LOS RIESGOS Y EL SISTEMA TURÍSTICO: UNA NUEVA APROXIMACIÓN

RISKS AND TOURISM SYSTEM: A NEW APPROACH1

Maximiliano Korstanje
Doctor en Psicología Social
Universidad de John F. Kennedy
Licenciado en Turismo
Universidad de Morón Argentina
maxikorstanje@hotmail.com

1Fecha de recepción: 24 de mayo de 2012. Fecha de modificación: 22 de junio de 2012. Fecha de aceptación: 14 de septiembre de 2012.


Resumen

El presente trabajo investiga los riesgos vinculados a los viajes y a las propiedades materiales desde una perspectiva innovadora. Son analizados junto a una copiosa recopilación bibliográfica, fuentes estadísticas de la Superintendencia de Seguros de la Nación aplicable al territorio argentino entre 2005 y 2009 constatando que existe una mayor propensión a contratar seguros para absorber riesgos no deseados. Asimismo, se contrasta cuáles son los ítems y seguros de mayor demanda en la sociedad. Por tratarse de estadísticas que abarcan al 100% del universo, estamos en condiciones de afirmar que nuestras conclusiones son censales y estadísticamente representativas. Intentamos, de una nueva forma, plasmar como se expresan los riesgos en una sociedad por medio de la demanda de pólizas de seguro y cobertura familiar o personal. El miedo a los accidentes automovilísticos en la ruta y los robos son dos de las cuestiones que más preocupan a los argentinos.

Palabras clave: Riesgo, Viaje, Seguro, Turismo, Accidentes.


Abstract

This research examines the risks related to travels and the personal effects from a innovative and quantitative perspective. A considerable bibliography is in depth examined, along with statistics information provided by the Superitendencia de Seguros de la Nación. This dataset applies on throughout Argentina from 2005 to 2009. Furthermore, we are aimed at describing what are the items and insurance more contracted for Argentine ans. Methodogically speaking, the sample en compasses the 100% of cases and it is statistical representative. By means of reading how and under what context argentines buy insurances, we are advancing to a new formof understanding the demand for policies of insurance. The concerns for the road accidents or even the crime and thefts are some of the most fear some questions at stake.

Keywords: Risk, Travels, Insurance, Tourism, Accidents.


Introducción

Los riesgos se ajustan a categorías previas que los definen similares a los tabúes. B. MALINOWSKI (1967) consideraba que la seguridad cumplía una función primordial en la organización política de los límites y en la configuración de la cultura, los valores culturales o prácticas prohibidas por la sociedad. Los peligros aceptados y reconocidos por la sociedad, así como aquellos que son negados, se remiten a la implantación de hábitos para los cuales los precede un discurso. En tanto que narrativa, los discursos del riesgo moldean el clima de la época organizando prioridades en las personas y sus expectativas (HOGARTH et al, 2008; SLOVIC y WEBER, 2002). Los riesgos son, en este sentido, legados culturales que remiten a una historia, con sus fábulas, sus héroes fundadores y sus ritos. La cultura nace de un miedo primigenio ya sea a la hostilidad del mundo o al mundo natural o incluso a la muerte misma (DOUGLAS y WILDA WSKY,1983). El politólogo argentino O. OSZLAK(2006) considera que los grupos y las sociedades pueden desarrollar cierta aversión a determinados peligros mientras que ocultan otros, generando narrativas específicas que permiten la legitimación de ciertas actitudes y prácticas. Esta observación sugiere la idea de comprender las sociedades y sus instituciones por medio del estudio de los temores que las fundan. Precisamente, uno de los ritos más comunes en las sociedades capitalistas (para aislar los efectos negativos del riesgo) es la contratación de seguros por medio del pago de primas mensuales o anuales. No obstante, los seguros, una vez que el riesgo se transforma en catástrofe, experimentan serias pérdidas. Se estima, según fuentes privadas, que luego del 11 de septiembre de 2001 se duplicaron las pólizas de seguro dentro de los Estados Unidos pero paradójicamente las empresas dejaron de cubrir los ataques terroristas (MAKINEN, 2002). La función de toda prima de seguros es regular e intelectualizar el peligro. Este punto, que ha sido descuidado por las ciencias sociales, representa la llave epistemológica de su comprensión y donde precisamente este trabajo pretende una contribución sustancial.

Discusión preliminar

Los viajes, por tratarse de desplazamientos temporales fuera del ámbito de residencia, por medio del cual se le confiere seguridad al individuo, se presentan como prácticas que aumentan la vulnerabilidad del viajero y, por ende, son generadores de riesgos. Si bien elturismo y la hospitalidad, como actividades industriales, han puesto esfuerzos importantes para reducir la percepción de riesgos de sus consumidores, los medios masivos de comunicación han reforzado las imágenes negativas en destinos turísticos, representando un gran problema para el funcionamiento de los mismos (BURNS, 2007). De forma preliminar, los riesgos aplicados sobre viajes se pueden clasificar según el siguiente modelo de S. DOLNICAR (2005a; 2005b).: a) financiero, b) social, c) psicológico, d) corporal o a la integridad física, e) funcional, f) malas experiencias en los destinos o demoras, g) situaciones peligrosas, h) a la salud por la ingesta de alimentos en mal estado e i) ataques terroristas. La magnitud de los diferentes riesgos percibidos varía de cultura en cultura,así como también del punto psicológico de autovaloración del viajero. El riesgo permite configurar la identidad del turista, otorgándole cierto prestigio en caso de haber estado en lugares excepcionales o peligrosos. Dependiendo de la personalidad y su estructura devalores el riesgo puede ser evitado o buscado.

