

Palabras clave: valor económico agregado (EVA); valor de mercado agregado; desempeño financiero; indicadores financieros de eficiencia, efectividad y eficacia; sector ferretería en Colombia.


ABSTRACT

Knowing what the financial performance of the Colombian hardware sector has been in the period 2012-2018 is the purpose of this article, for this purpose the analysis of financial indicators that evaluate its growth, efficiency, efficacy, and effectiveness is applied as a methodology.

It is found that sales and operating net assets grow; fluctuating annual accounting yields are achieved that basically depend on the efficiency in the control of expenditures and the use of a positive financial leverage, although reduced by a deterioration in the efficiency of the use of assets. However, each year it destroys economic value added (EVA), because the return on net operating assets does not exceed the cost of financial resources,

This performance differs from the related sector in the United States of America, in which accounting and residual profits are presented every year.

This research can be complemented with studies that allow the population to be segmented into homogeneous groups in terms of legal structure, size, age, and geographic location.

Keywords: Economic value added (EVA); market value added; financial performance; efficiency, effectiveness and efficacy financial indicators; hardware sector in Colombia.


1. INTRODUCCIÓN

El sector ferretería en Colombia vivió en el septenio 2012-2018 una gran encrucijada para poder mantener su crecimiento, dadas la caída que presentó el sector construcción y la presencia de grandes superficies comerciales; el sector ferretero tradicional ha tenido que fortalecerse en prácticas comerciales y de gestión administrativa, que le permitan optimizar el manejo de sus inventarios y cartera, como el resto de activos operacionales, mejorar el servicio al cliente y sacar el máximo provecho a sus fortalezas, como es la "vecindad", la agilidad de respuesta y el servicio posventa. Estas actividades son deseables en la medida que hayan tenido un impacto positivo sobre su efectividad para producir utilidades sobre la inversión y su creación de valor. Esta es la intención principal de nuestra investigación, que pretende, en parte, solventar la insuficiente información que se posee de su comportamiento financiero en este septenio.

La metodología empleada es análisis de los indicadores financieros históricos del septenio 2012-2018, tomándolos como fuente de información contable y de mercado, con el ánimo de evaluar el crecimiento, la eficiencia en la utilización del activo, la eficacia en la administración de la erogación operativa y financiera y el apalancamiento financiero, como factores que afectan la efectividad en el logro de utilidades y la creación de valor.

Los hallazgos de esta investigación revelan que las ventas y activos crecieron en todo el septenio, salvo una caída en el 2015; se logran rendimientos contables, cuya orientación variable obedece a los altibajos de la eficacia en el control de costos y gastos, que es incrementada por el empleo de un apalancamiento financiero positivo, mientras que el deterioro a través de los años de la eficiencia en el uso de activos ha reducido la efectividad, pero con una menor significancia que los dos factores anteriores.

Sin embargo, el sector ferretería en Colombia destruye EVA cada año, que se refleja en que lo deja con un VMA negativo en el septenio. Esto ocurre porque el rendimiento del activo neto operacional no supera al costo de capital, a pesar de su crecimiento en ventas y en activos netos operacionales.

Estos hallazgos son comparados con las empresas de mayores ventas de este sector en el país y con indicadores del sector afín en Estados Unidos de América.

El artículo se organiza de la siguiente manera: primero, se presentan el marco teórico y la metodología, en que se escogen y definen los indicadores financieros adecuados para esta evaluación; segundo, se determinan y revelan indicadores de desempeño financiero de otros sectores afines que sirven como referentes en el medio nacional e internacional; tercero, se realiza una descripción sucinta del sector ferretería en Colombia; cuarto, se examinan los indicadores del desempeño financiero de este sector en el septenio; quinto, se contrastan y evalúan estos indicadores con los obtenidos en sectores referentes, y para culminar se concluye sobre el desempeño financiero de este sector en Colombia.

2. MARCO TEÓRICO Y METODOLOGÍA

Para cumplir con el objetivo de este estudio se sigue como marco teórico y metodológico el empleado por Rivera y Rendón (2019). El enfoque de la investigación es cuantitativo y se emplea como método el análisis estático y de tendencias de indicadores contables y de gestión del valor que están más vinculados con el desempeño financiero de organizaciones de un sector real de la economía.

Por el lado de indicadores contables se escogieron los de crecimiento, eficiencia, eficacia y efectividad, en tanto que por el lado de los indicadores de gestión del valor elegidos se seleccionaron el valor económico agregado (EVA) y el valor de mercado agregado (VMA).

Los indicadores de crecimiento estiman el desarrollo del sector en relación con las ventas, activos y utilidad neta.

Los indicadores de eficiencia miden la intensidad con que las firmas manejan sus activos para generar ventas (Wild, Subramanyam y Hasley, 2007); entre estos se destacan la rotación: del activo total, del activo fijo, del activo operacional, del inventario y de la cartera (Rivera, 2004). Para hallar cada uno de estos indicadores se dividen las ventas entre el promedio anual de la clase de activo, excepto en el de inventario donde se toma por numerador el costo de venta, dado que el inventario está dado a valor de costo.

