TURISMO COMO AGENTE EDUCATIVO: UN ANÁLISIS DESDE LAS SALIDAS DE CAMPO1

TOURISM AS EDUCATIONAL AGENT: UN ANALYSIS FROM PEDAGOGIC TRIPS

Astrid Bibiana Rodríguez Cortés*
Édgar Andrés Díaz Velasco**
Juan Manuel Carreño Cardozo***

*Candidata a Ph. D. en Estudios Sociales, Universidad Externadode Colombia.
Magíster en Educación y licenciada en Educación Física, Universidad Pedagógica Nacional. Bogotá, Colombia. [abrodriguez@pedagogica.edu.co]
** Magíster en Filosofía, Universidad del Rosario. Licenciado en Educación Física, Universidad Pedagógica Nacional. Bogotá, Colombia. [andresdiazvelasco@gmail.com]
*** Magíster en Investigación Social Interdisciplinaria, Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Especialista en Investigación Social y licenciado en Educación Física, Universidad Pedagógica Nacional. Bogotá, Colombia. [juanmacc@yahoo.com]

Docentes del programa de Licenciatura en Recreación y Turismo, Universidad Pedagógica Nacional.

2 Fecha de recepción: 20 de marzo de 2015 Fecha de aceptación: 13 de abril de 2015

Para citar el artículo: Rodríguez, A., Díaz, É. y Carreño, J. (2015). Turismo como agente educativo: un análisis desde las salidas de campo, Turismo y Sociedad, XVI, pp. 117-130 DOI: http://dx.doi.org/10.18601/01207555.n16.08


Resumen

El presente texto muestra los resultados de la investigación del proyecto Turismo y Educación: una propuesta de la Licenciatura en Recreación y Turismo, de la Facultad de Educación Física. Se muestra un análisis de las salidas de campo realizadas en la Facultad entre los años 2006 y 2012, y se expone una reflexión que tiene en cuenta algunas afirmaciones originadas en propuestas de turismo alternativo. En las salidas de campo y estas propuestas de turismo se presentan aspectos comunes de propósitos formativos para los participantes y su relación responsable con el entorno.

Palabras clave: Turismo, salidas de campo, recreación, ocio, educación.


Abstract

The present text shows the results of the investigation of the Project of Faculty Turismo y Educación: una propuesta de la Licenciatura en Recreación y Turismo. Shows an analysis of the pedagogic trips made in the Faculty of Physical Education between the year 2006 and 2012, and exposes a reflection that bears in mind some affirmations originated in offers of alternative tourism. In the pedagogic trips and these offers of tourism, they present common aspects of formative intentions for the participants and responsible relation with the environment.

Keywords: Tourism, pedagogic trip, recreation, leisure, education.


Introducción

Este documento presenta algunos de los resultados de la investigación realizada en el marco del proyecto Turismo y Educación2. Uno de los propósitos de este trabajo de indagación es evidenciar las posibilidades del turismo como agente educativo y social, entendiendo por agente educativo todas aquellas personas e instituciones de carácter formal y no formal que trabajan por la formación, el desarrollo humano, social y sostenible de una sociedad. Se resalta que el agente educativo tiene una intencionalidad para el planteamiento de diseños y formas de intervención para lograr propósitos de formación (Otálora, 2010). Desde esta perspectiva, se concibe el turismo como un posibilitador de formación y desarrollo humano que promueve el desarrollo sostenible del medio ambiente a partir de prácticas pedagógicas reflexivas.

Para lograr este propósito, el proyecto revisó las salidas de campo realizadas entre los años 2006 y 2012 por la Facultad de Educación Física de la Universidad Pedagógica Nacional, las cuales se han concebido como una estrategia pedagógica que permite el desarrollo académico y humano de sus estudiantes.

El proyecto se llevó a cabo en dos fases. La primera consistió en el análisis de las salidas de campo como una fuente originaria para pensar el turismo, en tanto se considera agente educativo en la Facultad de Educación Física. Este eje de trabajo, que por más de veinte años ha asumido la Facultad, fue apropiado por el grupo de investigación como una de las condiciones que tuvo como resultado la propuesta de formación de licenciados en Recreación y Turismo en 2013, programa avalado por el Ministerio de Educación Nacional3. En la segunda fase se contrastó la información recolectada con maestros y estudiantes de la Facultad de Educación Física en 2014 mediante entrevistas estructuradas. Este documento muestra los resultados de la primera fase de investigación.

