10.18601/01207555.n24.03

ENFOQUES DE LAS INVESTIGACIONES ACERCA DEL CICLO DE VIDA DEL ÁREA TURÍSTICA (CVAT)1

APPROACHES OF RESEARCH ON THE LIFE CYCLE OF THE TOURIST AREA

César Augusto Oliveros Ocampo
Magíster en Desarrollo Sustentable y Gestión Ambiental por la Universidad Distrital Francisco José de Caldas de Bogotá
Miembro del Grupo de Investigación INDESOS Colombia
[Turismo.docencia@gmail.com]

Carlos Rogelio Virgen Aguilar
Doctor en Ciencias para el Desarrollo Sustentable por la Universidad de Guadalajara Docente de la Universidad de Guadalajara México
[rogeliov01@hotmail.com]

Rosa María Chávez Dagostino
Doctora en Ciencias para el Desarrollo Sustentable por la Universidad de Guadalajara
Profesora e investigadora en el Departamento de Ciencias Biológicas y colaboradora con el Departamento de Estudios Sociales y Económicos del Centro Universitario de la Costa en Puerto Vallarta de la Universidad de Guadalajara México
[rosac@cuc.udg.mx]

1 Fecha de recepción: 28 de febrero de 2018
Fecha de modificación: 15 de mayo de 2018
Fecha de aceptación: 28 de junio de 2018

Para citar el artículo: Oliveros, C. A., Virgen, C. R. y Chávez, R. M. (2019). Enfoques de las investigaciones acerca del ciclo de vida del área turística (CVAT). Turismo y Sociedad, XXIV, pp. 51-75. DOI: https://doi.org/10.18601/01207555.n24.03


Resumen

El CVAT hace un análisis de las fases evolutivas del desarrollo turístico a partir de cambios en el crecimiento de la demanda, la expansión del equipamiento turístico, la infraestructura y otros factores que inciden en el destino. Con el propósito de explorar las perspectivas teórica y metodológica del CVAT a partir del modelo de Butler y de encontrar enfoques aplicados en áreas protegidas (AP) de uso turístico a la calidad de vida y al bienestar social de la población receptora, se hizo un análisis de las publicaciones disponibles, con bases de datos multidisciplinarias de ISI Web of Knowledge y Google Scholar por tema a partir de 1980, año en que se publicó la primera investigación de butler. Se utilizaron las palabras clave "tourism life cycle" y "tourism area life cycle". Se identificaron aproximadamente seis estudios empíricos en AP con enfoques y análisis multidisciplinarios. Se concluyó que se han realizado nuevas propuestas significativas al modelo que además se adecúan a las necesidades de cada área turística. También se evidenció que existe una relación directa entre CVAT, calidad de vida y bienestar social de la población de acogida. Igualmente, se evidenció una tendencia al uso de la geografía económica evolutiva para el estudio de la evolución de las áreas turísticas.

Palabras clave: Ciclo de vida, área turística, áreas protegidas, evolución, geografía económica evolutiva.


Abstract

The TALC makes an analysis of the evolutionary of tourism phases development in the destination, based on changes of the growth of demand. This approach causes that to deviate from its mission with the host community and its wellness. In order to explore the theoretical and methodological perspectives of TALC based on the Butler's model, and to find applied approaches in protected areas (PA), to the quality of life and social welfare in the host population, To made an analysis of the available publications in multidisciplinary databases of ISI Web of Knowledge and Google Scholar by subject, starting in 1980, year in that Butler's published first research, was using the keywords: «Tourism life cycle» and «Tourism Area Life Cycle. Approximately six empirical studies in PA were identified with multidisciplinary approaches and analyzes. It was concluded significant that new proposals have been made to the model that also are adapted to the needs of each tourism area. It was also evident that there is a direct relationship between TALC and quality of life and welfare of the host population, as well as a tendency towards the use of evolutionary economic geography to study the evolution of tourist areas

Keywords: Life cycle, tourism area, protected areas, evolution, evolutionary economic geography.


Introducción

La Organización Mundial del Turismo propone que el turismo sea un factor creador de considerables actividades, fuente de empleo para el progreso en todos los países donde se practica, haciendo alusión al principio del turismo: "Calidad de vida para la población de acogida". También proclama que la satisfacción de las necesidades turísticas no debe constituir una amenaza para los intereses sociales, económicos y ambientales, especialmente, para los recursos naturales. Estas son algunas razones que impulsan el avance socioeconómico y el mejoramiento de las condiciones de vida humana, de manera que el desarrollo del turismo en áreas protegidas (AP) sea visto como una de las actividades económicas clave para la erradicación de la pobreza y se convierta en una estrategia local con repercusión global, con propuestas esperanzadoras para las poblaciones que habitan estos territorios y que ayude a la conservación y preservación de los espacios naturales. Sin embargo, no han sido suficientes los estudios empíricos que llevan a evidenciar estos avances en AP de uso turístico y que además explican la situación de su estado actual y revelan la relación entre la evolución de estos espacios como destinos turísticos y los niveles de calidad de vida y bienestar social de la población receptora.

Las investigaciones realizadas sobre el CVAT como instrumento para caracterizar y conocer la evolución de un destino permiten comprender la dinámica del turismo y su inserción en el mercado global, con el propósito de llevar a cabo la implementación de estrategias competitivas que ayuden al desarrollo del destino y a visibilizar los efectos socioeconómicos, culturales y ambientales de este en el territorio. Esta generación de conocimiento también es fundamental para la toma de decisiones, el diagnóstico, la planificación turística y para fortalecer futuros estudios que analicen las relaciones e implicaciones de lo que ocurre en cada una de las etapas de la evolución de los destinos turísticos y su población de acogida. Por lo tanto, es objetivo de este estudio revisar las publicaciones sobre este tema con bases de datos reconocidas, para exponer las críticas y los enfoques abordados desde un marco conceptual del CVAT, su aplicación en AP y su relación con la calidad de vida y el bienestar social de la población receptora. Esta revisión tiene objetivos específicos acordes con los grupos y las categorías de análisis presentados en la tabla 1.

Antecedentes

La primera formulación de la teoría del ciclo de vida de un producto suigió en 1965, aporte de Theodore Levitt, como instrumento para determinar la importancia del producto en la empresa y sistematizar el comportamiento de las ventas de los productos a partir de su permanencia en el mercado. Levitt empleó el concepto por primera vez en un artículo publicado en la Harvard Bussines Review (Levitt, 1965) en el que afirmó que la vida de los productos se asemeja a la de los seres vivos: nacen, crecen, se desarrollan y mueren. Levitt propuso cuatro etapas para lo que él llamó ciclo de vida del producto: market development, growth, maturity y decline.

El interés de investigadores contemporáneos por comprender el comportamiento y la evolución de los productos turísticos impulsó a proponer estudios como la psicografía de los turistas -que responde al cuestionamiento ¿por qué la popularidad de los destinos sube y cae? - y la propuesta de "Irridex" -que estudia el proceso de cambio en las actitudes de los residentes hacia los turistas-. Ambos estudios fueron la línea de base para la construcción del modelo del CVAT de Butler y fueron discutidos en The origins of the tourism area life cycle (Butler, 1980), documento en el cual se exponen los argumentos teóricos y las cuatro etapas del modelo: exploration, involvement, development, consolidation y stagnation, esta última con las subcategorias de rejuvenation y decline.