Para U BECK (2011), los riesgos y el capitalismo están inextricablemente ligados. Los mismos poseen tres aspectos principales: su deslocalización, incalculabilidad y no compensabilidad. Los riesgos modernos en principio son omni presentes y sus consecuencias trascienden a puntos específicos. Una decisión tomada en Dinamarca, puede repercutir en Brasil. A este principio se le suma la falta de conocimiento para calcular los efectos del riesgo debido a que las consecuencias de los riesgos modernos se tornan radicales e incalculables. Si el accidente permitía en el pasado una compensabilidad, es decir, la posibilidad de no volverse a repetir por medio de la intervención de nuevas técnicas de detección, en la modernidad, la lógica de la compensaciónes reemplazada por "la prevención", lo cual de viene de la improbabilidad del riesgo. Ello plantea un serio escollo metodológico a los investigadores a la hora de establecer métodos fiables para la detección de riesgos. Éstos pueden ser estudiados en forma cuantitativa, ya sea por la aplicación de cuestionarios en condiciones ambientales propicias, los cuales luego son jerarquizados en forma de escala y sometidos a índices de co-variación, o pormedio de técnicas cualitativas, como pueden ser las etnografías, el análisis de discurso o las entrevistas personalizadas (ZINN, 2010).

Sin embargo, se le ha dado poca atención al rol que cumplen los seguros como catalizadores o facilitadores del riesgo. El seguro, siguiendo este argumento, no solo cristaliza el riesgo aislando al cliente y confiriendo la peligrosidad al productor, sino que además reduce la incertidumbre del consumidor para que un nuevo riesgo sea asumido. En otras palabras, la sociedad capitalista de consumo (y el turismo también) necesitan del riesgo para seguir funcionando; pero en algún sentido, ese riesgo (contenido) se desborda (GIDDENS,1999; BECK, 2006; CASTEL, 2006, 2010). En este contexto, y dada la atmósfera "de inflación de los riesgos" propia de la modernidad, el presente trabajo intentará analizar la evolución en la contratación de los seguros en el período comprendido desde 2005 hasta 2009. Los datos suministrados por fuentes oficiales alcanzan a todas las transacciones dentro del territorio argentino. Por último, la naturaleza del estudio es exploratoria, ya que no existeun abordaje previo de este tipo en la literatura especializada. Metodológicamente, se puede afirmar que quienes contratan seguros desarrollan una posición de aversión del riesgo.

Tabú y miedo

Siendo una de las personalidades más representativas del psico análisis es extraño ver en SIGMUND FREUD un antropólogo pero, en un sentido, sus conocimientos y avances en materia antropológica lo perfilan como referente en el estudio cultural del miedo. En términos generales, Freud consideraba a la fobia como un mecanismo cuyo origen devenía de la ambigüedad (amor/odio del paciente hacia sus progenitores). El miedo extremo suscitado por un objeto externo permitía, por transferencia, mantener la integridad psíquica de la mente evitando la personalidad disociada (FREUD, 1988). Sus contribuciones se han aplicado a innumerables casos clínicos pero existe un texto, ignorado por muchos antropólogos y etnólogos, que ayuda a comprender la función del temor en la sociedad: Tótem y Tabú.

La palabra tabú tiene un origen polinesio vinculado a un "peligro sagrado" cuyo significado es análogo al hebreo "kodaush". Si bien sus restricciones parecen muy diversas, es de común interés notar que el tabú nace de un temor arcaico que se ha transmitido por siglos de generación en generación. FREUD insiste enque el tabú puede ser comprendido como un código moral "no escrito" que atraviesa, en diferentes formas, todas las culturas humanas. Las personas que violan estas normas se convierten ellas mismas en tabú hasta el punto de dejarse morir, en casos más extremos, o redimirse por medio de algún ritual expiatorio. En este sentido, el tabú es definido como "todo lo que es portador o fuente de misteriosa cualidad, se trate de personas o de lugares, de objetos o de estados pasajeros. También se llama tabú a la prohibición que dimana de esta cualidad y, por fin, de acuerdo con un sentido literal, se dice que es tabú algo que participa el mismo tiempo de lo sagrado, que se eleva sobre lo habitual, y de lo peligroso, impuro, ominoso" (ídem: 31).

Desde esta perspectiva, su función social radica en proteger a los grupos de diferentes aspectos que se tornan disfuncionales para la vida y/o la producción económica. La fuerza que confiere sentido al tabú está directamente vinculada al mal o a lo "demoníaco" y se activa por medio del peligro derivado de tocar cadáveres, visitar zonas prohibidas, casamientos y relaciones estériles en lo económico, regular el consumo de ciertos alimentos, robo de la propiedad y proteger a los niños de los animales, entre otros muchos. Las contribuciones del profesor Freud al estudio del riesgo son múltiples ya que permiten vincular, como lo ha hecho DOUGLAS (2007), el tabú a la condición económica de las sociedades. Todo tabú es eco de un peligro antiguo, que los padres fundadores de la cultura intentan evitar: una leyenda, un reglamento que sus sucesores imponen generación tras generación pero tras esa prohibición se encuentra un deseo manifiesto anclado en la contradicción de las normas culturales. El riesgo sería un mediador entre al terror que despierta la muerte en el hombre, y sus medios para configurar rituales protectores.