Los indicadores de eficacia miden el efecto que tienen los costos y los gastos de las organizaciones sobre su margen de utilidad, como ocurre con los que influyen sobre los márgenes de las utilidades: bruta, operacional, operacional después de impuestos y neta (Rivera, 2004). Estos indicadores se calculan dividiendo cada una de las utilidades entre las ventas.

Los indicadores de efectividad miden las utilidades que reciben los inversores de las empresas y sus dueños por la inversión realizada; el primero mediante el rendimiento del activo (ROA) y el segundo por medio del rendimiento del patrimonio (ROE)1. En el sistema Dupont se establece que el ROA es el producto de la rotación de activos y del margen de utilidad operacional después de impuestos; mientras que con el sistema Dupont ampliado el ROE es el producto de la rotación de activos, el margen de utilidad neta y el apalancamiento financiero2 (Ross, Westerfield y Jordan, 2018). Es decir, la efectividad medida por el ROA surge del producto de la eficiencia por la eficacia; mientras la efectividad que se obtiene por el ROE se logra del producto de la eficiencia, la eficacia y el apalancamiento financiero (Rivera, 2004).

Aunque el ROA, el ROE y la utilidad por acción (UPA) son considerados como unos de los principales indicadores basados en información contable para examinar el desempeño de las organizaciones, han sido polemizados porque no consideran el riesgo ni el costo de capital propio (Stern y Willette, 2014), además de estar expuestos a ser manipulados (Salaga, Bartosova y Kicova, 2015), lo que ha motivado el aparecimiento de nuevos modelos gerenciales basados en el valor, que pretenden medir el desempeño financiero mediante cálculo de la utilidad residual; el EVA es el más conocido (Worthington y West, 2001).

El EVA es la utilidad residual que resulta de restar un cargo por la utilización del capital a la utilidad operacional después de impuestos (Stewart, 2000), tal como se expresa en la ecuación (1):

EVAt = UODIt - Cargo de capitalt, (1)

donde UODIt es la utilidad después de impuestos en el período t, y el cargo de capital en el período t es igual a:

Cargo de capitalt = (ANOt-1)(Kot), (2)

en que es el activo neto operacional al principio del período. La variable ANOt-1 es la sumatoria del capital de trabajo neto operativo KTNOt-1 y del activo fijo neto operacional AFNOt-1:

ANOt-1 = KTNOt-1 + AFNOt-1, (3)

El KTNOt-1 es la diferencia entre los activos corrientes operacionales y los pasivos corrientes sin costo explícito. El AFNOt-1 resulta de restar a los activos fijos operacionales su depreciación.

El Kot es el costo de capital medio ponderado del período t; según Modigliani y Miller (1963, p. 441), se calcula así:

Kot = Ke(1 - L) + Ki(1 - t) L, (4)

donde Ke es el costo del capital propio o costo de oportunidad3. L es el nivel de endeudamiento que resulta de dividir la deuda con costo explícito entre el activo neto operacional ANO. Ki es el costo de la deuda, pero como los intereses son deducibles de la base gravable de la firma, el costo de la deuda después de impuestos sería Ki(1 - t) ; la t representa la tasa de impuestos de la firma.

Stewart (2000, p. 163) presenta una segunda forma de calcular el EVA:

EVA = (ANOt-1)[(UAIIt)(1 - t)/ (ANOt-1) - (Kot)] (5)

donde UAIIt)(1 - t)/(ANOt-1) es el rendimiento después de impuestos del activo neto operacional. A la diferencia entre el rendimiento después de impuestos del activo neto operacional ANOy el costo de capital medio ponderado Kot se le conoce como el porcentaje de utilidad o pérdida residual.

Al traer a valor actual el EVA de varios años, se obtiene el valor de mercado agregado VMA del período evaluado, que matemáticamente se puede expresar de la siguiente forma:

VMA = Σj=nj=1 EVAj / (1 + Koj)j (6)

También se determina el EVA que genera el capital propio, aplicando la siguiente ecuación:

EVA de capital propiot = (Patrimoniot-1)(ROE - Ke) (7)

Se examina la gestión del valor con el EVA y sus inductores: UODI, ANO, Ko; así como el EVA de capital propio y sus inductores Patrimonio, ROE y Ke.

Además, se halla el EVA que genera cada unidad monetaria del ANO por medio de la relación EVA/ANO, como también la utilidad operativa después de impuestos que se requiere para crear una unidad monetaria de valor económico agregado por medio del indicador UODI/EVA.

El desempeño financiero del sector ferretería en Colombia es comparado con otros sectores similares en el entorno nacional e internacional.

3. ESTUDIOS DE REFERENCIA DEL DESEMPEÑO FINANCIERO DEL SECTOR FERRETERÍA

En la tabla 1 se recopilaron, calcularon y organizaron los indicadores de desempeño financiero para un promedio de 32 empresas de mayores ventas del sector ferretería en el período 2012-2018, de la publicación anual de la revista Dinero del "ranking de las cinco mil empresas más grandes de Colombia".

Las grandes firmas del sector ferretería crecieron en este período, mostrando un aumento continuo de sus ventas, activos, patrimonio y utilidad neta entre 2012-2017, aunque con una caída de estos tres últimos en el año 2013 (particularmente la disminución del activo fue alta, el sector no logró recuperarla en el resto del período); el ebitda también crece del 2012 al 2016. En todos los indicadores se observa un decrecimiento en el último año (tabla 1, parte a).