La lógica del mercado turístico y las múltiples consecuencias que este ocasiona en el territorio han llevado a exponer debates sobre las características de la evolución de un destino y qué variables endógenas y exógenas influyen en su avance: su naturaleza, actores, mercado, territorio y las políticas de Estado parecen ser los detonadores a la hora de determinar tan estudiada evolución. Tan compleja situación ha sido una limitante para consolidar un modelo que tenga la total aceptación y respaldo de la comunidad científica, y más confuso aún si se quiere comprender su evolución e implicaciones en la calidad de vida y el bienestar social de la comunidad receptora en AP de uso turístico.

También existe una dicotomía aún vigente frente a la utilidad del modelo de CVAT: en primer lugar, están quienes lo aprecian como un instrumento descriptivo de las etapas por las que transita el área turística y destacan su importancia como instrumento útil para la planificación turística y la toma de decisiones (Cooper, 1990; Haywood, 1986; Johnston, 2001); en segundo lugar, se encuentra una deficiencia en su aplicabilidad y en argumentos teóricos suficientes que soporten su validez (Haywood, 1986; Hovinen, 2002; Johnston, 2001).

Es de resaltar que existe un primer abordaje de revisión de la literatura sobre el CVAT, realizado por Lagiewski (2006), en el cual este autor divulga los principales aportes y aplicaciones del modelo publicados entre los años 1980 y 2002. En su estudio analizó 49 casos, limitados exclusivamente a investigaciones escritas en inglés, y dejó de lado investigaciones en español realizadas en América Latina y España. Este estudio se dividió en seis categorías: the first test and the first proposed changes; major criticism or major advancement?; changes to later stages and the vertical axis; new contexts and variances; destination drivers, theoretical foundations and integrations; estas categorías fueron abordadas de manera descriptiva con el propósito de documentar literatura previa e inducir al lector a un interés sobre el CVAT. Por lo tanto, esta literatura no se menciona detalladamente en este documento.

Por otro lado, este estado de la cuestión reconoce que el tema del ciclo de vida del área turística ha sido muy estudiado en las últimas décadas, pero las investigaciones empíricas en AP son escasas y el estudio de la evolución de los destinos turísticos no ha sido suficiente para comprender las implicaciones que esta tiene sobre la calidad de vida y el bienestar social de la población de acogida.

Materiales y métodos

Se hizo el rastreo tomando como año base 1980, fecha en la cual se publicó el trabajo de investigación "The concept of a tourist area cycle of evolution: Implications for management of resources" (Butler, 1980) como principal propuesta teórica y metodológica usada para conocer la evolución del destino; el rastreo se hizo hasta octubre de 2017. Para la búsqueda y selección de los documentos, se emplearon principalmente dos bases de datos:

En la primera, se utilizaron las opciones instrumentales de la plataforma ISI Web of Knowledge (Web of Science, Current Contents Connect, Biological Abstracts) como sistema integrado basado en la web y que incluye las siguientes bases de datos: Derwent Innovation Index, KCI-Korean Journal Database, Russian Science Citation Index y Scielo Citation Index; además, ofrece una plataforma de contenido de alta calidad y los instrumentos para gestionar información de investigaciones. ISI Web tiene conexión con índices regionales de citas, datos de patentes, índices de temas especializados, un índice de conjuntos de datos de investigación, con un total de más de 33.000 revistas, y hace la búsqueda a partir de contenidos multidisciplinarios, contenidos sobre materias específicas, datos de investigación e instrumentos de análisis, entre otros (Thompson Reuters, 2017). No obstante, la plataforma no suministró resultados de documentos publicados en español y en algunos casos no proporcionó el extenso, lo que sugirió una búsqueda de estos en las bases de datos complementarias: Scopus, EBSCO, ScienceDirect y JSTOR.

Las palabras clave usadas en la búsqueda básica fueron, por tema, tourism life cycle, con 330 resultados, incluyendo temas diversos en turismo, por lo que se filtró por "título"; resultaron 44 documentos. Este procedimiento se repitió, pero en español, con las palabras clave "ciclo de vida", "turismo" y "ciclo de vida del área turística", que arrojaron 0 resultados. Inmediatamente, se hizo lectura del título, el resumen y la metodología, con el propósito de seleccionar aquellos documentos que suministraran información sobre CVAT como tema central de la investigación: se consolidó un total de 29 artículos.

Como respuesta a la limitante de cero (0) resultados de documentos en español, se procedió a realizar la búsqueda en la segunda base de datos: Google Scholar. Las palabras clave usadas en esta búsqueda avanzada fueron "ciclo de vida del destino turístico", con filtros de "toda la frase exacta", "en todo el artículo" y "en español", que arrojaron 66 resultados. Luego se procedió de la misma manera que en la primera búsqueda y se eliminaron tesis de licenciaturas. Al final se consolidaron 23 resultados.

Las tablas de frecuencia de los análisis estadísticos son el resultado del instrumento "analizar resultados" de ISI Web, complementado y procesado manualmente en Excel con el resto de las referencias bibliográficas.

Con el propósito de enriquecer teóricamente esta revisión, se acudió a 34 artículos previamente recuperados en diferentes bases de datos y suministrados por conocedores del tema. Finalmente, la revisión se realizó con base en 86 documentos; para facilitar su estudio, se diseñó la unidad de análisis conformada por dos grupos y ocho categorías, como se muestra en la tabla 1.

Análisis estadístico de investigaciones publicadas

La exposición de hallazgos cuantitativos de esta revisión esboza los rendimentos en producción, tendencias temporales y concentraciones espaciales en investigaciones sobre CVAT en tres categorías:

Categoría publicaciones por autores

(Identificar autores con mayor número de publicaciones en CVAT)

En los resultados expuestos en la tabla 2, de 86 artículos publicados entre los años 1980 y 2017, los autores más representativos fueron Soares, Gândara e Ivars-Baidal (Domareski y Gândara, 2017; Soares y Gândara, 2011; Soares, Gândara e Ivars-Baidal, 2012; Soares, Ivars-Baidal y Gândara, 2016; Soares, Ivars-Baidal y Gândara, 2015; Virgen, 2009; Virgen, Arce y Gândara, 2016) y Butler (Butler, 1980, 1996, 2009, 2011a, 2011b, 2014, 2015, 2006), con 7 y 8 publicaciones respectivamente. Se resalta que los aportes de los primeros autores están enmarcados en estudios de caso y análisis evolutivos de los destinos, incluyendo nuevas propuestas de investigaciones. En el caso de Butler, como precursor teórico y metodológico del modelo de CVAT, la mayoría de sus investigaciones aportan a la construcción teórica y metodológica del modelo. Por su parte, Zhong, Chen, Deng, Xiang y Kuo solo han publicado estudios de caso en los que han aplicado el modelo como principal metodología. Para el caso de Tooman, su primer estudio hace un análisis del CVAT y del efecto multiplicador en cada una de las etapas del destino (Tooman, 1997b). Virgen, además de publicar un estudio de caso (Virgen, 2009), plantea conjuntamente con Gândara y Arce un estudio de aproximación a la teoría evolutiva desde las etapas de un destino turístico (Virgen et al., 2016).

El 69,77 % de las publicaciones están representadas por otros 60 autores con publicaciones individuales, aportes teóricos, metodológicos y estudios empíricos.