Capitalismo y modernidad

Por desgracia, a pesar de la diversidad de estudios, poco se sabe del riesgo. Las sociedades modernas radican y se fortalecen en la contradicción, y cada regla, norma e incluso la ley abre la puerta a su violación. La desviación normativa no solo es funcional, como advertía el profesor DURKHEIM, a la producción económica sino que aumenta el valor de los bienes de consumo. El crimen y el robo, en tanto que situaciones prohibidas por la ley de los hombres, confieren mayor valor a lo que proscriben. Las sociedad es descansan, de esta forma, en lógicas del "como sí" cuyas regulaciones tienen la función de regular la contradicción. A la vez que los medios de comunicación enfatizan sobre los riesgos que supone el exceso de velocidad o conducir bajo los efectos del alcohol, diversos filmes, películas o video-juegos hacen de la velocidad o la violencia su principal discurso. Los riesgos del calentamiento global son una y otra vez remarcados pero las personas parecen no tener voluntad de cambiar sus hábitos cotidianos de vida (BECKEN, 2008; GIDDENS, 2011; WEAVER, 2011; SCOTT y BECKEN, 2010). Lo expuesto sugiere que en la medida en que exista un riesgo por delante también tendemos a rutinizarlo con el fin de hacerlo propio. Los huracanes y tifones, en los Estados Unidos, reciben un nombre que los distingue de otros año tras año aun cuando las fuerzas naturales involucradas en su formación sean las mismas. A este proceso se lo conoce como "adaptación al riesgo".

Cuando se lee entrelíneas, la compleja relación entre los medios de comunicación y el terrorismo, dice G. WEINMANN (2005), la supuesta contradicción se resuelve o toma otro sentido. El riesgo tiene como objetivo realzar determinado valor de la sociedad, y asea su forma de consumo o la vida misma, frente a otras formas o culturas a las cuales desprecia. Los medios de comunicación, por un lado, inundan la pantalla y los ciber espacios con imágenes que intentan reprimir el mensaje del terrorismo, empero ese esfuerzo no solo es en vano, sino que los mismos grupos terroristas terminan apelando a los medios para presentar sus demandas. Desde una perspectiva psicológica, el mensaje de los grupos terroristas apela a la violencia como la última de las posibilidades y a la vulnerabilidad como justificación. Incluso, algunos cibernautas por correo electrónico tienen acceso a estos grupos e intercambian mensajes de forma totalmente libre. Los esfuerzos del Estado por reprimir esta comunicación abrenla posibilidad de imponer una censura afectando seriamente la vida democrática, pero sise toma un rol pasivo, los riesgos de sufrir una ataque en el propio territorio son mayores. Particularmente, vemos en este ejemplo ladoble cara del riesgo. WEINMANN sugiere que el periodismo y los medios forman un "teatrodel terror" donde la comunicación juega un doble sentido. Sin embargo, su lectura no es correcta aun cuando su observación lo es. Se da cierta complicidad entre los medios y los grupos "terroristas" para acuñar y distribuirun mensaje anclado en el riesgo y el temor, pero ese discurso beneficia a ambos grupos. Por un lado, al sistema capitalista occidental le permite brindar una cobertura de seguros más amplia, lo que permite un ensanchamiento del capital junto a intervenciones militares e imposiciones económicas que de otra forma serían imposibles, mientras a los grupos se paratistas les permite afianzar su legitimidad frente a otros actores de poder en el seno de su sociedad. Particularmente, cabe destacar,como el tabú, el riesgo revitaliza cierto valor de la sociedad a pesar de generar temor. El terrorismo islamista nos ayuda a comprender" cuan superior es el estilo de vida occidental y el respeto por la vida", respeto que los "suicidas no poseen ni por la suya propia". De esa forma, la confección de riesgos siempre remite a un discurso específico enraizado en un tiempo y territorio. Esa narrativa confiere valor a ciertas prácticas.

Para comprender el estado de riesgo continuo que parecen vivir las sociedades modernas capitalistas, U BECK (2006) explica que el proceso de la modernidad ha sufrido un quiebre luego del accidente nuclear en Chernobyl, Ucrania. Este hecho ha alterado radicalmente la forma de percibir el riesgo y las amenazas. A diferencia de los viajeros medievales, quienes evaluaban los riesgos personales antes de partir a la aventura, los riesgos modernos se presentan como globales, catastróficos, irreversibles y caóticos, hecho por el cual el sujeto se ve envuelto en un sentimiento de impotencia. En contraste con la sociedad burguesa que mantenía una línea divisoria entre la riqueza y la pobreza,la sociedad posmoderna enfrenta una nueva configuración en su orden social. Esta nueva sociedad recibe el nombre de "Sociedad del riesgo", cuya característica principal radica en que los riesgos son distribuidos a todas las clases o grupos por igual. Así, las responsabilidades y los derechos se desdibujan en un escenario global donde no quedan claros los límites entre la inocencia y la culpabilidad. Básicamente, el miedo surge como resultado de la negación del riesgo en manos del "periodismo corporativo" y los círculos científicos.

En el presente trabajo se define al riesgo como una probabilidad de ocurrencia de condiciones indeseadas por el sujeto o su grupo de pertenencia que puede poner su integridad en peligro o representar un daño para el mismo (TIERNEY, 1994). Si bien el riesgo es socialmente una construcción consensuada, existen diferentes formas de estudiarlo que van desde las técnicas cuantitativas de covariación hasta los abordajes cualitativos (ZINN, 2010; KORSTANJE y OLSEN, 2011); por desgracia, las técnicas proyectivas han quedado relegadas de este tipo de estudios. Las corrientes sobre el estudio del riesgo pueden dividirse en dos: aquellas escuelas que ven al riesgo como una categoría social (FABIANI y THIES,1987; duclos, 1987) y quienes defienden la planificación y correcta evaluación de los riesgos como mecanismos orientados a reducir la vulnerabilidad de las sociedades (OLIVER-SMITH, 2002). Para los primeros, el valor preponderante debe ser la comprensión, mientras para los segundos, la intervención.