Metodología

Se empleó una metodología de corte cualitativo, de tipo descriptivo e interpretativo. Este enfoque comprende una orientación para entender los significados y símbolos de la realidad social vista desde las propias personas (Salgado, 2007). El tipo descriptivo interpretativo de la investigación refiere tanto la necesidad de profundidad en la descripción del objeto de estudio como una interpretación de la situación para las personas involucradas (Briones, 1996). Teniendo esto en cuenta, se planteó como finalidad caracterizar las salidas de campo que se han propuesto en los últimos seis años en la Facultad de Educación Física, así como interpretar las posibles relaciones entre las salidas de campo y el turismo como agente educativo.

Fuentes

Las fuentes de trabajo estuvieron conformadas por los archivos de la Facultad de Educación Física, que se componen, por una parte, de la planeación, los informes de las salidas y las actas de aprobación del consejo de Facultad y, por otra parte, de los documentos conceptuales sobre salidas de campo y turismo.

Guía para la recolección de información

En 1996, los profesores de la Facultad de Educación Física de la Universidad Pedagógica Nacional tomaron la decisión de ampliar la oferta de programas académicos. Entonces, además de la Licenciatura en Educación Física (administrada como departamento adscrito a la Facultad de Ciencia y Tecnología), se ofrecieron dos más: la Licenciatura en Recreación (Garzón, Ríos y Pulido, 2004) y la Licenciatura en Deporte (Universidad Pedagógica Nacional, 2004). En 2000, la Licenciatura en Educación Física abrió inscripciones con su nuevo plan curricular, y en 2006 lo hicieron la Licenciatura en Recreación y la Licenciatura en Deporte, hecho que resultó fundamental para este estudio. Por esta circunstancia histórica, se tomó la decisión de hacer un análisis de las salidas campo propuestas por las tres licenciaturas desde el primer semestre de 2006 hasta el segundo semestre de 2012.

Entre los requisitos formales que la Universidad Pedagógica Nacional exige para la aprobación de las salidas de campo están los programas de salida, que se constituyeron en los documentos base de esta investigación. La revisión tuvo en cuenta ocho aspectos: año, lugar, docente a cargo, nombre del espacio académico, justificación, propuesta para la salida, convergencia con otros espacios académicos y resultados esperados.

Masa documental

Esta investigación se compuso de la revisión de 89 programas de salidas de campo realizadas por los profesores de las tres licenciaturas (Educación Física, Recreación y Deporte) en el periodo comprendido entre 2006-1 y 2012-2.

Procedimiento

El proyecto definió las siguientes acciones:

Resultados

A modo de ejemplo, se presenta la matriz de información diligenciada, en ella se describe la forma en que se sistematizó la masa documental hallada. Se pueden observar tres salidas de campo, una correspondiente a cada licenciatura: Educación Física, Deporte y Recreación. Esta información fue tomada de los programas que entregan los profesores responsables a la decanatura.

Análisis de la matriz de información

A continuación se presenta el análisis de las justificaciones escritas para las salidas de campo y se contrasta con los espacios académicos vinculados y con los resultados esperados, algunos de los cuales se dan en términos de aprendizaje de los estudiantes, mientras que otros (la mayoría), en términos de registro o evidencia.

En primer lugar, podría pensarse que existe cierta linealidad entre las salidas de campo si se tienen en cuenta aspectos como su duración, espacio académico al que corresponden, sentido otorgado, producto propuesto, aporte al programa en particular, lugar de visita o práctica por realizar. Sin embargo, una clasificación simple por estos factores resulta casi imposible, debido a que las salidas son tan diversas que en varias de estas categorías resultaría la misma cantidad de salidas hechas y, en otros casos, podrían conjugarse todas en un solo tipo. Además, es necesario considerar que en aspectos como el sentido o propósito, e incluso en los productos esperados, se encuentran textos idénticos para diferentes salidas.

Por ello, en otro sentido podría plantearse la existencia de cuatro tipos de justificación formativa de las salidas, sobre todo en función de su carácter pedagógico. Estos cuatro tipos pueden encontrarse por separado o conjugados en una misma salida, lo que convierte a estas últimas en salidas mucho más enriquecedoras. Tenemos, pues, los siguientes tipos:

  1. Enfoque en la formación axiológica de los estudiantes conforme las actividades que se van a realizar, por ejemplo, la relación con la naturaleza, el desarrollo de situaciones que obligan a la solidaridad y ayuda mutua, o el fomento de la convivencia.
  2. Enfoque en la formación profesional, que consiste en el aprendizaje de la realización de salidas desde el diseño y la organización (reconocimiento de escenarios y personas de contacto) hasta el desarrollo mismo (técnicas como camping, uso de cuerdas y escalada, entre otras actividades de juego o aventura, manejo de grupo, atención a imprevistos y similares), lo que aporta tanto a la formación del área disciplinaria como a la formación docente.
  3. Enfoque en la formación personal, en el sentido de tener experiencias distintas de las de la ciudad y de la escolaridad convencional (como el cambio de la piscina al río y al mar), y abrirse al mundo de la naturaleza, actividades que ponen a prueba tanto la autonomía como la capacidad de liderazgo, o bien, de seguir reglas.
  4. Enfoque disciplinario, que tiene como justificación enfatizar los problemas planteados por el programa al campo de estudio, en función tanto de abrir escenarios de práctica de la educación física, la recreación y el deporte como de resaltar su aporte a la salud (física y mental), a la educación y al ser humano en general. En esta última categoría pueden inscribirse las salidas que exponen abiertamente un carácter interdisciplinario, ya que pretenden la consolidación disciplinaria desde allí.

En general, estas justificaciones dan cuenta de la utilidad de las salidas pedagógicas. No se trata, entonces, de mera diversión o cambio de rutina, ya que las salidas pedagógicas que se llevan a cabo desde 2006 tienen un componente formativo imprescindible. Ahora bien, sin duda, pueden darse también aprendizajes paralelos que, sin ser en todos los casos previstos -ya que, al parecer, dependen más del docente que de las salidas por sí mismas-, responden a la lógica misma del salir o viajar; tales van desde la toma de registro fotográfico y audiovisual hasta el empleo de diarios de campo y otras técnicas de indagación.

En este sentido, es fácil reconocer salidas con carácter exclusivamente académico, aunque son pocas. Entre estas podrían definirse tres clases. Primero, aquellas en las que los estudiantes son protagonistas y comparten sus elaboraciones (en sistematizaciones semestrales para el caso de la Licenciatura en Educación Física, o sus proyectos o trabajos de grado). Segundo, las salidas que conjugan el intercambio de profesores y estudiantes que participan en eventos de investigación (seminarios, congresos, entre otros) con ponencias. Y tercero, se tiene el intercambio de saberes con otras instituciones universitarias como un tipo de salida común en los tres programas; en estas se realizan, por ejemplo, análisis de propósitos formativos de las carreras y se compara la estructuración curricular, entre otros temas. A veces estas tres clases aparecen en una misma salida, como fue el caso de la salida del periodo 2009-2, de la profesora de la Licenciatura en Educación Física, Sonia López.

Es común, entonces, que se justifique una salida académica con base en la observación de la educación en otros contextos, entre los cuales el que más resalta es el rural. No se alcanza a ver en algunas justificaciones si hay más que observación, es decir, si se agregan otros instrumentos, como entrevistas o encuestas, pero la observación y el diario de campo, comunes en varias salidas pueden resultar suficientes por el nivel de formación. En particular, las salidas de corte académico que se justifican en la investigación (por ejemplo, la etnográfica, como la del caso del profesor Francisco Hernández et al, 2011-1) son pocas; el resto parece dar por hecho que la sola salida, la sola experimentación de otros escenarios, es una justificación razonable en términos formativos.

Así las cosas, en general, las menciones a metodologías educativas alternativas, el reconocimiento de escenarios de práctica, el contraste con didácticas docentes en contextos diferentes del citadino y el aprovechamiento de oportunidades de relación, por ejemplo, de cuerpo y naturaleza, no parecen tener un fuerte sustento investigativo. Esto, por supuesto, no quiere decir que las salidas enfocadas en lo académico carezcan de rigor, ya que se debe tener en cuenta que lo planeado en el papel sirve solo como referente ante el azar de la salida. Sumado a esto, dice mucho sobre lo que se entiende por el sentido de las salidas de campo, las menciones a la relación entre teoría y práctica, así como al aprender haciendo, las cuales son justificaciones recurrentes.

Ahora bien, las universidades con las que se ha tenido contacto o intercambio son la Universidad de los Llanos, la sede de la Universidad Pedagógica Nacional Centro Valle de Tenza, la Universidad del Valle, la Universidad de Antioquia (Instituto de Educación Física), la Universidad del Tolima y la Universidad del Quindío.