Categoría Países/Territorio

(Localizar espacialmente las contribuciones realizadas)

Es de aclarar que la frecuencia de resultados por países se refiere al origen de las publicaciones, y no al lugar donde se realizó el estudio de caso. En la tabla 3 se observa que España lidera las publicaciones y que sobresale el uso del modelo como metodología en investigaciones empíricas en ese mismo país (Garay Tamajón, 2007; García-Ayllón, 2016; Oreja, Parra-López y Yanes-Estévez, 2008; Pérez, 2012). Empero, se evidencia que la mayoría de las investigaciones realizadas de CVAT en países de América Latina son publicadas en revistas españolas (López, 2011a; Millán, Pérez y Martínez, 2012; Segrado, Amador, Jiménez y Arroyo, 2011; Soares et al., 2015). Seguidamente, se encuentra Estados Unidos de América, siendo relevantes los siguientes trabajos: "Application of the tourism life cycle concept in the greater Yellowstone región" (Johnson y Snepenger, 1993), "Applications of the Life-Cycle Model in tourism" (Tooman, 1997a) y "Tourism competitiveness, Government and Tourism Area Life Cycle (TALC) Model: The evaluation of Costa Rica, Guatemala and Honduras" (Kubickova y Li, 2017), entre otros.

En Inglaterra sobresalen estudios realizados por autores asiáticos (Omar, Othman, Badaruddin y Azizi, 2015; Sun, Lee y Chen, 2015; Zhong, Deng y Xiang, 2008), algunas investigaciones de aportes teóricos (Butler, 2006; Hovinen, 2006; Russell y Faulkner, 2004) y estudios de caso (Almeida y Correia, 2010).

Así mismo, México es el país líder latinoamericano que figura en la tabla con publicaciones propias (Navalón y Rico, 2011), esto sin sumar los estudios de caso realizados en el territorio mexicano, pero publicados en revistas brasileras (Virgen, 2009) y españolas (Gómez Díaz, Torres Valdez y Miguel Velasco, 2017; López, 2011).

Las investigaciones publicadas de China están representadas únicamente por estudios de caso (Lee y Weaver, 2014; Tang, Zhong y Ng, 2017), al igual que en Australia (Caldicott y Scherrer, 2013), Italia (Pulina, Dettori y Paba, 2006) y Portugal (Romão, Guerreiro y Rodrigues, 2013), en otros países.

Categoría año de publicación

(Medir las tendencias temporales sobre las investigaciones)

En la tabla 4 se aprecia una tendencia pobre de publicaciones en las dos primeras décadas, inclusive ausencia en algunos casos. Se evidencia que la mayor concentración de publicaciones sobre CVAT ocurrió en el período 2010-2017, con el punto más alto en los años 2011 y 2014. De esta situación se pueden hacer dos interpretaciones: la primera, como un caso fortuito de publicaciones, en la mayoría de los casos, de estudios empíricos; la segunda, como un acontecimiento que coincidió con la segunda edición de la publicación de "The origins of the tourism area life cycle" (Butler, 2011a), en la que se aclaran algunos puntos teóricos y percepciones erróneas que se presentaban en el modelo.

Esto indica que los temas abordados sobre la cuestión han cobrado relevancia para la investigación científica y para los académicos en los últimos años. Se puede decir que este interés se incrementa por la necesidad de encontrar instrumentos prácticos que ayuden a los destinos a renovar e innovar el desarrollo turístico de sus territorios, adaptado a los lineamientos de destinos o productos turísticos sostenibles, o bien que su aplicación se debe a la no existencia de otro modelo válido que permita comprender la evolución turística de un territorio. Esto justifica una vez más la necesidad de realizar una revisión de la literatura sobre los estudios, las investigaciones y los hallazgos encontrados sobre el ciclo de vida de los destinos turísticos.

Análisis cualitativo

Este grupo de unidad de análisis pretende hacer una lectura crítica sobre los estudios teóricos y empíricos con el propósito de agrupar los hallazgos relevantes sobre el modelo. Se proponen las cinco categorías siguientes:

Aportes conceptuales al CVAT

(Analizar los aportes conceptuales más significativos realizados al modelo)

Las primeras evidencias de estas etapas se dieron en 1965, cuando Levitt propuso el modelo para analizar el ciclo de vida de un producto comercial no turístico (Levitt, 1965). Este ejercicio fue replicado por Butler para áreas turísticas, considerando que estas son dinámicas, evolucionan y cambian a través del tiempo, cambios producidos por las preferencias y necesidades de la demanda, que al mismo tiempo generan un progresivo deterioro del destino y exigen sustituciones de las facilidades turísticas. Estas primeras estimaciones conceptuales del ciclo de vida de un producto aplicadas al turismo fueron dadas por Butler (1980), quien afirma que al inicio del CVAT la comercialización de productos turísticos se da de manera muy pausada o lenta, luego las ventas experimentan una rápida tasa de crecimiento, se estabilizan y posteriormente declinan. Según Butler, la curva es asintótica, por eso propuso la ocurrencia de cinco etapas en la evolución de las áreas turísticas: exploración, implicación o participación, desarrollo, consolidación y estancamiento; esta última etapa tiene dos categorías: rejuvenecimiento o declive.

La construcción del modelo de Ciclo de Vida del Área Turística tuvo sus inicios a partir de la influencias de las investigaciones realizadas por Noronha, Plog y Doxey (citados por Butler, 1980). Para Norohna, el turismo se desarrolla en tres fases: descubrimiento, respuesta e iniciativa local y la institucionalización. Plog, por su parte, a partir de la psicología de los viajes caracteriza a los viajeros como alocéntricos, centro-céntricos y psico-céntricos; además, sugiere que las áreas turísticas son atractivos para diferentes tipos de visitantes a medida que estas evolucionan. Y la teoría propuesta por Doxey se denomina "Irridex", que estudia el proceso de cambio en las actitudes de los residentes hacia los turistas.

Estos estudios dieron luces a Butler para analizar más a fondo lo que sucede en los destinos e iniciar investigaciones sobre la posible relación inversa entre el número de visitantes del área turística y la disminución de lo que él llama capital de trabajo. Tal disminución ocurre cuando se alcanza el tope de la capacidad de carga y repercute en los impactos negativos ambientales del destino, en la calidad del agua y del aire, entre otros factores. Butler también examina el factor social, y al respecto menciona la existencia de resentimiento social por parte de la comunidad receptora hacia el turista (Butler, 1980). Estos aspectos finalmente podrían llevar al envejecimiento del destino y a la disminución considerable de visitantes. No obstante, Butler analiza el factor social con una mirada sociológica, de interacción entre individuos, y no desde los efectos económicos que el turismo genera en la población de acogida y que se manifiestan en el mejoramiento de la calidad de vida y el bienestar social.

La primera aplicación del modelo de CVAT se hizo entre 1981 y 1982 en Lancaster County, al noroeste de los Estados Unidos; y como aporte significativo al marco teórico, Hovinen encuentra una etapa coexistente de madurez que comienza cuando el rápido crecimiento en el número de visitantes ha terminado (Hovinen, 2006). Adicionalmente, este autor señala que los inversionistas extranjeros invierten en nuevas empresas que florecen, mientras que las empresas originales disminuyen y algunas atracciones comienzan a perder su poder de atracción; es decir, los destinos son lugares para los mercados de las empresas, los visitantes y sus flujos.