La rotación de activos aumenta hasta el 2015, cae en el siguiente año a 1,5 veces y se mantiene invariable hasta el final del período. La rotación promedio en el septenio fue de 1,4 veces (tabla 1, parte b).

Los indicadores ebitda/ventas y utilidad neta/ventas siguen tendencias contrarias: mientras el primero aumenta hasta el 2016 y luego cae en los dos siguientes años, el segundo disminuye hasta 2015, se mantiene estable en el 2016, después sube en el 2017, y se mantiene invariable en el 2018, lo que demuestra que las erogaciones por intereses, impuestos, depreciación y amortización hacen cambiar la orientación de estos dos indicadores de eficacia. Su promedio es de un 7,6 % y un 3,9 %, respectivamente (tabla 1, parte c).

El apalancamiento financiero promedio fue de 225,4 %, con un aumento en los tres primeros años, en los cuales pasa de 136,4 % en el 2012 a 264,7 % en el 2015, seguido de una caída en los siguientes dos años hasta llegar a un 215,9 % en el 2017, para volver a aumentar en el 2018 a un 231,5 %, como se observa en la tabla 1, parte d.

El rendimiento promedio del patrimonio fue de 12,4 %; inicia con un aumento hasta alcanzar un 14,9 % en el 2015, luego se contrae a un 13,7 % en el siguiente año y se mantiene así hasta el 2017, para repuntar de nuevo en el 2018 a un 14,4 %. Este indicador sigue un comportamiento similar al apalancamiento financiero y a la rotación de activos, separándose un poco de esta orientación en el 2017 con el primero, y en el 2018 con el segundo (tabla 1, partes e, d y b).

De Damodaran (2019) se tomó información de un promedio de 8 empresas del sector suministro de materiales de la construcción al por menor en los Estados Unidos de América en el período 2012-2018, de donde se obtuvieron los indicadores de desempeño financiero presentados en la tabla 2.

Este sector crea anualmente valor económico agregado. Entre 2012 y 2014 el EVA varía, pasando de su valor más bajo en el 2012 ($US 3.300 MM) al segundo más bajo en el 2014 (US$ 4.222 MM) en el septenio, pero a partir del 2015 ($US 6.704 MM) aumenta hasta llegar al valor más alto del septenio en el 2017 ($US 13.521 MM), pero vuelve a disminuir en el último año a $US 12.654 MM. Este comportamiento es similar a la orientación de la UODI, excepto para el 2018, y solo es diferente a la orientación del cargo de capital en el año 2014 y en el período 2016-2018. El cargo de capital se comportó de manera similar al costo de capital.

Se aprecia que la UODI fue superior al cargo de capital en cada año; lo mismo ocurre con la UODI/ANO comparada con Ko, generando un porcentaje promedio de utilidad residual para los inversionistas del 13,3 % en el período (21,4 % menos 8,1 %).

El valor presente de los EVA generados durante los siete años fue de US$ 37.728 MM a 1 de enero de 2012, lo que muestra que en este septenio el sector ha cumplido con su objetivo financiero de crear valor económico.

El EVA del capital propio es positivo y creciente a lo largo del septenio; es semejante a lo que sucede con el ROE. La creación de valor anual para los propietarios se explica porque el ROE es superior al Ke; en promedio, el porcentaje de esta utilidad residual para los propietarios es del 42,7% (51,9% menos 9,2%).

4. EL SECTOR FERRETERÍA EN COLOMBIA

Las empresas del sector ferretería en Colombia se clasifican en el CIIU 4752, que corresponde al comercio al por menor de artículos de ferretería, pinturas y productos de vidrio en establecimientos especializados. Esta clase de grupo incluye:

El comercio al por menor de artículos de ferretería (incluidos artículos eléctricos), pinturas, barnices, lacas, vinilos, masillas, esmaltes, pigmentos, solventes, removedores de pintura, etc., y vidrio plano. El comercio al por menor de materiales de construcción para reparaciones caseras. El comercio al por menor de baldosas de corcho para pisos. El comercio al por menor de material y equipo de bricolaje. Las actividades de comercio al por menor de segadoras de césped de cualquier tipo y el comercio al por menor de saunas. Las actividades de las marqueterías, que son establecimientos dedicados a la enmarcación de cuadros y otros. (DANE, 2012, pp. 330-331)

En Colombia, el mercado de este sector se divide en cuatro segmentos: la ferretería enfocada en la construcción (35 %), con productos como cemento, ladrillo, lavaderos y otros materiales pesados. La ferretería generalista (35 %), con productos como tornillos, materiales de plomería y pinturas de menor tamaño. La ferretería eléctrica (10 %), con productos como cables, cintas aislantes, destornilladores, interruptores y tomacorrientes, etc. La ferretería de herramientas (20 %), con productos como alicates, martillos, taladros, llaves de tuercas, etc. (Sura, 2013, p. 3).

El crecimiento del sector comercio al por mayor y al detal en el período 2012-2018 ha sido superior o igual al crecimiento total de la economía del país, excepto en el 2013, como se observa en la tabla 3. Solo se mantuvo igual en los años 2012 (3,9 %) y 2015 (3,0 %). Esto evidencia el significativo aporte de este sector al crecimiento del PIB, el cual ha sido al menos del 6,6 %, como sucedió en el 2013, y hasta 13,3 % en el 2016, que fue su mayor aporte en el septenio. Además, en estos siete años el sector comercio participó entre un 7,4 % y un 7,6 % del PIB nacional.