Un punto que debe analizarse aparte es el énfasis que se hace en el medio natural desde el reconocimiento de hábitats, lo que parece ser un planteamiento ambientalista e incluso propio de la biología, hasta el sentido de la responsabilidad ecológica. La fuerza que se imprime a la relación con la naturaleza resulta inevitable en las salidas pedagógicas. Es cierto que tal énfasis depende más del docente a cargo que de otra cosa -como el espacio académico al que corresponde o el lugar de la salida- y no se encuentra siempre planteado del mismo modo, incluso en ocasiones se menciona solo indirectamente, como si no fuese más que una consecuencia y no un propósito central. Si se trata de salidas con propósitos exclusivamente académicos, como los mencionados atrás, no se encuentra este énfasis; pero por el solo reconocimiento geográfico, afirmación hecha en algunos casos, puede decirse que hay un enlace necesario.

Además, la única salida con carácter competitivo registrada es la que lideró el profesor Víctor Hugo Garzón a un torneo de Ultimate Frisbee en el periodo 2008-2. Y solo hay registro de una salida internacional, el caso de la profesora Francia García (y otros) en el periodo 2011-1, viaje a Maracay (estado Aragua de Venezuela), correspondiente a la Licenciatura en Deporte. En contraste, resalta el contacto con comunidades indígenas, que aunque pocas veces se ha hecho, han sido distintas las comunidades visitadas, por ejemplo, la comunidad sicuani en el Meta, la nasa (o paeces) en el Cauca y la ticuna en el Amazonas.

En relación con los productos, hay que decir que falta difusión en el interior de la Facultad. Los eventos de difusión casi no se dan, son muy cerrados, de acceso exclusivo o solo para los círculos cercanos. No hay duda de que deben ampliarse. Se registran exposiciones y socializaciones que no se hacen (al menos a toda la Facultad), audiovisuales que no se conocen y publicaciones sin localización. Según lo que se registra en los formatos, es necesario cuestionar a la Facultad sobre la sistematización y archivo de las salidas realizadas.

Respecto a los lugares, se guarda correspondencia entre estos y las actividades por realizar. Por ejemplo, se visitan lugares rocosos para realizar escalada y ríos para actividades acuáticas.

Hay muchas salidas colectivas, es decir, en las que participa más de un docente. Estas tienen la particularidad de estar mejor justificadas y ser más abiertas, no son tan específicas en su actividad, sino que involucran varias posibilidades, lo que supone la articulación de saberes de los espacios académicos correspondientes a cada docente.

En particular, la Licenciatura en Recreación4 ha justificado sus salidas a partir de propósitos que resaltan el significado de lo alterativo, alternativo e incluyente; entre los más importantes se recogen los siguientes: reconocer al otro, salir de la cotidianidad, acercarse (a la vez) a entornos socioculturales y naturales distintos, reconocer la diversidad del país, generar aportes educativos (y recreativos) a otras comunidades, proyectar el trabajo comunitario, tomar conciencia de los problemas de la nación conforme una mirada histórica y social de la periferia y, finalmente, realizar un planteamiento ecológico. Todos estos propósitos se han dado sobre todo desde el espacio académico Ecoturismo Pedagógico.

En general, puede decirse que en 2006 hubo pocas justificaciones. En 2007 se empezó a enfatizar en lo disciplinario y se pulieron los productos por entregar. A partir de 2008, las salidas se han presentado mejor elaboradas, a su vez, los productos han resultado más exigentes. Es notorio, además, que aunque hay recurrencia de los profesores que salen con distintos grupos, quizá por ser quienes lideran los espacios académicos a los que las salidas se enlazan, a partir de ese año el número de profesores empezó a variar o a aumentar. En este mismo punto también se encontró que los mismos profesores siguieron justificando las salidas exactamente igual, y que sus cambios en la justificación y en las actividades fueron realmente muy pocos. Esto puede considerarse válido si se observa desde el punto de vista de las experiencias para los estudiantes, que son los que varían cada semestre; no obstante, cabe preguntar qué le aporta la salida al docente, tanto en su formación profesional como en lo que puede ofrecer a los estudiantes nuevos. Así mismo, desde 2008 ha sido más notoria la diferencia entre los tres programas curriculares. A partir de 2010, las justificaciones han mejorado contundentemente y el número de salidas de las licenciaturas en Recreación y en Deporte -en la cual se encuentran justificaciones del tipo praxis educativa y deportiva, reconocimiento de los escenarios regionales del deporte, experimentación de deportes no convencionales y extremos- se ha incrementado.