En la década de los noventa, Haywood afirmó que "la identificación de etapas en los CVAT con referencia particular al concepto de 'lugar' compagina con el desarrollo del turismo, afirmando que los destinos son depósitos de organizaciones al servicio de las necesidades de los visitantes" (p. 52). Insinuando una discusión etimológica en cuanto al espacio geográfico que Butler define como área turística, su cuestionamiento no va más allá de repensar ¿qué constituye realmente un área de turismo? Haywood concluyó que es cualquier lugar que atrae visitantes o representa un lugar de reunión turístico principal, independientemente de su extensión. Esto proporcionó validez al concepto usado por Butler y aprobó su aplicación también para establecimientos de alojamiento, atractivos turísticos y otros elementos relacionados con el turismo. Adicionalmente, Haywood confirmó que el ciclo de vida tiene potencial no solo para aclarar las influencias exógenas, sino también para comprender cómo las áreas de turismo y las organizaciones responden a estas influencias.

En cuanto a comprender el concepto de ciclo de vida y su interrelación con la capacidad de carga, para Martin y Uysal (1990) se convierte en un factor indispensable para los tomadores de decisión, desarrolladores y gestores de las políticas públicas de turismo. Para estos autores, la posición del ciclo de vida y la utilización de una capacidad de carga óptima pueden controlar el futuro de un área turística; también afirman que con una previsión, planificación y efectiva implementación de la política es posible que las áreas de destino turístico retrasen la llegada del declive al destino y constatan que cada etapa de desarrollo tiene su propia capacidad de carga. Años más tarde se abogó por la idea de identificar el número máximo apropiado de visitantes para el estudio del ciclo de vida (Butler, 1996) y se consideró que no conocer ni respetar la capacidad de carga del complejo, atractivo o área turística los volvería menos competitivos, lo cual se reflejaría en el declive. Así, las intervenciones apropiadas señaladas anteriormente serían la clave para garantizar que las diversas capacidades de carga económica, social, cultural y ambiental del área no se excedieran (Butler, 2011b).

Posteriormente, se estableció que la duración, el inicio de las diferentes etapas y los ciclos mismos eran difíciles de predeterminar por la misma complejidad del mercado (Lundgren, 2006) y que en una misma área turística pueden converger diferentes ciclos de vida turística (Haywood, 2006), esto debido al surgimiento paralelo de diferentes tipologías de turismo en una misma área turística, a la tendencia en los gustos de la demanda y a la vocación turística reinventada del territorio. Igualmente, se determinó que el modelo se puede adaptar para examinar el ciclo de vida en eventos específicos vinculados a fenómenos turísticos, como en resorts, hoteles y atractivos, entre otros (Haywood, 1986) (Butler, 2011b). Estas afirmaciones coinciden con Buhalis (2000), quien concluye que los turistas perciben el destino como una marca que comprende una colección de proveedores y servicios en un lugar determinado; los turistas desarrollan una imagen sobre los destinos y un conjunto de expectativas basadas en experiencias previas. Buhalis también alega que durante sus vacaciones los turistas consumen un destino como una experiencia integral, con diferentes propósitos, y que, como consecuencia, hay superposiciones entre el marketing estratégico del destino como un todo y la incidencia sobre la evolución del desarrollo del área turística.

El mismo Butler (2011b) concuerda con que la intervención de fuerzas externas para garantizar la supervivencia del destino -sobre todo en la etapa de estancamiento- es necesaria para el rejuvenecimiento del área turística. Butler argumenta que, cuando el desarrollo y el crecimiento alcanzan su punto máximo, los desarrolladores turísticos y el Estado deben buscar nuevas estrategias y oportunidades de expansión.

A su vez, Soares, Gândara e Ivars-Baidal (2012) proponen incluir factores que pueden afectar la evolución de los destinos, como la incidencia que tienen los tour operadores en el destino y el turismo de segundas residencias, etc. También proponen la inclusión de los indicadores de calidad de vida de la población: índice de paro, seguridad, masificación, población permanente/número de turistas y aumento de la densidad poblacional, entre otros.

Han pasado más de treinta años desde que se propuso la teoría del ciclo de vida del área turística para entender la evolución del desarrollo turístico; su aplicabilidad aún es válida y su marco conceptual y metodológico se ha mantenido en el tiempo pese a los cambios revolucionarios generados en el turismo. Los destinos inteligentes; las nuevas formas de hospedaje; los sistemas innovadores de comercialización turística; las múltiples y variadas formas de transporte que reducen costos, tiempo y distancia; el mercado globalizado y una demanda que evoluciona en la forma de viajar han sido y serán los retos por enfrentar. Posiblemente, estos aportes conceptuales son respuestas a estos cambios revolucionarios.

Controversias y nuevas propuestas al modelo

(Conocer los debates y las nuevas propuestas significativas realizadas al modelo)

Controversias

Desde el surgimiento de la teoría del ciclo de vida del área turística en 1980, las discusiones conceptuales, teóricas y metodológicas no se han hecho esperar. Haywood (1986) discute que la versatilidad del desarrollo turístico, las variaciones en el crecimiento, los impactos y niveles del desarrollo turístico propician áreas turísticas diferentes y que, por lo tanto, su evolución es distinta: no existen dos ciclos de vida iguales. Esto sin contemplar que no todos los destinos turísticos tienen la misma secuencia de las etapas que plantea el modelo y que no todos los destinos turísticos pasan por todos los estadios, ni tampoco estas áreas cumplen con la secuencia lógica de los estadios propuestos en el modelo (García, 2014; Getz, 1992; Johnston, 2001; Moore y Whitehall, 2005).

A pesar de que, actualmente el modelo es utilizado como un instrumento en los procesos de planificación para la toma de decisiones en los destinos turísticos y que este aporte ha sido significativo para la evolución del proceso, Getz (1992) no acepta del todo dicha confirmación y concluye que este modelo no se ajusta de manera generalizada a la evolución de todas las áreas turísticas, lo que limita su uso para la planificación turística del territorio, afirmaciones encontradas en algunos estudios empíricos (Segrado et al., 2011).

Desde una perspectiva epistemológica, Johnston (2001) compara el modelo con cuatro tipos de investigación, con el propósito de encontrar elementos en común y que sean transferibles al estudio del turismo. Estos procesos son ciclo de vida humana, ciclo de vida del producto, desarrollo del puerto y modelos de ecosucción. Se encuentran en común los siguientes elementos: la entidad que experimenta el proceso, las características internas, los usuarios, las etapas como unidades conceptuales, los mecanismos que causan cambios en el escenario, las condiciones macroestructurales bajo las cuales ocurre el proceso, la secuencia típica y la variabilidad de etapas, elementos de juicio que dieron soporte epistemológico a la teoría de Butler.

Otro desacuerdo epistemológico relevante y aún vigente es su comparación con el ciclo evolutivo (implícito en el nombre) de las especies, pues el ciclo de vida de las áreas turísticas no sigue la misma lógica de la evolución de las especies, ni son fenómenos vivos capaces de evolucionar naturalmente (Singh, 2011).

Así mismo, Massey (1999) afirma que una aplicación del modelo darwiniano conduce inevitablemente a las dificultades de la generación aleatoria de variantes sobre las cuales la selección natural funciona. Esta aplicación daría lugar a un error de especificación, esto pese a que Butler defendió el concepto evolutivo desde una perspectiva lamarckiana (Butler, 2011b).