En el sector ferretero hay cerca de 13.700 mipymes4 que crean al menos 26 mil empleos (Sura, 2013, p. 3).

El sector ferretero presentó dificultades en este septenio debido a que su desarrollo está ligado al comportamiento del sector de la construcción que, después de crecer 11,3 % en el 2013, vio cómo se reducía su crecimiento en el 2014 a 8,9 %, después a 6,3 % en el 2015, hasta llegar a un 3,6 % en el 2016, y fue más crítico en el año 2017 cuando decreció a -2,0 %, con una leve recuperación en el 2018, pero aún con un porcentaje negativo de -0,4 % (DANE, 2020).

También se presentan debilidades por parte de las mipymes de este sector frente a las cadenas comercializadoras o grandes superficies, como sucede, por ejemplo, con la gestión del inventario, que reviste una gran complejidad, pues una ferretería tiene entre 10 mil y 15 mil productos (Sura, 2013, p. 3), con la asesoría requerida por una clientela cada vez más informada, y con las dificultades de ofrecer créditos.

Con el ánimo de contrarrestar esta situación se han venido diseñando y ejecutando programas para agrupar negocios tradicionales de ferreterías de barrios como la "Escuela de Ferreteros" promovida por Casa Tienda con el apoyo del BID y que hace parte del clúster de la construcción de la Cámara de Comercio de Medellín (Arias, 2017), y como "Construrama", iniciativa que ha sido impulsada por Cemex desde el 2013 (Cemex, 2017).

5. DESEMPEÑO FINANCIERO DEL SECTOR FERRETERÍA EN COLOMBIA

Para determinar los indicadores de desempeño financiero se tomaron los estados financieros de la base Benchmark de BPR Asociados Sales & Credit Management (2019) y Superintendencia de Sociedades (2019) de un promedio de 163 organizaciones colombianas del sector ferretería (CIIU 4752) en el período 2012-2018. De estas bases se obtuvo información del siguiente número de empresas: 190 en el 2012, 196 en el 2013, 207 en el 2014, 195 en el 2015, 150 en el 2016, 107 en el 2017 y 99 en el 2018. En el anexo se identifica cada una de ellas.

EVALUACIÓN DEL CRECIMIENTO

Se observa un crecimiento anual de las ventas y activos, solamente interrumpido por una caída en el año 2015; mientras tanto, las utilidades netas fluctúan los primeros cuatro años, pero luego crecen. En el septenio las ventas aumentan un 95,7 %, los activos un 146,5 % y las utilidades netas 121,5 %, y sus promedios fueron de $ 12.903 MM, $ 8.898 MM y $ 336 MM respectivamente (tabla 4).

EVALUACIÓN DE LA EFICIENCIA

La rotación de cartera varía en los primeros cinco años y cae en los dos últimos años; en promedio se rota la cartera 6,8 veces al año; se encuentra una mayor eficiencia en la gestión de cartera en el año 2012 (7,6 veces) y una menor eficiencia en el 2018 (5,6 %). La rotación de inventario decae los cuatro primeros años, hasta llegar a su menor nivel de eficiencia en la administración de inventarios en el 2015 con 2,9 veces, pero al año siguiente mejora su eficiencia (3,9 veces), a tal punto que es la mejor de los siete años evaluados, aunque vuelve a fluctuar en los siguientes años; en el septenio rota en promedio 3,5 veces al año. La rotación de activos fijos y la rotación de activos totales presentan un comportamiento semejante a lo largo del periodo estudiado: caen hasta el 2015, se recuperan en el 2016, pero vuelven a bajar en 2017, conservando esa misma rotación para el 2018. La mayor eficiencia en la gestión de activos fijos ocurre en el 2012 (7,8 veces) y la menor en el 2018 (4,3 veces); su rotación promedio fue de 5,9 veces. Por su parte, los activos totales fueron gestionados de manera más eficientes en el 2012 y el 2016 (1,8 veces) y de forma menos eficiente entre el 2017 y 2018 (1,5 veces); su rotación promedio fue de 1,6 veces. Se observa que el septenio comienza con la mejor eficiencia en el manejo de recursos económicos, pero termina con los niveles más bajos; esto se puede corroborar al revisar estos indicadores en la gestión de cartera, de activos fijos y de activos totales. En términos generales, en el septenio se tuvo una mayor eficiencia en la gestión de cartera, seguida de la gestión de activos fijos y la gestión de inventarios. La gestión de activos totales se reduce bastante porque se incluye activos no operacionales (tabla 5).