Por años, las ciencias sociales se han ocupado del riesgo desde diferentes perspectivas pero luego del advenimiento de un nuevo milenio algunos han esbozado el término "inflación de riesgo" para explicar la propensión del hombre moderno a experimentar un grado de temor incontrolable o patológico (LECHNER, 1998; ORDOÑEZ, 2006). Para R.CASTEL (2006),existe una paradoja, promovida por la modernidad, que explica como a pesar de tener a su disposición todos los bienes de consumo y materiales para asegurarse una mayor seguridad, las sociedades modernas experimentan un incremento en la cantidad de riesgos percibidos. La desregulación del trabajo, el declive de la autoridad pública y el deterioro de las relaciones humanas serían indicadores inequívocos de cómo la modernidad se hace fuerte por medio del "ascenso" de ciertas incertidumbres que subordinan al Estado al poder económico del mercado (CASTEL , 2010). En esa misma línea de análisis, Z. BAUMAN (2008) considera que la sociedad solo reacciona cuando sus motores productivos y formas de producir se encuentran en peligro. La posibilidad de reacción para mitigar los riesgos está determinada por la economía y solo por ella. Los discursos narrativos son frecuentemente creados por una matriz que transmite información y sentido desde el centro hacia la periferia. Hace un tiempo atrás, VIVIANE FORRESTER (1997:51) escribió: "el peligro no está tanto en la situación -que se podría modificar-como precisamente en la aceptación ciega, la resignación general a lo que se nos presente en boque como algo ineluctable. Por cierto que las consecuencias de esta administración global empiezan a provocar alguna inquietud: con todo, se trata de un temor vago cuyo origenes desconocido por la mayoría de los que lo experimentan. Se ponen en tela de juicio los efectos secundarios de la globalización… pero sin remontarse hasta ella, sin atacar su dominación considerada una fatalidad".

Para N. LUHMANN(2006), los riesgos son el resultado de la capacidad semiótica de cada sociedad. Partiendo de la base que los abordajes clásicos en la materia (GIDDENS, CASTEL y BECK) son alarmistas y apocalípticos, Luhmann distingue conceptualmente el riesgo de la amenaza. Mientras el primero hace referencia a cualquier daño determinado por una decisión previa, el segundo es siempre ajeno a la voluntad del sujeto. A primera vista, quienes generan riesgos no se constituyen comovíctimas de sus propias decisiones. Los ataques terroristas, los accidentes, entre otros, no serían (según el sociólogo alemán) riesgos sino peligros o amenazas. Por el contrario, para A. GIDDENS (1991, 1999, 2000), el riesgo, si bien acepta parte de una situación de peligro, se encuentra asociado a la modernidad y la globalización. Los procesos de "desanclaje" por medio de los cuales una presencia puede conectarse con una ausencia, han facilitado no solo el comercio sino la movilidad en general. Pero ese andamiaje técnico requiere de unacadena de expertos que puedan controlar y asegurar su buen funcionamiento. Ante una desgracia, el ciudadano se dirige a un experto, quien entrenado para mitigar el peligro, da una contra prestación (la mayoría de las veces a cambio de dinero). El proceso de reflexibilidad propio de la modernidad obliga al sujeto a refugiarse en los dominios de la técnica. Este proceso de mundialización, como adhiere Castel, ha hecho del mundo un lugar más apacible, comparado con la edad media, pero GIDDENS (2011) agrega que ha generado también nuevos riesgos que pueden socavarla integridad del planeta.

Según GIDDENS, el abordaje de LUHMANN es erróneo por una simple razón: por no tener consciencia total de los efectos, el individuo debe tomar la decisión de confiar en la cadena de expertos generando un riesgo implícito y/ono calculado. Como se verá en la siguiente sección, en el turismo los riesgos adquieren una particularidad que los distingue de otros rubros. Una de las contribuciones, sin lugara dudas de giddens, ha sido la presentación de las empresas de seguros como mecanismos para mitigar el riesgo. Las sociedad estradicionales proporcionaban cierta protección psicológica a sus miembros porque pasado, presente y futuro estaban ligados. La confianza se fundamenta por el puente entre el presente y el pasado. Por el contrario, las sociedades modernas tienen un umbral de violencia menor pero su grado de tranquilidad se ve amenazado debido a que tiempo y espacio se disocian significativamente, generando mayor desconfianza. Los riesgos se hacen potencialmente más generalizables en la vida social cuando el sujeto o su grupo de pertenencia se orientan hacia el futuro -destino. La tecnología y la ciencia parecen haber desplazado el grado marginal "de superstición" de las sociedades tradicionales por la probabilidad cuyas implicancias son manejadas por sistemas "abstractos" o "expertos", es decir, los profesionales. Los sistemas de gestión del riesgo se mercantilizan por medio de las compañías de seguros. Cuando se contrata un seguro, el riesgo no desaparece por completo sino que es traspasado por el propietario a una segurador a cambio de una suma de dinero.

GIDDENS admite que, desde esta perspectiva, el capitalismo es inviable sin la construcción del riesgo. Cada evento traumático no se define por sus causas, por lo menos ellas no son televisadas, sino por la gravedad de sus consecuencias y la posibilidad que obliga a pensar que un hecho de iguales proporciones volverá a repetirse. Esto es lo que subyace en la lógica moderna del terror (HOWIE, 2011). El riesgo confiere un "efecto inducido que queda latente", el cual denota una situación posible en el tiempo presente cuyas consecuencias se deben impedir (BOUTON, 2011). Uno de los aspectos más angustiantes de la modernidad se corresponde con la idea de que los peligros no están anclados en el presente, sino en el futuro. Al ser este último un tiempo no concreto, el riesgo siempre persiste pese a las medidas para mitigarlo.