En las áreas turísticas de Minehead, Weymouth y Scarborough (Inglaterra), Agarwal (2002) encontró que el declive es el resultado de la interacción de fuerzas internas y externas. Estas fuerzas externas intensifican la competitividad de las condiciones del mercado, y las internas disminuyen la competitividad del destino. Adicionalmente, encontró que el declive es una amenaza constante no necesariamente asociada con el curso del ciclo de vida o con la demanda turística.

Años más tarde, con el ánimo de aportar más argumentos a esta teoría y en un proceso autocrítico, Butler (2011b), en uno de los apartados de su artículo "Tourism area life cycle" (vol. I), publicó una recopilación de controversias y debates relevantes en los que reconoce que las deficiencias del modelo están enmarcadas principalmente en una propuesta esencialmente solo teórica, en la ausencia en la unidad de análisis, la falta de claridad para determinar la unidad de medida, la no determinación de la unidad de tiempo relevante, la falta de validez para todas las clases y formas de turismo, en que los estadios del CVAT no son definibles y en que no es factible ubicar el producto en la curva en un momento particular. Además, Butler encontró que algunos estudios de caso consideran indispensable incluir características como emprendimiento individual y colectivo, prestar más atención a las opiniones y acciones de los residentes, a políticas públicas locales, precios del mercado, ventas minoristas y mayoristas. Y en otro estudio concluye que el modelo tiene mejores aproximaciones si se complementa con otros métodos para el estudio de caso (Butler, 2015).

Por su parte, López (2011a) considera que en los destinos predomina más la relación espacios-geografía que espacios-productos, y deja ver la necesidad y oportunidad de introducir nuevas teorías interpretativas en ciencias sociales para el análisis de la evolución de los destinos.

Finalmente, Soares, Gândara e Ivars-Baidal (2012) consideran que uno de los mayores problemas teóricos del modelo es no tener en cuenta otros factores que afectan la evolución de los destinos, como se planteó anteriormente: la incidencia que tienen los tour operadores en los destinos y el turismo de segundas residencias, entre otros. Ellos también confirman una falta de datos para realizar estudios empíricos.

Nuevas propuestas

En este apartado se analizan las "nuevas propuestas" más significativas hechas al modelo, sin desconocer que existen otros estudios críticos y valiosos para el modelo, los cuales se rescatan y complementan en la tabla 5. En lo que concierne a esta revisión, se analizan las siguientes investigaciones:

Con el ánimo de tener datos más cercanos sobre la realidad del desarrollo de los destinos turísticos, algunos investigadores han realizado propuestas que modifican el modelo de CVAT como objeciones a esas controversias teóricas y metodológicas del modelo (Haywood, 2006; Hovinen, 2006; Lundtorp y Wanhill, 2001). Es así como Lundtorp y Wanhill afirman que el modelo de ciclo de vida representa el desarrollo de destinos turísticos conceptualmente de manera sana. Sin embargo, proponen la aplicación de un modelo interactivo multivariable instrumental, un enfoque estocástico multivariable para modelar los ciclos de vida del área de turismo, un enfoque que explique las variables endógenas y exógenas del destino y cómo estas variables pueden mejorar los resultados obtenidos de la aplicación en un tiempo relacionado. Sin embargo, en el caso del mar Muerto, los autores encontraron que la adición de nuevas habitaciones y hoteles produce nueva vida del ciclo en ese lugar. Pero este análisis claramente muestra que las variables exógenas de las guerras de Medio Oriente que inciden directamente en el desarrollo del destino turístico quedaron fuera del modelo multivariado del CVAT.

Cole (2012) propone una modificación que da cuenta de las sinergias entre el alojamiento, el entretenimiento y otros componentes de un destino turístico del Caribe, un modelo modificado que contrasta el CVAT original y estimado para una muestra representativa de destinos en el Caribe y otras islas. Estas estimaciones se basan en los visitantes. Se comparan los gastos y las evaluaciones de expertos de la autenticidad del destino. Los resultados arrojados ilustran cómo los parámetros que representan la sinergia y la congestión varían según el estilo y el tiempo del turismo, pero el modelo no contempla actividades turísticas de los excursionistas que ingresan por los puertos provenientes de los cruceros, esto teniendo en cuenta la gran dependencia de las islas del Caribe de excursionistas de cruceros.

Adicionalmente, Soares, Gândara e Ivars-Baidal (2012) concluyen en su estudio que algunos factores (externos e internos) tienen efecto en el ciclo de vida de los destinos y que el modelo de Butler queda corto al momento de predecir su declive. Por esta razón, proponen un marco de análisis en tres apartados:

[…] indicadores de contexto y enfoque, variables externas relacionadas con destinos competidores y variables internas, las cuales se desdoblan, por una parte, en su implicación con la fase de evolución del destino y, por otra, en su relación con la estrategia turística local. (2012, p. 33).

Estos autores igualmente afirman que la aplicación de los indicadores demanda un ajuste previo a las particularidades de cada destino, es decir, una serie de indicadores de contexto y enfoque como la unidad territorial de análisis.

Por otro lado, García-Ayllón (2016) propone un estudio retrospectivo del sistema de información geográfica (SIG) del desarrollo inmobiliario como un instrumento futuro para el diagnóstico del estado actual de los centros turísticos costeros entendidos como productos turísticos y de mercado. En este contexto, el análisis sig espacial de la evolución inmobiliaria puede representar un índice muy interesante para determinar los impactos del ciclo de vida de un área turística en un destino de sol y playa.

Caldicott y Scherrer (2013), en su estudio de caso del Parque Caravan, en Australia, proponen que se apliquen indicadores de degradación de la infraestructura y degradación social. Por su parte, Santana, Díaz y Rodríguez (2011), para el caso de estudio de la isla de Fuerteventura (España), adicionaron al CVAT indicadores de exceso de oferta y descenso del gasto realizado por los visitantes. Al respecto, encontraron características de un destino turístico en fase de estancamiento, para lo cual los autores proponen estrategias de renovación para el rejuvenecimiento del destino. Igualmente, Land, Tauana, Stein y Mecca (2016), en sus análisis sobre el destino Vila Flores encontraron que este está más cerca de la fase de la participación; sin embargo, este modelo presenta limitaciones referentes a la presencia de indicadores que señalan el paso de una fase a otra. Los autores sugieren realizar nuevas investigaciones que incluyan emprendimientos y a la comunidad local.

De igual modo, Romão, Guerreiro y Rodríguez (2013) proponen una serie de variables utilizadas en el modelo para datos de panel que explique la evolución de la demanda turística en el destino, incluyendo sus activos naturales y culturales, que son esenciales para la sostenibilidad del desarrollo regional. Los autores observan que existe una relación positiva entre la infraestructura regional y las condiciones económicas. Además, proponen incluir en el modelo variables como empleo local, economías de aglomeración e innovación, gobernanza asociativa y aprendizaje institucional. Los autores no analizan la variable del tiempo ni su dependencia con los otros factores para el desarrollo turístico del destino.

Kristjánsdóttir (2016) analiza la forma "S" del CVAT y propone un modelo de regresión económica. Esta, además, es una iniciativa que aplica el ciclo para pronosticar una de las estacionalidades del destino por los turistas entrantes a un país mediante un polinomio de quinto grado representado por el Gobierno, los bancos, las carreteras, la mano de obra calificada y aplicaciones de Internet. Los resultados indican que la forma de "S" del ciclo de evolución del área turística de Butler se puede capturar con una función polinomial para una gama de países de la OCDE. Este modelo concluye que puede ser un insumo útil para los investigadores del turismo que buscan explicar de manera anticipada las oleadas de turistas en el área turística. Los autores proponen el CVAT modificado de Butler como insumo para pronosticar el desarrollo turístico del destino y para prever su llegada a una etapa de madurez.