EVALUACIÓN DE LA EFICACIA

En la tabla 6 se puede observar que existen diferencias en el comportamiento de los márgenes de utilidad en los siete años evaluados. El margen de utilidad bruta inicia el septenio con la mayor eficacia en el 2012 (25,0 %), luego oscila hasta el 2015, cuando cae al menor índice de eficacia bruta (21,6 %), después sube en los siguientes dos años, pero vuelve a caer en el último año. El margen de utilidad operacional baja del 2012 al 2013, año en el cual se presenta la menor eficacia operacional del septenio (3,4%), luego sube este indicador hasta el 2017, y logra la mayor eficacia operativa (5,9 %), que conserva hasta el 2018. El margen de utilidad neta fluctúa en el primer trienio, que en dos años consecutivos logra uno de los menores (2013: 2,2 %) y mayores (2014: 2,9 %) indicadores de eficacia neta; en el siguiente bienio desciende y deja el 2016 como otro año de menor eficacia neta; posteriormente, en el último bienio asciende hasta llegar en el 2018 a otro año que marca una mayor eficacia neta. La eficacia operativa y la neta tienen en común su pico más bajo en el 2013 y el más alto en el 2018 (tabla 6).

El promedio del margen bruto (23,6 %) y de la utilidad operacional (4,8 %) muestran que el costo de venta (76,4 %) y el gasto de administración y venta (18,8 %), en su orden, son las dos erogaciones operacionales que más afectan en la administración eficaz del sector. Mientras que las partidas no operacionales representan el 2,2 %, con una utilidad neta promedio de 2,6 %.

Cabe anotar que los márgenes anuales fueron positivos.

EVALUACIÓN DE LA EFECTIVIDAD

El ROA promedio del septenio fue de 4,8 %, resultado de la combinación del margen UODI (3,1 %) y de la rotación de activos totales (1,6 veces). El comportamiento del ROA varía a lo largo del septenio, resultado de un aumento del margen de la utilidad operacional después de impuestos a partir del 2014, y una disminución de la rotación de activos totales, solamente interrumpida en el 2016 por un aumento de la eficiencia en el uso de activos, y en el 2018 por mantener igual la eficiencia del año anterior (tabla 7).

Lo que permitió que el ROA no decayera fue el aumento de la eficacia en el control de costos y gastos operacionales porque se notó un deterioro casi permanente de la eficiencia en el uso de los activos; es decir que la efectividad del sector en generar utilidades para sus inversionistas se vio impulsada por la eficacia en el control de costos y gastos operacionales, pero contrarrestada por la desmejora en la eficiencia de la gestión de activos.

El ROA más bajo (3,3 %) se presentó en el 2013, año en que el margen de utilidad operacional después de impuestos fue menor (1,9 %), mientras que el año 2018 fue lo contrario: el de mayor ROA (5,9 %) y el de mayor margen de utilidad operacional después de impuestos (4,1 %).

De otro lado, el ROE promedio fue de 9,3 %, producto de los siguientes indicadores: el margen de utilidad neta (2,6 %), la rotación de activos totales (1,6 veces) y el apalancamiento financiero (227,7 %). En este septenio el ROE se comporta de una forma fluctuante5, siguiendo la tendencia del margen de utilidad neta. El ROE más bajo (8,2 %) y el más alto (10,6 %) se presentaron en dos años consecutivos, 2013 y 2014; justo esos años tuvieron los márgenes de utilidad neta más bajo (2,2 %) y más alto (2,9 %). Aunque el apalancamiento financiero no mantuvo una correlación con el ROE, sí contribuyó a aumentarlo, y en parte compensar la reducción de la eficiencia en el uso de los recursos entre el 2014 y el 2015, dado que en esos años aumentó. Como el margen de utilidad neta fue positivo en cada uno de los años, el sector se pudo beneficiar de un apalancamiento financiero positivo. En síntesis, la variación de la efectividad en la consecución de utilidades para los dueños (ROE) de este sector obedece primordialmente a la eficacia (margen neto) que es incrementada por el apalancamiento financiero; por el contrario, la desmejora de la eficiencia (rotación del activo) en casi todo el septenio contrarrestó el logro de una mayor efectividad.

Como el promedio del ROE (9,3 %) fue mayor que el del ROA (4,8 %), pero con un promedio del margen de la utilidad neta (2,6 %) inferior al promedio del margen de la utilidad operacional después de impuestos (3,1 %), muestra que a pesar que los resultados no operacionales redujeron un 5 % el margen de utilidad neta, fue el apalancamiento financiero (227,7 %) el que permitió que el rendimiento de los propietarios fuera superior al de los inversores.

EVALUACIÓN DEL VALOR ECONÓMICO AGREGADO DEL SECTOR FERRETERÍA EN COLOMBIA (2012-2018)

La empresa promedio colombiana del sector ferretería ha destruido valor económico agregado en cada uno de los años del período 2012-2018, en promedio $ -430 MM anuales. La destrucción del EVA aumenta desde el 2012 hasta el 2015, pero luego cambia de tendencia y reduce esta destrucción hasta el 2017. El EVA sigue un comportamiento semejante al de la UODI, excepto en el 2014, pero no es contrario al del cargo de capital que, después de bajar en el 2013, crece hasta el final del septenio, con solo una caída en el 2017. Como la UODI no superó el cargo de capital en ningún año, es señal de que los recursos invertidos no logran generar los rendimientos requeridos por los inversionistas; en promedio anual los inversionistas aspiraban a ganar al menos $ 850 MM, pero solo lograron $ 420 MM (tabla 8).