La ciencia y su búsqueda de peligros

El papel de la ciencia ha cambiado con el advenimiento de la modernidad, a mediados de siglo XX. Con la competencia y la productividad tecnológica, la educación se ha masificado hasta el punto de crear una paradoja. Por un lado, se socializa al sujeto en una seriede habilidades que este debe conservar para distinguirse de otros, y formar así una elite de conocimiento, a la vez que se le enseña que esas habilidades son temporales, y que debe estar sujeto a constante cambio. La carrera por la tecnificación surge como resultado de la comercialización de la investigación científica, la imposición de patentes, multiplicación de universidades y el copyright de cada investigación. En este sentido, la ciencia moderna está estrictamente asociada a un panel de expertos, la mayoría de ellos formados en materias técnicas, donde los conocimientos son puestos al servicio de la sociedad, y su producción económica.

Si al intelectual de la Edad Media le interesaba encontrar leyes generales, explicativas del universo, al moderno solo le preocupa la mitigación de riesgos internos y externos cuyos impactos pueden afectar la vida de la comunidad. Los dominios de la tecnología, se debe admitir, están centrados en el control nuclear, los posibles daños de la biotecnología y la ingeniería genética. Todas estas disciplinas nuevas no solo se encuentran presentes entodas las universidades sino que han monopolizado el olimpo de la ciencia, prevención versus comprensión. La función del principio de precaución es dejar a las comunidades guías aplicadas para el manejo sistemático de peligros, los cuales son previamente aislados y sometidos a rigurosa experimentación en laboratorios. Una vez encontrada la cura para la enfermedad, los laboratorios y corporaciones se reservan para sí el monopolio económico y el usufructo financiero. Por lo tanto, la volatilidad e incertidumbre generada por el capitalismo intensifica la búsqueda de conocimiento, generando nuevos riesgos que deben ser evaluados y contenidos. La acumulación de grados altos de incertidumbre provoca un estado constante de demanda de bienes y servicios que movilizan el capital (GIBBONS, et al., 1996).

Latinoamérica y sus temores

¿A qué temen los hispanoamericanos? A diferencia del Norte de Europa y América donde los riesgos o peligros se ven asociados a una guerra termo-nuclear, un atentado terrorista de enormes promociones, o incluso un mega-huracán, en América del sur, los riesgos se construyen acorde con valores de producción material, como es el patrimonio y el bienestar familiar. El crimen y el robo han sido durante años dos de los flagelos que azotan a los hispano parlantes desde México hasta la Argentina. Las sociedades contra en su nivel de violencia cuando no tienen un enemigo externo, pero ella no desaparece, el riesgo continúa camuflado en forma interna hasta que una amenaza foránea permite extenderlo hacia las fronteras. El riesgo, desde esta perspectiva, puede ser conceptualizado como un mitigador de la amenaza externa (en analogía a la vacuna y el virus), como una forma de regulación del poder y la soberanía frente a un territorio específico. Las sociedades consideran su seguridad interna con base en la buena fortuna y a los criterios de escasez quede ella se desprenden. En efecto, la escasez debe comprenderse como un estado de impotencia que cualquier Estado quiere evitar. La seguridad tiende a lidiar con la continencia de las decisiones en materia de organización (FOUCAULT, 2006).

Asimismo, el concepto de seguridad comprende también al disciplinario y legal. El adoctrinamiento de los individuos en sociedad da lugar a la población como un concepto más complejo destinado a formar parte de un sistema holístico de oferta y demanda. Una mala cosecha puede despertar hambre, un incremento generalizado en el precio del grano en un país determinado, no obstante, sabiendo de esa situación que los países circundantes especularán sobre cuál es el momento oportuno (según sus propios intereses) para venderles granos. Como ellos no saben cuál serála estrategia de otros proveedores, se lanzarán compulsivamente a vender granos e indefectiblemente bajarán los precios. Si la disciplina fija la estrategia, la seguridad hace lo propio con el caso, el riesgo y la crisis. La función de la seguridad es crear dentro de la sociedad el consenso necesario para aceptar la situación dentro de ciertos límites que llevan a aislar la peligrosidad (ídem).

Según datos de Latino-barómetro (informe anual 2011), la mayoría de los problemas más importantes de los latinoamericanos se resume en la situación económica y el acceso al empleo, seguido de la delincuencia y el crimen. En cifras comparativas, la importancia de la delincuencia ha aumentado 11 puntos desde 2010 hasta 2011. Entre los países consultados, Brasil es el país con menores problemas económicos y mayor percepción de seguridad, mientras Nicaragua es uno de los países con mayor grado marginal de delincuencia. La percepción de los hispano parlantes y sus discursos respecto a la delincuencia se asocian directamente al aumento de la pobreza y al deterioro de las condiciones económicas. El informe pregona que las garantías sociales y económicas son aspectos a los cuales los gobiernos están prestando mayor atención aun cuando la protección de sus ciudadanos al crimen (30%) y la justificación en la distribución de la riqueza (31%) siguen siendo demandas que la población percibe como insatisfechas todavía. Ello empeora no solo la legitimidad del Estado, sino la confianza de los ciudadanos frente a sus representantes. El crimen organizado, el narcotráfico, la delincuencia y la violencia en general atentan contra el buen funcionamiento del orden democrático.

