Reseña
TURISMO DARK: ESPACIOS E IDENTIDAD1
DARK TOURISM: PLACE AND IDENTITY: MANAGING AND INTERPRETING DARK PLACES (CONTEMPORARY GEOGRAPHIES OF LEISURES, TOURISM AND MOBILITY). EDITORS LEANNE WHITE & ELSPETH FREW. 2013. LONDON, ROUTLEDGE. £80.00, PP, 283. ISBN 978-041580965-8
Maximiliano E. Korstanje
Doctor Honoris Causa (Tourism) de la Universidad Skibbereen Turk and Caicos, Reino Unido. Docente de la Universidad de Palermo. Facultad de Ciencias Económicas y de CENCAP, Centro de Ciencias de la Administración Profesional, Argentina [maxikorstanje@arnet.com.ar].
Fecha de recepción: 28 de noviembre de 2013.
Leanne White y Elspeth Frew traen un nuevo libro, con el fin de explorar los problemas y limitaciones del turismo dark y la identidad. Los 19 capítulos que forman esta voluminosa obra, algunos de ellos lo bastante desconectados como para seguir un argumento fino, nos llevan al fascinante mundo de la conceptualización temática de la muerte; y entonces al punto que en algún momento toda persona prefigura su propia muerte. En perspectiva, el turismo dark crea alegoría pues intenta imponer una forma estereotipada de consciencia. La propia violencia de la muerte repentina glorifica ciertos aspectos de las muertes jóvenes como formas de recordatorio. La memoria de la víctima, en este tipo de espacios, no solo es vital para comprender todo el andamiaje cultural y simbólico del fenómeno, sino que intenta dar una explicación sobre las razones del evento traumático. Entre los problemas conceptuales más comunes a la hora de construir una alegoría parece vincularse al rol que desempeña el político como agente de distorsión; es decir, como instrumento que distorsiona el mensaje del turismo dark. Lo políticamente correcto prima sobre otros criterios. Por tal motivo, muchos investigadores encuentran serios dilemas epistemológicos a la hora de estudiar el fenómeno. Entre estos problemas y situaciones, dos son de común repetición en la investigación empírica aplicada.
A primera vista, los conceptos de identidad y patrimonio parecen estar vinculados al poder político y a la necesidad de no desafiar al estatus-quo. Por otro lado, no siempre los indicadores que marcan un sitio como turismo dark quedan claros en las investigaciones. Sise alude a la percepción individual como baluarte principal de los resultados obtenidos, es necesario reparar en el hecho de que un mismo espacio puede tomar, para dos personas, con notaciones diferentes. En este contexto, el libro parte de la idea de comprender la forma como los actores, víctimas, políticos, inversores turísticos, negocian el mensaje que impone el sitio de "memoria". La forma y la diversidad por medio de las cuales los sujetos se apropian de los lugares es una de las preocupaciones de todos los autores que forman este valioso libro. Metodológicamente, el trabajo rescata la tesis de que la interacción entre culturas, personas y objetos permite una mayor comprensión del pasado histórico de una sociedad. Si bien valoramos el aportede White y Frew respecto al turismo dark, intentamos hacer una pequeña crítica constructiva que ayude a mejorar el argumento.
Nada parece más cercano a suponer que el espacio de memoria generado por el turismo dark es genuino y evoca a los verdaderos hechos históricos. En lugar de resolver el dilema del hombre con su muerte, el libro se centra en las contribuciones económicas que este subtipo de turismo da a la industria (C. 4, 7, 10), o segmenta el perfil psicológico de esta clase de visitantes (C. 2, 5, 13), llevando el argumento antropológico del existir a un simple plan de marketing. Aun cuando algunos capítulos (3,6, 8, 11) se encuentran orientados a denunciar los problemas de la diáspora en la búsqueda constante de identidad en algunas minorías, otros aspiran crear una historia real a través de la memoria subjetiva (C. 12).
Las editoras se esfuerzan por dilucidar los aspectos sociales del turismo dark, pero fallan en sus respectivas respuestas a los objetivos planteados. Primero, porque el libro no da una explicación holística al existir del turismo dark, segundo por caer en banales generalizaciones que prestan demasiada atención a la experiencia -como comodity- del turista que al problema en sí. Más interesadas en describir lo que el turista siente, en una gran cantidad de capítulos dan por hecho -bajo causalidad científica- los dichos del turista, sin oportunidad de desmenuzar las tramas simbólicas que fijan el discurso en los diferentes sitio dark. El problema, precisamente, es que si las entrevistas no se combinan con técnica etnográfica, los resultados quedan sesgados. Ello sucede simplemente porque los turistas pueden mentir o no saber el motivo de sus conductas.
Korstanje e Ivanov (2012) han explicado que el turismo dark representa un terreno fértil para comprender la forma como el proceso de resiliencia opera en un contexto de destrucción masiva o trauma extremo. Una aproximación preliminar revela que el turismo dark sirve como un mecanismo de recuperación ante momentos de incertidumbre o desastre. La muerte genera un efecto disgregador en la sociedad, debido a que nadie sabe cuándo aparecerá de nuevo. Ante un evento traumático la sociedad puede desaparecer, pero intentará por diversos mecanismos mantener la solidaridad entre sus miembros. Recordar la muerte o las víctimas de un suceso no deseado es una de las formas en las cuales los sobrevivientes o afectados encuentran comunión. Ser un sobreviviente implica cierta "superioridad moral" que si no es regulada puede llevar a embriagantes estados nacionalistas o chauvinistas. El superviviente encuentra en "su continuar existiendo" la razón para no dejarse morir. Comprende que a pesar de todo el horror vivido, él ha sobrevivido por elección divina o por su propia virtud. Este, sin lugar a dudas, es el elemento antropológico fundante para narrar una historia de dolor y sufrimiento a otros, quienes no han estado presentes. El problema surge en la interpretación, políticamente determinada de lo que debe ser recordado. Si el turismo dark nace de nuestra necesidad ancestral de recordar nuestras pérdidas, es imposible intentar reconstruir el verdadero hecho histórico. El proceso de reconstrucción o resiliencia tiene éxito precisamente porque el hombre domestica, cosifica, controla temporalmente a la muerte (o cree hacerlo). En ese proceso, el mensaje a ser recodado es ideológicamente tergiversado para olvidar las verdaderas causas del fenómeno. Como resultado, si bien la comunidad puede recuperarse, las causas de la tragedia no son corregidas. La miopía conceptual hace que el evento que hoy se recuerda como traumático vuelva a repetirse en un futuro cercano. El turismo dark puede ser definido como un mecanismo de resiliencia cuya función no solo es la intelectualización de la muerte sino la domesticación del futuro (Fernández Montt y Korstanje, 2010; Guidotti Hernández, 2011; Korstanje & Fernández Montt, 2011).
Referencias
Guidotti-Hernández, N. (2011) Unspeakable Violence. Remapping Us and Mexican National Imaginaries. Durham: Duke University Press.
Korstanje, M. & Ivanov, S. (2012). "Tourism as a form of new psychological resilience: the inception of dark tourism" en cultur-Revista de Cultura e Turismo, 6(4),56-71.
Fernández-Montt, R. & Korstanje, M.(2010) "El discurso nacionalista en la tragedia. Evaluación ex post terremoto del 27/02" en Sincronía. A Journal for the Humanities and Social Sciences. Spring Issue. Universidad de Guadalajara, México.
Korstanje, M. & Fernández Montt, R. (2011) "Desastres y nacionalismo: un análisis del show mediático Chile ayuda a Chile" en International Journal of Zizek Studies. vol. 5 (4): 1-20.