Los inductores del cargo de capital se exhiben en la parte a de la tabla 8: el ANO aumenta año a año, con una corrección en el 2015; el promedio es $ 5.930 MM; mientras que el costo de capital medio ponderado, después de caer en el 2013, fluctúa cada dos años hasta el 2017, se mantiene constante en el último año y alcanza un promedio del 14,4%. El Ko presenta una mayor correlación positiva con el cargo de capital que la que tiene este último con el ANO.

Los indicadores del inductor UODI se exhiben en la parte b de la tabla 8 y en la tabla 4: la UAII y los impuestos presentan una correlación positiva con el UODI, pero el comportamiento de la UAII difiere de la tendencia de los rubros que la conforman, como son las ventas, el costo de ventas, la utilidad bruta y los gastos de venta para el 2013, y de los gastos de administración para el 2013 y el 2014.

Los indicadores del inductor ANO, que se presentan en la parte c de la tabla 8, muestran que la única disminución del ANO en el período se produjo por una reducción del KTNO y el AFNO en el 2015; en el resto de años crecieron. El KTNO representa aproximadamente el 63,9 % del ANO: en promedio el KTNO fue de $ 3.851 MM, mientras que el AFNO fue de $ 2.079 MM.

Los indicadores del inductor Ko, que figuran en la parte d de la tabla 8, indican que su comportamiento está ligado a la tendencia del Ke, excepto en el último año, no solo por la correlación positiva en los primeros seis años, sino porque el aporte de capital propio fue mayor (el endeudamiento promedio fue de L = 35,8 %). Ki y L y t no mantienen una correlación positiva con Ko, y el impacto que tiene sobre su comportamiento es una combinación de sus tendencias, que son cambiantes. El Ke fue superior al Ki durante el período, y esto se ve reflejado en el promedio: Ke = 19,2 % > Ki = 8,7 %.

Al evaluar el porcentaje de utilidad o pérdida residual se observa que Ko fue superior a UODI/ANO cada año, lo que corrobora el motivo por el cual este sector destruye valor. El porcentaje promedio de la pérdida residual fue de 7,7 % (diferencia entre el promedio UODI/ANO = 6,7 % y el promedio de Ko = 14,4 %). El indicador UODI/ANO crece entre 2014 y 2018, salvo una caída en el 2017, y en el septenio sigue una tendencia semejante a su inductor UODI/Ventas, excepto para el 2017, pero contraria al inductor Ventas/ANO, salvo para el 2013 (tabla 8, parte e).

El VMA del sector ferretería en Colombia al 1 de enero de 2012 fue de $ -1.761 MM, que corrobora la destrucción de valor económico durante el septenio, a pesar de que el sector ferretería generó utilidades, márgenes y rendimientos contables positivos en cada uno de los años (parte f de la tabla 8, y tablas 4, 6 y 7).

El EVA/ANO y el UODI/EVA presentan valores negativos en todos los años, con dos tendencias diferentes en 2012-2015 y 2016-2018. El EVA/ANO desciende en el primer cuatrienio y asciende en el siguiente trienio; lo contrario sucede con la UODI/EVA. Al interpretar EVA/ANO promedio del septenio, se puede indicar que por cada peso invertido (ANO) se destruye -0,08 de EVA. En el primer cuatrienio este indicador desmejora; el 2015 es el año que más se destruye valor (-0,14) y en el siguiente trienio se cambia la tendencia y comienza a mejorar hasta llegar al 2018, donde se destruye menos valor (-0,04). Con el indicador UODI/EVA promedio del período se muestra que por cada peso de destrucción de EVA se requiere 1,04 de UODI; en un escenario de destrucción de EVA, es favorable que este indicador sea alto; al analizar los indicadores en todos los años, se corrobora que el año menos malo fue el 2018 (-1,85) y el más malo fue el 2015 (-0,45), como se aprecia en la tabla 9.

De otro lado, el EVA de capital propio es negativo en todos los años, con tendencia a destruir más valor para los propietarios desde el 2012 (año con menor destrucción: $ -125 MM) hasta el 2015 (año con mayor destrucción: $ -530 MM), pero a partir del 2016 se reduce esta destrucción hasta el 2017, y al año siguiente vuelve a aumentar la destrucción de valor. Su comportamiento no es totalmente afín al ROE, pero sí contrario al Ke a partir del 2014. La destrucción promedio anual fue de $ -370 MM. Se destruye valor porque su rendimiento es inferior a su costo de oportunidad; esto se refleja al comparar el promedio del ROE (9,3 %) versus el promedio del Ke (19,2 %), como se aprecia en la tabla 10.

6. ANÁLISIS Y CONTRASTES DE LOS RESULTADOS

En este apartado se comparan los principales indicadores financieros relacionados con el crecimiento, eficiencia, eficacia, efectividad y el valor económico agregado del sector ferretería en Colombia (SFC) con los datos obtenidos de la revista Dinero, entre 2012 y 2018, de las grandes empresas del sector de ferretería (GSFC) y la información hallada de la base de datos de Damodaran (2019) acerca del sector suministro de materiales de la construcción al por menor en los Estados Unidos de América (SFEUA).