Virgen, Arce y Gândara (2016) hacen una propuesta osada. Mediante el análisis de la teoría evolutiva y la perspectiva darwiniana aplicada a la evolución de los destinos turísticos, los autores proponen cuatro fases evolutivas: de novedad, de variedad, de selección y de continuidad. Estas cuatro fases se examinan de acuerdo con las variables de oferta, demanda y contexto general, aplicadas al destino litoral Puerto Vallarta. El estudio concluye que la perspectiva darwiniana permite la comprensión mejor y más rápida del destino para la toma de decisiones; sin embargo, la propuesta no examina la evolución de la población de acogida en términos de calidad de vida y bienestar social.

Por último, Kubickova y Li (2017) aplican variables de competitividad del turismo a lo largo del tiempo y analizan el papel que juega el Gobierno en el desarrollo de los destinos turísticos. Se puede decir que el nivel de participación del Gobierno cambiará dependiendo de la etapa del CVAT en la que se encuentre el área turística. Los autores hallaron que la relación entre el turismo, la competitividad y el Gobierno estará influenciada por el nivel de desarrollo del área turística; sin embargo, no analizan las variables que inciden en la construcción de competitividad del territorio.

Hay que valorar los esfuerzos que hasta el momento se han realizado para encontrar nuevas formas de comprender el CVAT, sin embargo, no se ha podido consolidar ni encontrar un modelo absoluto, el cual sería inmanejable por la multiplicidad de variables. En la tabla 5 se recopilan algunos de los estudios de caso analizados en este documento y se resaltan las nuevas propuestas más significativas.

Aplicaciones del modelo

(Identificar estudios de caso que usaron el modelo de CVAT)

La aplicación del CVAT ha servido para mostrar una realidad sobre la evolución del destino turístico. Así, por ejemplo, en 1991 se estudió la evolución de la isla caribeña de Barbados como destino turístico mediante un análisis descriptivo en el que se aplicaron fielmente las seis etapas del modelo del CVAT. Los resultados arrojaron que algunos lugares de la isla se encontraban en estancamiento y otros estaban en declive. De todas maneras, este análisis es un poco contradictorio en comparación con estudios realizados anteriormente por Butler, quien colocó estas islas bien desarrolladas en una etapa de consolidación, sin tener en cuenta detalles en las variaciones del mantenimiento de la calidad del entorno construido, una demanda continua e incluso ampliada (France, 1991).

Aledo (2002) encontró que el desarrollo turístico en Costa Blanca (España) está en declive, pues se ha generado agotamiento del suelo urbanizable, ausencia de planificación, mala calidad del producto global, destrucción de los recursos naturales, ausencia de oferta complementaria y un escaso desarrollo de la oferta hotelera. Sin embargo, este estudio se centró únicamente en analizar el CVAT en el turismo inmobiliario. La investigación dejó de lado variables como la oferta diversificada del destino, la demanda, el número de visitantes y la población local.

Potter y Phillips (2004), en su análisis de la isla caribeña de Barbados, encontraron que los giros y las vueltas del turismo son más complejos que los identificados en el modelo de Butler. Los autores identificaron que variables de inestabilidades económicas externas inciden en el CVAT.

Los hallazgos de la investigación sobre la relación teórica entre el ciclo de vida del área de turismo y las percepciones locales de los impactos del turismo en las comunidades de Belice destacan la importancia de incorporar las reacciones de las comunidades locales al turismo como un elemento de monitoreo para la gestión del turismo, pues la "turismofobia" sería un indicador clave para detectar a tiempo el declive del destino (Diedrich y García-Buades, 2009). Este estudio también concluye que, cuando un individuo percibe más beneficios que perjuicios, tiene una actitud positiva hacia el turismo.

Virgen (2009) analiza la situación actual de Puerto Vallarta (México) como destino turístico litoral. El autor observa y propone variables de la oferta y la ocupación hotelera, lo que apoya la conclusión de López (2011b) en Bahías de Huatulco (México). En el estudio de Virgen se encontró que el destino está en una meseta, después de pasar por una etapa de crecimiento acelerado, mientras que López elimina las dos primeras fases manejadas en el modelo de Butler (exploración e involucramiento), pues afirma que Bahías de Huatulco es un complejo de surgimiento instantáneo. No obstante, el modelo de Butler no es suficiente, pues variables internas de los destinos, como las variaciones en segundas residencias y otras ofertas de alojamiento, pierden el control sobre las estadísticas de turistas y visitantes en el lugar.

Por su parte, Omar, Othman, Badaruddin y Azizi (2015) describen el ciclo de vida de los centros turísticos costeros en Tioman Island (Malasia). Al proporcionar las evidencias de datos históricos y de trabajo de campo, ellos demuestran que el turismo es el resultado de cambios sustanciales de los centros turísticos costeros de la isla, que han pasado por cuatro etapas de desarrollo, como sugiere el modelo de Butler, y que se encuentran actualmente en la etapa de consolidación. Los autores se limitan exclusivamente a la aplicación del modelo.

Por su parte, Segrado, Amador, Jiménez y Arroyo (2011) encontraron en su estudio que el desarrollo turístico del segmento de crucero en Cozumel (México) está en las etapas de estancamiento y reorientación y que se requieren estrategias innovadoras e integrales para diversificar las actividades económicas, fomentar la sustentabilidad, aumentar el ingreso turístico y mantener el nivel de visitantes.

Otra investigación es la de Millán, Pérez y Martínez (2012), que en su análisis comparativo de destinos religiosos en México y Europa encontraron que los destinos mexicanos están en una etapa de desarrollo más incipiente, y lo presentan como una oportunidad y desafío de exploración.

Igualmente, Pulina et al. (2006) analizaron el ciclo de vida para una tipología de turismo "agroturismo" en la isla de Cerdeña, pero agregando la variable del impacto de la legislación en el ciclo de vida. Los autores encontraron que las legislaciones regionales han tenido un impacto significativo en la evolución y en la dinámica del destino, que ha entrado en una etapa de estancamiento. También analizaron los destinos como tipología de turismo y concluyen que el ciclo de vida ayudará a formular una visión y una planificación estratégica para permitir la evolución de este tipo de turismo. Es decir, afirman que el CVAT es un instrumento de planificación y toma de decisiones para el fortalecimiento del destino. Estos estudios también ayudan a mantener informados a propietarios, gerentes e inversionistas potenciales para la toma de decisiones comerciales estratégicas y sostenibles, para evitar así una escasez de instalaciones de alojamiento en los destinos (Caldicott y Scherrer, 2013; De Paula et al., 2016), pero no se reflexiona sobre posibles oportunidades para el bienestar social de la población de acogida.

Así mismo, Cardona y Serra (2014), al aplicar el CVAT a Ibiza, descubrieron que el destino parece seguir las pautas del modelo expuesto por Butler con gran exactitud y que este hecho solo se difumina por impactos externos, como la guerra civil española, la II Guerra Mundial, el embargo internacional y las crisis económicas internacionales, entre otros. Para este caso en particular, se identificó que determinados visitantes establecidos en las fases de exploración e implicación terminaron convirtiéndose en algunos de los principales atractivos del destino. No obstante, los autores aplicaron el modelo del CVAT de Butler e identificaron variables externas que inciden en el desarrollo turístico del destino, pero no las incluyeron en el propio modelo.