Discusión

Las salidas de campo son consideradas un escenario ideal para la enseñanza y el aprendizaje de nuevos conceptos que, en algún momento, el aula no permite; estas tienen como fin acercarse a los ambientes naturales para que estudiantes y maestros compartan en espacios que sean significativos y traigan consigo nuevas experiencias. Como refiere Guerrero (2009) acerca del trabajo de campo, "se explica como el aprendizaje que parte del contacto directo con la realidad, ampliando y profundizando los conocimientos, las destrezas y valores que se pueden adquirir al observar, descubrir e interpretar el sistema de interacción de cualquier fenómeno social" (p. 227).

Además, López (2007) afirma que "las salidas de campo rompen con la rutina habitual de las clases y trasladan el aprendizaje y conocimiento al mundo real, por lo que son muy motivadoras para el alumnado" (p. 100). Este autor considera que las salidas de campo ofrecen elementos privilegiados a los alumnos en cuanto a la conciencia ambiental, y que permiten desarrollar formas nuevas de acercarse a las problemáticas del mundo contemporáneo.

Sin embargo, para este mismo autor, existe una gran preocupación que consiste en que cada vez menos se sale con el estudiantado, en gran parte porque se considera que las salidas de campo se convierten en meras excursiones, o bien, porque en algunos casos a los profesores no les gusta asumir este tipo de responsabilidades con los estudiantes, o porque se desconocen los entornos naturales o hay poca planificación de las actividades. López muestra algunas ganancias para los estudiantes en las salidas de campo. Entre ellas se encuentran las siguientes:

Para López, las salidas de campo tienen éxito en la medida en que se planifiquen muy bien y en tanto los maestros conozcan tanto el terreno como lo que se quiere llegar a realizar y a cumplir; ratifica la idea de pensar en que este es un aprendizaje significativo que no puede omitirse de la formación de los estudiantes.

Por su parte, Pulgarín (1998) argumenta la importancia de lo que denomina excursión escolar-salida de campo o salida pedagógica como estrategia en la formación de licenciados en Historia y Geografía. Para ella, las salidas de campo son una forma de vincularse con la vida real y así comprender el mundo real. "Es una estrategia estrechamente relacionada con el proceso de construcción de conocimiento científico, al abordarla como una de las prácticas de la ciencia moderna, desde la cual se produce y se reproduce el conocimiento" (p. 1).

Pulgarín, al igual que López, subraya la importancia que tienen las salidas de campo como una forma de hacer conciencia social sobre el ambiente, logrando con ello un cambio de actitud. Es importante destacar, entonces, que las salidas de campo son una estrategia didáctica que tienen como fin un aprendizaje significativo y experiencial. Se debe enfatizar en la organización de la salida, los procesos que se van a desarrollar y los productos que deben producirse durante su realización, así como en las reflexiones posteriores que se deben registrar para efectos de precisar los aprendizajes adquiridos. Para Pulgarín (1998, p. 3):

La salida pedagógica impulsa la proyección de la escuela hacia la comunidad. Permite una mayor socialización del grupo. Sensibiliza al alumno hacia la situación ambiental y el manejo de los recursos. Dinamiza la inclusión de diferentes métodos de enseñanza. Rompe con la monotonía de la clase en el aula. Promueve la investigación como base de la enseñanza y el alumno disfruta su aprendizaje y se recrea.

Desde el aprendizaje para la vida se promueve e impulsa una manera distinta de adquirir el conocimiento y de mirar con cuidado los aspectos que los estudiantes requieren en su aprendizaje. Adicionalmente, las salidas de campo resultan trasversales para el aprendizaje de muchas áreas de la educación básica, media y superior, adoptadas en la mayoría de los casos como una estrategia didáctica.

Moreno, Rodríguez y Sánchez (2011, p. 15) construyen una propuesta que muestra cómo estas salidas son un escenario pedagógico y didáctico fundamentado sobre una educación sin muros:

La salida de campo [dicen] se presenta entonces como la instancia donde se recupera el "mundo de la vida" y se posibilita el diálogo con las ontologías regionales, colocando como centro del proceso educativo la acción intersubjetiva en contra de la imposición de saberes hegemónicos.

Desde esta perspectiva, este grupo de maestros vieron en las salidas de campo una oportunidad para desarrollar una investigación que les permitió confrontar no solo los saberes del aula, sino también cómo se puede aprender y enseñar de otras maneras. El trabajo realizado llevó a la reconceptualización de lo que es la salida de campo como una educación de aula sin muros, es decir, donde los saberes son construidos con la comunidad y las prácticas de la vida cotidiana se reflexionan y analizan. Asimismo se comprende que el conocimiento del mundo no solo depende de una disciplina, sino que la idea de la interdisciplinariedad es fundamental para adquirir mayores elementos de comprensión de la realidad. Por lo tanto, las salidas de campo son un insumo para intentar trasgredir formas de adquirir el conocimiento:

Al contrario del aula tradicionalista, la salida de campo concibe la educación no como la arena de combate, sino como el ágora en donde dialogan e interactúan los conocimientos obtenidos mediante los dos sistemas epistemológicos: el representacional y el perceptual. Es aquí donde el individuo pone en juego su competencia con ambos sistemas, con diferentes metodologías y líneas transversales de discusión, producción de materiales escritos, visuales y audiovisuales, entre otros. (Moreno, Rodríguez y Sánchez, 2011, p. 22).