Al respecto, G. KESSLER argumenta que el sentimiento imperante en la inseguridad obedece a dispositivos adoctrinadores de la elite gobernante que por un lado permite la reproducción del capital en un sentido mientras que por otro impide el acceso al poderde ciertas minorías. Kessler menciona que existen dos vertientes teóricas que se han ocupado de estudiar el proceso de victimización o el miedo al delito. La primera de ellas, de origen anglosajón, focaliza en "la objetivación" del miedo al crimen y su correlación en variables específicas, como género, edad, ocupación, etc. La segunda corriente insiste en desentrañar los hechos de forma hermenéutica, captando y describiendo ante todo el sentido del miedo al delito. Partiendo de la base de que el temor era una "red de desasosiegos generales", esta corriente vincula el sentimiento generalizado de inseguridad a un supuesto declive del Estado (KESSLER, 2009). Por el contrario, para A. Entel, los temor es latinoamericanos están vinculados a estadios psíquicos de represión "extrema" acaecidos durante la década de los setenta. Con sus aciertos y desaciertos, la filósofa asume que la inseguridad es un resultado del declive de la política y de una falta de confianza en las instituciones públicas. Si la represión de los setenta llevó a la desaparición forzosa de miles de personas o disidentes políticos, en la actualidad la pobreza, garantizada por Washington y sus aliados, está cumpliendo igual función. El temor a la delincuencia no sería otra cosa que una convergencia entre el temor al otro y la exclusión potencial que implica la falta de certidumbre en cuestiones laborales (ENTEL, 1997). Esta misma idea es defendida por el pensador chileno A. FLIER (1999) en su hipótesis sobre el temor y la construcción del otro. En tanto que cómplices silenciosos, los medios de comunicación serían parte del problema y no de la solución.

A diferencia de los autores precedentes, para MIGUEZ e ISLA, el periodismo funcionaría como una especie de reforzador moral frente al riesgo interno. Estos últimos, creados por medio de la negatividad de la noticia, tienen como objetivo brindar un mensaje, un discurso de orden a la sociedad. Las diferentes transformaciones socio económicas sufridas por la Argentina desde el golpe de Estado de 1976 hasta la fecha, han generado indudables falencias en los diferentes sistemas institucionales afectando al "tejido social" y la capacidad individual para establecer reglas claras de reciprocidad y formas de interacción. Como resultado, asistimos a un incremento en la conflictividad social, la cual no es un tema menor puesto que no solo incrementa el delito sino la desconfianza. La fragmentación social es la pieza clave para comprender como el miedo al delito actúa en los diferentes estratos sociales.

En este sentido, MIGUEZ e ISLA (2010) explican que existen tres tipos de fragmentaciones: a) subjetiva con arreglo a valores, b) objetiva y c) subjetiva institucional. Si bien sus causas son similares, el rango de operación de los tres subtipos difiere. La primera tipología se explica como el producto del declive de los valores familiares asociados al estudio y el trabajo. Estos valores daban a los ciudadanos un sentido específico a sus prácticas y los guiaban en contextos de turbulencia e incertidumbre. En la actualidad, dichas guías se encuentran sujetas a categorías contradictorias por las cuales los entrevistados manifiestan su importancia pero no su apego concreto a ellos en la vida cotidiana. Ahora bien, ¿de qué forma podemos asociar a la fragmentación con el aumento de la tasa de victimización?

Para responder a esta cuestión, los profesores MIGUEZ e ISLA (2010) infieren que las personas cuyos valores están anclados en una fuerte cuestión instrumental y de utilidad, son proclives a percibir mayor inseguridad. La victimización no sería más que una proyección a la posibilidad de sufrir un robo. Este proceso gradual se ve acompañado por la fragmentación institucional, la cual no es otra cosa que debilitamiento de la presencia del Estado y la confianza de sus ciudadanos en la cuestiones de orden público. En consecuencia, el estado de inseguridad solo puede comprenderse por medio de una minuciosa de construcción del discurso que revela una tensión entre el deber ser y la realidad. El temor, en el sentido freudiano clásico, sería una válvula de escape (que encuentra su canal en los medios) para evitar la fragmentación social. El debilitamiento de las creencias que ligan al ciudadano con el Estado en combinación con la pasividad o complicidad delictiva de ciertas organizaciones destinadas a la protección empeoran, sin lugar a dudas, la fragmentación institucional subjetiva. Por lo tanto, el miedo al delito sepuede explicar mediante la carencia de confianza promovida, directa o indirectamente, por las agencias estatales. Partiendo de la base de que éstas no son creíbles en el discurso colectivo, no existe propensión a la norma que ellas promueven o encarnan.

Por último, pero por ello no menos importante, los datos empíricos analizados en el presente trabajo no muestran una correlación directa entre los indicadores elegidos y las hipótesis planteadas. De cierta forma, ellos sugieren que: a) la victimización toma diferentes formas según los discursos de los entrevistados, b) las mujeres son más sensibles a amenazas mientras los hombres al cobro de peajes, c) los grupos familiares incompletos son más propensos al temor, d) los grupos de estrato socio-económico alto ven el robo contra la propiedad como el principal criterio de miedo y e) el nivel de victimización es potencialmente mayor en los grupos de mayor nivel socio económico. ¿Pueden estos temores trasladarse al mundo de los viajes?

El turismo y la hospitalidad

Todo viaje abre la puerta a generar por sí mismo un riesgo, ya que la vulnerabilidad del viajero aumenta. La particularidad del viaje turístico puede definirse como una convergencia entre la novedad y la seguridad. La motivación a viajar es generada por una válvula de escape con el fin de permitir una evasión temporal de las normas, pero a la vez requiere la concentración de recursos para reducir el grado de incertidumbre y garantizar la seguridad del viajero (GEORGE, INBAKARAN y POYYAMOLI, 2010). Hasta la fecha, el riesgo ha ocupado la atención de muchos especialistas y scholars en la disciplina turística, muchos de ellos impulsados luego de los diferentes eventos que sucedieron al principio del milenio, como la acción de grupos "terroristas", "desastres naturales", "crisis económicas" y "nuevas mutaciones de virus", entre otros.