Ramos (2011) hace una descripción histórica de la evolución turística de Cartagena (Colombia) como destino turístico que sufrió una transformación de turismo de sol y playa a un predominación del turismo cultural. El estudio recalca que, pese a un crecimiento gradual del desarrollo turístico, la población de acogida no ha recibido los beneficios económicos derivados del turismo.

Aplicación del modelo en áreas protegidas

(Identificar estudios de caso en los cuales el CVAT caracteriza la evolución de AP de uso turístico)

La escasa bibliografía de estudios de caso sobre la aplicación del modelo de CVAT en AP centra esta parte de la revisión bibliográfica en las siguientes seis investigaciones:

Järviluoma (1992) hace un primera aproximación con un estudio sobre la importancia de conocer el estado del CVAT para el turismo alternativo como posibilidad para lograr el desarrollo sustentable del turismo. En el estudio se aclara la dependencia de esta tipología de turismo con la evolución de las zonas turísticas y se ratifican la falta de estudios empíricos en su momento y las dificultades para obtener datos, información que también afirma Digance (1997).

Johnson y Snepenger (1993), en su estudio de caso, examinan cuatro dimensiones para monitorear el ciclo de vida del turismo en la región de Yellowstone, en Estados Unidos de América: tendencias de visitas, crecimiento de la economía de servicios en la región, percepciones de los residentes sobre el turismo actual e indicadores biológicos para los ecosistemas. El análisis de estas dimensiones indica que el desarrollo del turismo en esta gran región ha sido más compleja que lo sugerido por el modelo del ciclo de vida, pues la información revela que el área turística no se encuentra en una etapa específica del ciclo y, mientras que el componente humano del sistema turístico (los visitantes, proveedores) y el alojamiento no han alcanzado puntos críticos de capacidad de carga, los indicadores ambientales y las actividades de recreación de invierno parecen haber alcanzado los niveles críticos de sustentabilidad. Snepenger afirma que estas incongruencias entre indicadores dirigen a conflictos de crecimiento y desarrollo turístico en el parque.

Boyd (2005) realizó un estudio desde dos dimensiones: la primera estudia la evolución del ciclo de vida del AP de Banff (Canadá) y concluye que este se puede aplicar fuera del contexto del turismo; la preocupación que enfrentan los parques es de los visitantes, independientemente de si las visitas son para ocio, recreación o turismo, y el tipo de usuario no importa. En la segunda dimensión, el estudio aborda el sistema general de parques nacionales del Canadá y argumenta que el CVAT tiene aplicabilidad como una guía útil para rastrear los AP, como un descriptor de cómo se han desarrollado en el sistema de parques, también ofreciendo utilidad en la ubicación de parques individuales a lo largo de la curva. Boyd afirma que lo más importante es resaltar la necesidad de una buena gestión de los parques para evitar que estos lleguen a una etapa madura o de declive, y hacer que se mantengan como espacios naturales de uso sustentable.

Caso contrario ocurre con el tercer caso: la investigación de Zhong, Deng y Xiang (2008), en la cual estudian el parque nacional forestal de Zhangjiajie, en China. Los autores evidencian que en las primeras cuatro etapas del modelo y en un período de dos décadas el parque sufrió una transformación de una granja forestal menos accesible a un destino turístico de renombre mundial, ahora accesible por vía férrea, terrestre y aérea; celebridades y empresarios desempeñan papeles esenciales como catalizadores en esta rápida transformación. Es decir, el modelo de CVAT una vez más es un instrumento usado para mostrar el estado en el que se encuentran los destinos turísticos.

Así mismo, los datos históricos del caso "northern New South Wales", en Caravan Parks (Australia), demuestran un cambio urbano y de mercado producido en esa región costera durante casi dos siglos. La evolución del parque de Caravan se ha ajustado a las etapas de participación, exploración, desarrollo, consolidación y estancamiento, pero, en 2011, el parque se encontraba en un punto de inflexión crítico con potencial de declive o rejuvenecimiento como consecuencia de sobrepasar la capacidad de carga, lo que llevó a proponer, para este modelo específico, una serie de indicadores de capacidad de degradación ambiental, de la infraestructura y social (Caldicott y Scherrer, 2013).

En el paisaje escénico de Kanas (Xinjiang), un área étnica habitada en el noroeste de China, Yang, Ryan y Zhang (2014) aplicaron el modelo de CVAT para hacer un análisis retrospectivo de la llegada del número creciente de turistas y la tasas de crecimiento, lo que llevó a las etapas de participación, desarrollo y consolidación rápidamente. Los autores afirman que este crecimiento fue causado por el patrocinio del Estado dado por el deseo de modernización, e infieren la incidencia de las políticas públicas en el desarrollo del destino. Esto ratifica los hallazgos encontrados por Kubickova y Li (2017). Sin embargo, los autores patrocinan el hecho de que el emprendimiento y el Gobierno puedan operar más eficazmente en este escenario natural como un poder compensatorio para el desarrollo local.

Relación del CVAT con la calidad de vida y el bienestar social

(Encontrar investigaciones cuyos estudios de caso den cuenta de relaciones entre CVAT, calidad de vida y bienestar social)

Uno de los primeros acercamientos para relacionar la calidad de vida y el bienestar social con las etapas del ciclo de vida del área turística fue publicado por Tooman (1997b) cuando analizó el modelo de Butler y el efecto multiplicador del turismo. En su análisis, Tooman afirma que el modelo de Butler radica en su capacidad para transmitir el desarrollo evolutivo de la industria turística, como marco para el análisis económico, bajo condiciones en las que el turismo se convierte en el sector económico dominante. Tooman destaca los resultados económicos esperados a lo largo de las etapas del ciclo de vida que favorecerían a la comunidad de acogida, y relaciona cada etapa con los posibles beneficios esperados. En las etapas de participación e implicación se inicia con los niveles más bajos de disponibilidad de capital, con crecimientos lentos, pero con altos niveles de participación local, mayor diversidad económica y una mejora considerable en el bienestar social de la población de acogida. En la etapa de desarrollo, el nivel total de los ingresos aumenta y la tasa de crecimiento económico aumenta significativamente, pero la mayor parte de este beneficio es lograda por los nuevos inversores, que sacan ganancias de la economía local. Durante la etapa de consolidación, el bienestar social posiblemente disminuya. Estas últimas etapas dan lugar a negocios locales, salarios bajos y en tiempo parcial o estacional. Sin embargo, para la investigación realizada por Kim (2002) sobre los efectos del desarrollo turístico en la calidad de vida de la población de acogida, se revela que los residentes en la comunidad usualmente comienzan a percibir el impacto económico del turismo en la etapa inicial del desarrollo del turismo, pero empiezan a sentir un mayor beneficio de este impacto en la etapa de crecimiento y desarrollo del turismo.