CRECIMIENTO

Los valores anuales y promedios del septenio de las ventas, activos y utilidad neta del SFC encontrados en este estudio son inferiores a los que se muestran en las GSFC, esto debido a que estas últimas solo consideran a las empresas de mayor tamaño en Colombia. Se observa que los comportamientos de estos tres indicadores no son exactamente semejantes para el SFC y las GSFC: las ventas se incrementan, pero caen para el SFC en el 2015, mientras que en las GSFC disminuyen en el 2018; los activos aumentan, sin embargo bajan en el SFC en el 2015, mientras que en las GSFC se reducen en el 2013 (de una forma pronunciada) y en el 2018; la utilidad neta varía hasta el 2015 en el SFC, luego sube, mientras que en las GSFC la variación es solo hasta el 2014, luego crece hasta el 2017, para caer en el último año (tabla 11).

En términos relativos, el crecimiento en el septenio de las ventas y la utilidad neta fue mayor en el SFC, pues aumentaron 95,7 % y 121,5 %, respectivamente, comparadas con los incrementos en las GSFC que fueron de 55,2 % y 51,0 %; en cuanto a los activos, el desbalance se mantiene, pero con la diferencia que en las GSFC hubo decrecimiento (- 45,9 %), mientras en el SFC creció un 146,5 %.

EFICIENCIA

La rotación promedio de los activos totales en el SFC (1,6 veces) es mayor que la de las GSFC (1,4 veces); además, la variabilidad de este índice fue menor para el SFC (σ = 0,2 veces vs. 0,4 veces de las GSFC), lo que muestra una mayor y más estable eficiencia en el uso de los recursos por parte de las empresas del SFC (tabla 12).

EFICACIA

El promedio del margen de utilidad neta en el septenio fue superior en las GSFC (3,9 % vs. 2,6 % en el SFC), manteniendo una estabilidad similar (σ = 0,3 %), lo que muestra una menor eficacia en la gestión de control de los costos y gastos por parte del SFC (tabla 13). Los márgenes netos siempre fueron positivos, pero sin seguir un comportamiento similar en todos los años del período de estudio.

APALANCAMIENTO FINANCIERO

El apalancamiento financiero promedio del SFC (227,7 %) es mayor que el de las GSFC (225,4 %); asimismo, la variabilidad de este índice es mayor en las grandes empresas (que se corrobora cuando se coteja σ, que es de 42,4 % para GSFC y 12,3 % para SFC); lo que evidencia el empleo de una ponderación de deuda más alta y constante en el septenio por parte del SFC, que lo comprometió a un mayor riesgo por endeudamiento (tabla 14).

EFECTIVIDAD

Al cotejar el ROE promedio del SFC (9,3 %), de las GSFC (12,4 %) y del SFEUA (51,9 %), se aprecia una amplia ventaja del sector en Estados Unidos de América, que se repite e en cada uno de los años, especialmente en los dos últimos, aunque con una mayor inestabilidad de su efectividad en el septenio (σ = 31,7%), en contraste con las empresas colombianas (σ = 4,2 % en las GSFC y σ = 0,9 % en el SFC). Ver tabla 15.

Al comparar el ROE de los dos grupos de firmas colombianas se encuentra que este fue menor en el SFC debido a que mostró un menor margen de utilidad neta (2,6 % vs. 3,9 % en las GSFC), y aunque el SFC lo supera en su eficiencia (1,6 veces vs. 1,4 veces en las GSFC) y en el apalancamiento financiero (227,7 % vs. 225,4 % en las GSFC), estos dos últimos factores no fueron suficientes para superar la efectividad de las GSFC. Igualmente se nota una menor variabilidad del ROE del SFC en comparación con el encontrado en las GSFC porque la rotación de activos y el apalancamiento financiero fueron más constantes6.

Estos resultados demuestran que la menor efectividad del SFC con relación a las GSARD se basó en su menor eficacia en el control de costos y gastos, siendo insuficiente su mayor eficiencia en el uso de los activos y haber utilizado un mayor apalancamiento financiero.

VALOR ECONÓMICO AGREGADO

En los siete años evaluados el EVA total del SFC fue negativo, mientras que en Estados Unidos de América fue positivo en todos los años7; ocurre lo mismo cuando se compara el EVA del capital propio, que es negativo para cada uno de los años en Colombia, en contraste con los valores positivos en Estados Unidos de América (tabla 16, partes a, b, c y d).

Al examinar los inductores del EVA total se halla que el promedio del indicador UODI/ANO es inferior en el SFC en relación con el SFEUA (6,7 % vs. 21,4 %), mientras que el promedio del Ko es superior en el SFC con respecto al Ko del SAEUA (14,4 % vs. 8,1 %), arrojando como diferencia un porcentaje de pérdida residual promedio en el SFC (-7,7 %) contra un porcentaje de utilidad residual promedio en el SAEUA (13,3 %).

En todos los años el Ko fue superior en el SFC, lo que revela el impacto del riesgo país, especialmente en los años 2015 y 2016.

Al revisar el ROE y el Ke en el EVA de capital propio del SFC y del SFEUA, se encuentra que el ROE del SFC es menor en cada año y en el promedio de los siete años (9,3 % vs. 51,9 % en el SFEUA), mientras que el Ke del SFC es mayor en cada uno de los años y en el promedio del septenio (19,2 % vs. 9,2% en el SFEUA). Esto muestra que la rentabilidad requerida por los dueños del SFC no alcanza a ser recompensada por la rentabilidad que este sector genera, como sí sucede en el SFEUA.