Otro aspecto que rescatan los autores es el de la experiencia que posibilita la apropiación de conceptos y lenguajes de las ciencias sociales mediante la vivencia del lugar, de la integración del sujeto y de las sociedades con los espacios, enriqueciendo tanto a profesores como a estudiantes, quienes pueden producir materiales escritos, vídeos, grabaciones, diarios de campo y otro tipo de registros que pueden hacer de su práctica una experiencia de viaje enriquecedora, expectante y que lleva a la incertidumbre y a las pocas certezas que implica la exploración de un territorio.

Adicional a estos aspectos, Cely, Díaz y Ocampo (2008) hablan de otros beneficios de las salidas de campo, como la participación activa con la realidad, el fomento del espíritu de exploración y la imaginación, y aspectos del desarrollo personal claves para la interacción con comunidades.

Desde las perspectivas expuestas sobre las salidas de campo y los beneficios para estudiantes y maestros, se muestran algunas consideraciones de las nuevas perspectivas del turismo y cómo ellas configuran elementos, si no iguales, por lo menos muy parecidos en algunas categorías de análisis.

Otras perspectivas del turismo

El fenómeno del turismo viene en aumento. Sus perspectivas económicas parecen ser un atractivo para que las ciudades y los pueblos se pongan a la tarea de visibilizar sus recursos; sin embargo, también son muchos los detractores que tiene este fenómeno social, por lo cual, algunas perspectivas basadas en la sostenibilidad han venido generando apuestas interesantes, como es el caso del departamento del Cauca, donde se está impulsando el concepto de tecnocultura turística:

Lo tecno-cultural nos hace pensar en hombres y mujeres enlazados con su entorno, dentro de su praxis social, inmersos en su habitus, en su regularidad. Y es precisamente allí, en esa regularidad, en la que toma cuerpo, en la que cobra vida el producto turístico que proponemos, pues será en los procesos que esa práctica genera, en los productos culturales, agrícolas, artesanales que en ella se elaboran, en los que se evidencian las formas como los grupos exponen y desocultan [sic] lo que la naturaleza alberga, dejando inscripto en ese proceso las percepciones que los grupos tienen de sí mismos y del mundo, es decir, su identidad. (Solís, 2005, p.185).

Desde esta perspectiva se procura que el turismo sea una estrategia de desarrollo social y de fortalecimiento económico del Cauca; además, este proyecto recupera los conocimientos de la comunidad, donde los anfitriones pueden intercambiar saberes culturales con otros que llegan a aprender, y reconfigurar sus imaginarios y representaciones sociales. Se trata de recobrar la historia cultural y preservarla, entregarla al turista para compartir y perpetuar la identidad y el saber ancestral.

Este proyecto pretende que el turismo se piense desde tres ideas claves:

Como proceso de autorrepresentación de los valores, conocimientos y las manifestaciones de la región en lugar de utilizar lo cultural en el turismo como un elemento de exhibición exótica; en segunda instancia, como espacio de visibilización de procesos y no solo de productos tecno-culturales; y finalmente, como lugar de intercambio y resignificación semántica de lo simbólico, para que lo cultural no se petrifique como un dispositivo de reproducción de colecciones de bienes culturales tales como los museos, los almacenes y las vitrinas. (Ibíd., p. 191).

Si se observa con cuidado, este proyecto tiene como base la educación como propuesta para cambiar los imaginarios y las representaciones que existen sobre el turismo. Pretende, además, que los turistas comprendan y respeten el valor de la diversidad cultural que tiene el Cauca, procurando con ello contribuir al desarrollo social, económico y cultural de la región. Desde una perspectiva crítica, el proyecto no busca el desarrollo masivo de la exhibición cultural como una industria y desafía a que las entidades e instituciones puedan dar un paso para comprender las nuevas políticas que se deben acoger para proteger a las comunidades de grandes proyectos turísticos que puedan eliminar toda posibilidad de configuración social y comunitaria.