Dos de los primeros investigadores en abordar el riesgo como categoría científica fueron ROEHL y FESENMEIER (1992), quienes inferían que los grupos percibían diferentes riesgos al viajar a ciertos destinos que a otros. Una de sus contribuciones más notables radica en señalar qué género, edad y estructura familiarse corresponde con variables que demuestran una alta correlación con la percepción del riesgo, al margen del destino. Estos mismos resultados fueron validados por YUAN (2005), quien afirma que los lazos familiares funcionarían como espacios de seguridad en donde el sujeto deposita su confianza. Según su hallazgo, las personas que viajan a visitar familiares perciben los destinos como menos riesgosos en comparación con otros turistas. La consanguinidad y los vínculos (o estructuras parentales) jugarían un rol significativo en la configuración de los riesgos (PARK y REISINGER, 2010).

Por su parte, el psicólogo noruego S. Larsen sugiere que la experiencia de un viaje turístico se encuentra condicionada por tres momentos: las expectativas, el evento en sí y la memoria o recuerdos de tal viaje. Siguiendo la teoría psicológica del refuerzo, larsen considera que el riesgo es una categoría que denota probabilidad pero no hace referencia a los estadios afectivos del sujeto, así como tampoco a sus emociones. Por lo tanto, a la hora de viajar es necesario hablar de "preocupaciones" y no de riesgos. La preocupación en estos términos es todo "pensamiento que representa ciertos intentos del sujeto por encontrar ciertas soluciones a cuestiones dadas como inciertas pero que presuponen un resultado negativo para el mismo o su grupo "(LARSEN, 2007: 10). El mismo LARSEN (2011) introduce una disociación entre la experiencia del turista y del self. Partiendo de la base que todo riesgo es concebido como externo al self: los sujetos, admite el autor, tienden a concebiral propio hogar y las propias experiencias deviaje como controlado mientras que el "afuera" es contemplado como inestable. La minimización del riesgo lleva a Larsen a asumir una posición conceptual nueva, la sensibilidad al riesgo (para separarla de la percepción de riesgo propiamente dicha). El sujeto tiendea percibir el extranjero como un lugar de alto riesgo mientras que el propio país adquiere un bajo riesgo. Larsen insiste en que los peligros (riesgos) son más fácilmente identificables cuando el entrevistado se refiere a otros que cuando habla sobre sí mismo. La conclusión del trabajo es que los sujetos contemplan el propio viaje como más seguro que otros, a la vez que los riesgos son más intensos cuando más lejanos se presentan para el self.

Las fluctuaciones en la demanda turística han sido ampliamente abordadas en diversos estudios. Entre los descubrimientos más representativos de la risk perception theory tenemos las siguientes conclusiones:

  1. El riesgo es altamente correlativo con la diferencia de género, pues las mujeres demuestran mayor sensibilidad al riesgo que los hombres. Asimismo, el rol del turistaes de capital importancia para comprender no solo como su expectativa se adecúa al riesgo, ya sea evitándolo o buscándolo, sino en la formación de su propia biografía (QI, GIBSON y ZHANG, 2009; REICHEL, FUCHS y URIELY, 2007).
  2. Las barreras idiomáticas y/o culturales o sanitarias representan mayores escollos para confraternizar con las poblaciones locales (ANDERSON, JUANEDA y SARTRE,2009; QI, GIBSON y ZHANG, 2009).
  3. La demanda turística, tras experimenta reventos de gran impacto emocional, seretrae temporalmente o se diversificahacia otras regiones (PRIDEAUX, 2005; GUT y JARRELL, 2010; KOZAK, CROTTS y LAW, 2007).
  4. Ciertas estructuras de personalidad pueden inferir en la percepción del riesgo conmayor intensidad que otras (PLOG, 1973,1991; REISINGER y MAVONDO, 2005).
  5. La residencia física respecto a donde seubica el peligro juega un rol preponderante en la percepción del riesgo (FLOYD, GIBSON, PENNINGTON-GRAY y THAPA,2003; WONG y YEH, 2009).
  6. Los medios masivos de comunicación pueden acrecentar o disminuir el estado de pánico dependiendo del grado de intervención del Estado en la protección de la población (HALL, 2002)
  7. En el caso de los estadounidenses y británicos cuyas naciones encabezan la "lucha contra el terrorismo", existe una mayor propensión a percibir al mundo como un lugar peligroso que otras nacionalidades. En este contexto, las relaciones geopolíticas, la percepción del riesgo y las nacionalidades estarían estrechamente relacionadas (SACKET Y BOTTERILL, 2006; ERTUNA y ERTUNA, 2009).
  8. Por el desconocimiento del territorio y su grado de vulnerabilidad, los turistas serían blanco fácil para el crimen local y los ataques terroristas.

Entre los críticos de la teoría del riesgo, M.KORSTANJE (2009) sugiere que la escuela no repara en los siguientes puntos metodológicos. Por un lado, las exposiciones puramente cuantitativas dejan vislumbrar otras inferencias posibles en cuanto al género, como el grado de socialización y la capacidad femenina para expresar las emociones y también el papel que juega la "ira" en los hombres como sustituto del "temor". En segundo plano, es necesario adecuar la lectura de los riesgos a los contextos sociales en los cuales se crean. La antropóloga estadounidense M. DOUGLAS (2007) ha estudiado la manera como la moral de una sociedad se estructura en la forma de construir la noción de peligro y pecado, precondiciones básicas del riesgo. Básicamente, "riesgo, peligro y pecado" son usados para legitimar la política pero también para desacreditarla, para proteger a los individuos de las arbitrariedades de sus instituciones. Ambos fenómenos (pecado y riesgo) siguen idénticos procesos: explicar como funciona el mundo y la antelación de sus contingencias. Desde esta perspectiva, comprender los riesgos y las prohibiciones que penden alrededor de ellos es una manera penetrar en los valores morales de cada sociedad. Por desgracia, no existe hasta el momento ningún análisis serio en la Argentina respecto a cómo los riesgos han actuado en los diferentes procesos de contratación de un seguro. En este sentido, el presente abordaje se configura como un aporte sólido en la comprensión de los riesgos turísticos y sus efectos sobre la psique de la población. Cada sociedad elabora sus propios riesgos debido a que sus propias realidades y expectativas van fluctuando con el paso del tiempo.