Los inductores de rendimiento del EVA total y del EVA del capital propio fueron más invariables en el sector ferretero en Colombia en relación con el SFEUA, como se puede confirmar al contraponer la σ de la relación UODI/ANO (1,5 % en SFC vs. 6,2 % en el SFEUA) y del ROE (0,9 % en el SFC vs. 31,7 % en el SFEUA), mientras los inductores del costo de capital fueron más inestables en el sector ferretero en Colombia en comparación con el SFEUA; esto se evidencia al confrontar la σ del Ko (3,4 % en el SFC y 1,1 % en el SFEUA) y del Ke (5,3 % en el SFC y 1,5 % en el SFEUA).

7. CONCLUSIONES

Del análisis realizado al sector ferretería en Colombia durante el septenio 2012-2018 se halló un crecimiento de sus ventas y activos, con un descenso en el 2015; una oscilación de su utilidad neta en el primer cuatrienio, pero con un posterior aumento. Las GSFC se apartan de estos comportamientos por la caída que tienen todas estas medidas de crecimiento en el 2018, la notoria reducción de los activos en el 2013 y la variación de la utilidad neta en el primer trienio.

El comportamiento fluctuante de su efectividad por lograr utilidades sobre el capital depende de tres factores, de los cuales los más notables son la eficacia en el control de costos y en el gastos, que es engrandecida por el apalancamiento financiero, y el deterioro de la eficiencia en la utilización del activo queda como el tercer factor.

En el septenio resultó ser menos efectivo el SFC que las GSFC, dado que el ROE promedio fue inferior (9,3 % vs. 12,4 %), aunque más estable puesto que su desviación estándar fue de 0,9 %, contra un 4,2 % en las GSFC. La menor efectividad obedece a su menor eficacia en el control de costos y gastos, presentando un margen de utilidad neta promedio de 2,6 % frente a un 3,9 % en las GSFC; que no logra compensar con su mayor eficiencia en el uso de activos (rotación de activos promedio 1,6 veces, frente a 1,4 veces en las GSFC) y con su mayor apalancamiento financiero (227,7 % vs. 225,4 % en las GSFC). La mayor estabilidad de la efectividad del SFC obedece a la mayor estabilidad de la rotación activos y del apalancamiento financiero.

Pero cuando el cotejo se realiza con el SFEUA, se nota una menor efectividad debido a que su ROE es superado por más de 5 veces por su análogo norteamericano, que es de 51,9 %; sin embargo, esta efectividad es más estable en el SFC (σ = 0,9 % vs. σ = 51,9 % en el SFEUA).

Si bien en el septenio el SFC obtuvo utilidades contables cada año, y que el activo neto operacional y las ventas crecieron, excepto en el 2015, no consiguió utilidades residuales en algún año, lo que significó un VMA negativo de $ -1.761 MM a 1 de enero de 2012. El SFC aumenta la destrucción de EVA hasta el 2015, luego disminuye esta pérdida residual hasta el 2017. Esto discrepa con el SFEUA, en el que se creó valor anualmente de forma creciente, solo interrumpido en los años 2015 y 2018. El SFC destruye valor porque el rendimiento de activos netos operacionales es menor que el costo de capital en los siete años estudiados; caso contrario ocurre con el SFEUA.

El SFC igualmente destruye EVA del capital propio cada año porque el rendimiento del capital propio no recompensa el costo de oportunidad de sus dueños, que disiente con los resultados presentados por el SFEUA donde este rendimiento supera lo esperado por los empresarios.

La destrucción de valor del SFC lo coloca en una desventaja competitiva frente a sectores homólogos externos, como el SFEUA, que encuentra posibilidades de ampliar su mercado, en detrimento del desarrollo del SFC, si es que este no encuentra alternativas para acrecentar la utilidad operacional después de impuestos y/o mecanismos para disminuir su cargo de capital.

Si bien en esta investigación se presentan los principales factores que influyen en el desempeño del SFC, podría profundizarse con estudios para grupos de empresas más homogéneos en cuanto a su tamaño, edad, ubicación geográfica, naturaleza jurídica y otros factores, reconocidos en el ámbito empresarial y en la literatura financiera.


NOTAS

1 ROA = utilidad operacional después de impuestos / activo promedio; ROE= utilidad neta / patrimonio promedio.
2 Apalancamiento financiero = activo promedio / patrimonio promedio.
3 Como las firmas que conforman este sector no cotizan en la bolsa de valores, se adopta la metodología del CAPM de Pure Play, explicada por Rivera y Alarcón (2012, pp. 89-90), para determinar Ke.
4 Junto con las grandes empresas, agrupa 26.407 establecimientos comerciales (Arias, 2017).
5 Aunque menos pronunciadas que el ROA. La σ del ROE es del 0,9 %, mientras que la del ROA es del 1,2 %.
6 La o de la rotación de activos en el SFC fue de 0,2 veces, mientras en las GSFC fue de 0,4 veces, y la o del apalancamiento financiero en el SFC fue 12,3%, frente a 42,4% en las GSFC; en tanto que la o de la utilidad neta fue similar para el SFC y las GSFC (0,3%). Ver tablas 1 y 7.
7 El VMA del septenio para el SFC fue negativo ($ -1.761 MM), en tanto que para el SAEUA fue positivo ($37.728 MMUS$).


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