Otra forma de pensar el turismo es desde la sostenibilidad. Esta estrategia tiene como uno de sus propósitos el empoderamiento del territorio por parte de la comunidad. Como ejemplo está el departamento del Chocó, donde se muestra una iniciativa que las comunidades han venido desarrollando, un modelo para vivir mejor a partir del ecoturismo como instrumento del uso sostenible del ambiente. De acuerdo con Pertuz (2003, p. 125), "en Bahía Solano y Nuquí existe un grupo de personas, organizaciones e instituciones que cree que el turismo sostenible es una alternativa real para construir un desarrollo a escala humana".

Esta iniciativa, iniciada en los años noventa, cuenta con un fuerte trabajo de la comunidad por intentar no caer en la trampa de la mercantilización turística. Según cuenta Pertuz, las conciliaciones entre empresarios hoteleros y los foráneos de la región han venido dejando un largo proceso de acuerdos y beneficios ambientales, comunitarios y culturales. Además de ello, la comunidad ha contado con la asociación de instituciones académicas y gubernamentales que le han permitido establecer una forma de jugar entre el desarrollo social, económico y cultural de manera equilibrada y sostenible:

Entre los factores que impulsaron el turismo de naturaleza y el hoy llamado ecoturismo en la región tenemos la declaratoria de la ensenada de Utría como Parque Nacional Natural, el creciente interés de los visitantes por conocer y disfrutar de los atractivos naturales y culturales de la región y un proceso iniciado con guías locales que fueron capacitados por el parque y la Fundación Natura como guías ambientales. Inicialmente los guías empezaron a trabajar dentro del parque, pero luego, por falta de demanda para sus servicios dentro [de este, trabajan como guías] en diferentes playas turísticas del municipio; así comienza una nueva etapa para el turismo en la región, en la cual se perfilan los productos ecoturísticos y algunos procesos comunitarios y del sector privado en pro de esta modalidad turística. (Ibíd. P. 130).

Esta estrategia, en la que se ha venido trabajando desde hace ya algún tiempo, busca principalmente proteger el recurso ambiental como eje de conservación y también de trabajo. Se ha demostrado cómo el turismo ha influido negativamente en el ambiente y todos los problemas que ha causado el poco cuidado y preservación que se tiene de algunos territorios, todo por el aparente desarrollo económico. Estas propuestas son formas de intentar conciliar lo económico con lo social y ambiental; sus intentos aún son cortos, pero, al igual que el ejemplo del Cauca, de fondo tienen que recurrir a la educación como una manera para que las comunidades lugareñas comprendan el camino de defensa del territorio que es necesario emprender para preservar y no desaparecer. Esta última afirmación no solo tiene que ver con el mal uso de los recursos ambientales, también con el empoderamiento, para que los empresarios no desplacen pequeñas iniciativas de turismo con ideas de tecnologización que pretenden hacer proyectos turísticos importados, sin contar con el desarrollo de la cultura y el contexto.

Otra perspectiva de trabajo turístico se realiza desde la responsabilidad y la solidaridad. Una iniciativa de la ONG española SODePAZ ha venido liderando una apuesta que permite pensar sobre el comercio justo y el consumo responsable; para ello, se usa como medio el turismo con enfoque medioambiental y de género. Lo que se intenta es que a partir del turismo las personas se sensibilicen y puedan ayudar a comunidades en conflicto. Este tipo de turismo visibiliza los conflictos de manera real, por ello acompaña a comunidades que quieran recibir a personas extranjeras y permitirles conocer desde sus experiencias el contexto en el que viven.

Las consecuencias del desarrollo turístico, en especial en los países del Sur, parecen haber sido mayoritariamente perjudiciales. En realidad, lo que se ha presentado como una vía rápida hacia el desarrollo no ha hecho más que aumentar las desigualdades sociales, destruyendo el medio ambiente y desestructurando las sociedades de acogida. No obstante, algunos casos de turismo alternativo autogestionado por la propia comunidad parecen mostrar que un cierto tipo de turismo, a menor escala y con una gestión diferente, puede generar efectos positivos. Por este motivo, SODePAZ trabaja también con otras organizaciones del Estado español en el marco del Foro de Turismo Responsable (FTR) para denunciar los mitos del turismo como motor de desarrollo y proponer alternativas de turismo solidario y responsable. (SODePAZ, 2012, p. 40).