El riesgo en Argentina

En la presente sección se examinará la evolución de las compañías de seguro y la demanda de la ciudadanía con respecto a tres ejes bien definidos: protección de daños patrimoniales, seguros de viaje, y seguros de vida y de retiro. Desde una perspectiva preliminar, la cantidad de empleados de seguros está aumentando en la Argentina pero no así los establecimientos.

Según los datos publicados por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, y la Superintendencia de Seguros, en 2005 las entidades de seguros eran de 192, equipadas con 22.707 empleados; dicho número asciende levemente para 2006 a 189 establecimientos y 22.969 empleados, respectivamente. Para 2009, se contabilizaba una baja de 178 en la cantidad de compañías de seguro, pero un aumento de 25.637 en sus empleados.

Si se presta atención al último año, de esos 25.637 empleados la mayoría se ubica en el rubro de daños patrimoniales, seguido de riesgos laborales y de personas. Las tendencias analizadas se explican debido a la incidencia que tienen el crimen y los robos en la audiencia latinoamericana y el interés de la opinión pública por estos temas. A diferencia de Estados Unidos / Canadá, donde el mayor miedo es el terrorismo, en hispanoamérica la preocupación central versa por el robo de automóviles, viviendas y, en menor medida, el ataque físico a personas.

En cifras generales, en 2005 el movimiento de los seguros representaba 18.706.446 primas,pasando en 2006 a 19.843.833, 22.771.031 en 2007, 25.262.408 en 2008 y 27.610.870en 2009. El aumento progresivo desde 2005a 2009 ha sido de 8.904.424 primas (47,5%).De esa tendencia, los seguros patrimoniales pasaron de 12.020.418 primas en 2005a 21.395.801 en 2009 (una diferencia de 9.375.383 primas). En segundo plano, la incidencia de seguros de protección a las personas y de vida conlleva apenas una variación de 470.960 primas. Los seguros de retiro se encuentran en una tendencia descendente.

Cuando se examinan estos datos en profundidad (ver ejemplo daños patrimoniales, Cuadro 4), se visualiza que los rubros destacados han sido primas en seguros automotores, incendio, combinado familiar, riesgos en el trabajo y granizo. Si se observa el año 2009, las primas por seguro respecto al rubro vehículo ha sido de 9.906.858, lo cual marca una fuerte demanda por parte de la sociedad frente a los riesgos que implican el accidente automovilístico yel robo de unidades. Los accidentes laborales lideran los números con 5.648.135 primas. En segundo lugar, la demanda de seguros contra granizo (producto del calentamiento global) ha sido fuerte entre los años 2007 (552.175 primas) y 2008 (806.245) pero empieza a declinar en 2009 (673.900) producto del proceso de adaptación del riesgo. Aunque en menor medida que otros rubros, las contrataciones de protección para los viajes ha aumentado exponencialmente desde 2005 hasta 2009 (1.561 primas) a 413%. Este dato evidenciala tendencia de la ciudadanía, fagocitada por los medios masivos y la opinión pública, a verlos viajes como más riesgosos. Sin embargo, estos números no se vinculan con la posibilidad de sufrir un accidente aéreo (ya que la tendencia en el rubro aeronavegación va enbaja) sino a los accidentes automovilísticos. La sociedad argentina confiere a los viajes un status de riesgo elevado respecto a lo que concierne a los accidentes en ruta.

El robo, por último, también se configura como una preocupación para los argentinos. En 2005, la cantidad de primas contratadas erade 123.950, cifra que baja a 110.963 en 2006y sube a 132.370 en 2007. Estos datos llegana su punto máximo en 2009, con 182.874. El rubro incendio representa un porcentaje importante del total pero se mantiene estable a lo largo de 2005-2009. Pero no puede decirse lo mismo de la protección a familiares, que pasa de 2005 a tener 965.799 primas a 1.179.995en 2009 (incremento del 18%).

Conclusión

Luego de un exhaustivo escrutinio de la información presentada, se pueden inferir las siguientes conclusiones:

La cantidad de establecimientos asociados a la venta de seguros lleva una tendencia en baja pero la cantidad de empleados se mantieneen alta. La mayor demanda de primas se vincula a Seguros de patrimonio (robo) debido a la percepción de inseguridad en Argentina y a la acción de ciertos medios informativos. La demanda de seguros para automóviles, seguros contra robo y protección de familiares se mantiene en alta, así como la contratación de seguros de viaje. Estos datos corroboran a la literatura especializada que evidencia que una de las mayores preocupaciones de los argentinos es el robo, seguido del crimen y los accidentes automovilísticos. Si bien los resultados deben ser tenidos en cuenta dentro de un marco temporal aplicable al período 2005-2009, la realidad indica que estos números engloban a todos los comercios de seguros y por lo tanto su representatividad estadística adquiere status de censo. Como punto fuerte cabe destacar que los hallazgos validan las conclusiones de BAUMAN (2008), quien argumenta que las sociedades solo responden a aquellas amenazas que atentan contra las propiedades y los valores materiales desestimando otras cuestiones, como la potencial amenaza del cambio climático y/o la falta de institucionalidad democrática. Empero, una de las debilidades del presente estudio ha sido la falta de una aproximación cualitativa que permita inferir las explicaciones que se han ido detallando. Este tema será analizado en futuras investigaciones.


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