Otro estudio de Tooman (1997a), en el que aplicó el CVAT en Smoky Mountain, región del este de Tennessee y de la parte occidental de Carolina del Norte, para comprender y validar mejor la correlación de los efectos económicos de la industria del turismo y el ciclo de vida, concluye que existen coincidencias con su estudio del efecto multiplicador. Este es un mayor beneficio para la población local, que parece ser de importancia crítica para el bienestar social en las primeras etapas de este ciclo; esta afirmación fue validada posteriormente por Kim (2002). Tooman agrega que la implementación de políticas públicas es necesaria para controlar el crecimiento y enfatizar la diversidad económica. Se da una impresión más clara de cómo el turismo impacta a la población local por medio del desempleo, la pobreza, programas de bienestar social, educación y otras medidas de bienestar socioeconómico, pero que, adicionalmente, si esta etapa de desarrollo se prolonga en el tiempo, los indicadores de bienestar social mejorarán significativamente.

Además, Kim (2002), en su tesis doctoral, estudia la relación directa de cada una de las etapas del CVAT y la calidad de vida y el bienestar social de la población de acogida. En su trabajo analiza los dominios particulares de la vida, como bienestar material, bienestar de la comunidad, bienestar emocional, bienestar de salud y seguridad. Los hallazgos de este estudio revelan que la relación entre los impactos del turismo y la satisfacción de vida particular que resulta del turismo son diferentes de acuerdo con las etapas de desarrollo del turismo.

Por otro lado, Soares, Ivars-Baidal y Gândara (2015) afirman que una de las grandes dificultades teóricas del modelo está en no tener en cuenta aspectos que inciden en la evolución de los destinos, y proponen incluir la calidad de vida de la población (índice de paro, seguridad, masificación, población permanente/número de turistas y aumento de la densidad poblacional), tema analizado en la tesis doctoral de Soares. En su investigación, la autora presenta un estudio comparativo entre el balneario Camboriú (Brasil) y Benidorm (España), y concluye que el crecimiento acelerado del sector y la especulación inmobiliaria agravan los problemas sociales de estos destinos y que los agentes que no están relacionados directamente con el turismo son los que perciben una mayor pérdida de su calidad de vida.

Conclusiones

Cuatro investigaciones sobre los abordajes teóricos y estudios de caso que aplican el ciclo de vida del área turística posicionan a Soares como primera autora y primera latinoamericana en abordar el tema, esto sin desconocer la participación de Gândara, con siete investigaciones realizadas sobre la evolución de los destinos. Los aportes críticos obligan a los interesados en el tema y a futuros investigadores a hacer seguimiento a las publicaciones de estos autores. Para el caso de Butler, con ocho investigaciones, se confirma la vigencia y validez de su modelo, esto teniendo en cuenta que la gran mayoría de sus investigaciones tienen como finalidad enriquecer el marco conceptual y metodológico del modelo. Es importante hacer visible que los investigadores asiáticos también han mostrado interés por el estudio del modelo y su aplicación empírica, no en vano cuatro de ellos forman parte del listado.

Por otro lado, el mayor número de publicaciones se ha realizado en revistas españolas, lo que sugiere que estas revistas actúan como un embudo para los estudios realizados en Latinoamérica; no obstante, se evidencia el interés por parte de los investigadores de habla hispana en el tema en cuestión. Las revistas que publican en Estados Unidos e Inglaterra lideran la lista de publicaciones en inglés, principalmente en la discursiva del marco teórico del modelo. Tampoco es raro que México aparezca en la lista de revistas, pues su liderazgo turístico en la región así lo amerita.

Así mismo, el creciente número de publicaciones en la última década (69 de 86 publicaciones), y a pesar de las múltiples críticas generadas en torno al modelo de CVAT, deja entrever que su validez ha tomado un segundo aire, no obstante, los ajustes y las adaptaciones son recurrentes.

Acerca de las nuevas propuestas, tres décadas después el mismo Butler examina el origen del modelo de CVAT, su utilización temprana, sus críticas y modificaciones y su relevancia actual en la investigación del turismo, y alude a los vacíos teóricos y a las debilidades del modelo. En la tabla 5 se reflejan de manera concreta las nuevas propuestas significativas que se encontraron en las investigaciones. Indiscutiblemente, cada uno de los estudios aquí descritos evidencia necesidades de análisis diferentes, inclusión de nuevos elementos -como percepción de residentes, indicadores de degradación, indicadores de gasto turístico, competitividad y hasta modelos de regresión económica, entre otros- que no se incluyeron en la propuesta inicial, que se podrían llamar variables acomodadas a cada uno de los destinos y necesidades. Esto hace reconocer que cada destino tiene características diferentes, que su desarrollo se da en espacios geográficos y temporalidades disímiles y que cada uno de ellos sugiere la inclusión de variables acordes a esas características.

No obstante, todos coinciden en la necesidad de incluir variables exógenas y endógenas al modelo, lo que puede hacer que las etapas del ciclo de vida del destino turístico sufran variaciones. Pero, indiscutiblemente, el modelo aún es usado como insumo para la toma de decisiones por parte de las autoridades pertinentes, así como también para la construcción de procesos de planificación e innovación del destino, y muestra la realidad en la que se encuentra el destino.

El número significativo de más de doce investigaciones con metodología de estudios de caso anteriormente expuestas permite comprender la versatilidad e importancia del modelo por uso en áreas, atractivos y empresas turísticas. Pero estos estudios también son útiles para determinar vacíos, debilidades y desventajas del modelo y pueden ayudar a corregirlo, construirlo y mejorarlo o, más arriesgado aun, proponer nuevas metodologías para conocer la evolución de los destinos turísticos.

Contrario a lo anterior, para el asunto del análisis del modelo aplicado a parques nacionales naturales, este aún se encuentra en una etapa incipiente, los escasos estudios empíricos así lo evidencian; con tan solo sietes estudios de caso expuestos, se sugiere explorar en próximos estudios empíricos.

Los AP pueden ser escenarios con ciclos de vida cortos por sus condiciones ecosistémicas, de conservación y de uso, porque sus características biológicas exigen estrategias de conservación temporales que mitiguen los momentos de presión que ejerce el turismo sobre estas áreas o simplemente porque sus objetivos de conservación así lo exigen. El quid del asunto es sugerir modificaciones al instrumento del CVAT o proponer nuevos modelos de evolución que den cuenta de las presiones que ejerce el turismo en el territorio y brindar una línea de base para el desarrollo sustentable del turismo.

La evidencia de cuatro investigaciones, tres de ellas estudios empíricos y una de revisión de fuentes secundarias, da pie para confirmar que existe una relación directa entre las diferentes etapas de la evolución de un destino turístico con la calidad de vida y el bienestar social de la población de acogida. El reto ahora es comprender qué pasa con estos aspectos en el destino y sus implicaciones en la población de acogida.

Las significativas desventajas del modelo CVAT -como el hecho de ser un modelo determinístico por proponer secuencia lógica en sus estadios; ser un proceso ahistórico; no tener la capacidad de explicar las transformaciones económicas del territorio ni la dualidad entre el desarrollo local y regional de los nuevos tiempos; desconocer la economía del turismo a partir de los hechos que ocurren en el territorio (dinámicas sociales de las comunidades de acogida) y lo que ocurre desde los intereses externos (mercado)- abren la brecha para navegar nuevos mares para las investigaciones futuras, porque las tendencias metodológicas y teóricas para el estudio de la evolución de las áreas turísticas tienen el propósito de construir nuevos paradigmas que proporcionen propuestas integradoras.

Los nuevos estudios sobre la teoría de la evolución y la geografía económica evolutiva plantean una nueva manera de estudiar la evolución de los destinos turísticos (Domareski y Gândara, 2017; Soares et al., 2015, 2016; Virgen et al., 2016).


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