Este tipo de turismo pretende no desvincular una idea política de lo cultural y lo social; no se procura presentar a los turistas paquetes con lo más seductor de las regiones, sino afianzar relaciones, apoyar en las necesidades y enfrentar los conflictos contemporáneos con miradas amplias y perspectivas reales de solución. Los objetivos principales de estos viajes desde SODePAZ son los siguientes:

Esta búsqueda de un turismo más responsable y con alternativas que permitan a los turistas confrontar su realidad con la de otras personas es todo un aprendizaje a partir de la experiencia y la convivencia, que permite comprender otras representaciones de socialización, cultura y aprendizajes. Además, la idea de generar un vínculo que posibilite la búsqueda de soluciones posibles a partir de la solidaridad es un asunto interesante.

A modo de conclusión

Tanto las salidas de campo como las propuestas alternativas de turismo buscan promover formas de relaciones diversas que permitan proponer nuevas posibilidades educativas. En ambas se evidencian valores pedagógicos y se explicitan los propósitos de desarrollo humano que pueden generar el encuentro con los demás, el descubrimiento y el disfrute del medio ambiente. Por otro lado, comparten el viaje, cuyos aspectos no son solamente procedimentales: el transporte, la alimentación, el alojamiento, la convivencia, entre otros, son referentes llenos de significados y sensaciones que se conjugan en la experiencia. Además, se enriquecen con lo nuevo por descubrir y el cambio del contexto rutinario. En este sentido, coinciden algunas de las motivaciones, aunque en el caso de las salidas ligadas a propuestas específicas de espacios académicos y diseños de los docentes.

En sus proyecciones, tanto las nuevas propuestas de turismo como las salidas fundamentan una relación inteligente y crítica con el entorno, es decir, responsabilidad como visitantes o turistas ante el contexto visitado, sus aspectos culturales y sociales. Además, consideran la experiencia de este tipo de viajes como algo para formar; en este sentido, proyectan los aspectos o recursos necesarios para trascender el entretenimiento sin razón.

Como temas que el turismo puede aportar a las salidas pedagógicas están el ocio y la diversión como aspectos relevantes de las propuestas. Parece que la preparación de las salidas no puede explicitar el placer como tema de formación. De esta forma, se reitera la convención social que sobrevalora el consumo y la producción como aspectos serios y deja de lado la recreación y el ocio como aspectos marginales, mal vistos o irrelevantes (Carreño, 2013). En muy pocas ocasiones las actividades de ocio se explicitan dentro de la planeación, es decir, estas no hacen parte de la planeación de los profesores; así mismo, en los reportes no se deja evidencia de las jornadas de baile, socialización, conocimiento con la población, festivales gastronómicos u otros aspectos que son muy valiosos para todos y que también deberían ser parte fundamental de la planeación que hace el docente.

Por ello, solo anecdóticamente, los participantes refieren de manera jocosa situaciones divertidas memorables, pero inmediatamente profesores y estudiantes salen a la defensa de lo serio y la contribución academicista a la formación. Entonces, son visibles algunos imaginarios que existen en torno al turismo, como diversión, descanso, relajamiento, placer, entre otros, vinculados con la improductividad, mientras que las salidas de campo en el marco de la universidad deben ser todo lo contrario.

Por esta razón, proponer el turismo como agente educativo es vincular de forma explícita el ocio como aspecto formativo y central en el diseño de propuestas de salidas con carácter pedagógico. El turismo como agente educativo pretende que los elementos de gozo, placer y diversión estén unidos a lo que se enseña y aprende, confrontado con una visión de turismo ligada a experiencias de libertad y desarrollo personal (Rodríguez y Díaz, 2014). De lo que se trata con esta propuesta es de permitir que los estudiantes y profesores transiten entre lo placentero y lo académico como parte de su vida y su formación. Fundamentalmente, involucrar el concepto de turismo en la universidad es proponer tensiones fuertes entre los modelos económicos y culturales que imponen lo que se considera productivo e improductivo, relevante y menospreciable, serio y no serio.


Notas

2 Proyecto de Facultad El turismo pedagógico, una apuesta de la Licenciatura en Recreación, código FEF-01-14, vigencias 2013-I, 2013-II y 2014-I. Coordinadora: Astrid Bibiana Rodríguez Cortés. Grupo de investigación Lúdica, cuerpo y sociedad. Categoría C de Colciencias.
3 Registro calificado del Ministerio de Educación Nacional. Resolución 13877 del 8 de octubre de 2013.
4 Se aclara que la muestra de información fue tomada sobre los años 2006-2012, cuando la titulación era Licenciatura en Recreación. Actualmente, como se comenta en otro apartado, es Licenciatura en Recreación y Turismo (Cf. Universidad Pedagógica Nacional, 2012).


Referencias

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